Una vez que las compañías han realizado su primera toma de contacto con la Inteligencia Artificial, cobra mayor importancia el discurso sobre cómo aplicar esta tecnología al día a día de las empresas de forma efectiva y ética, debido al aumento de la preocupación de los consumidores y de los trabajadores de las empresas. En la actualidad, el desafío pasa por alejar la conversación acerca de la Inteligencia Artificial como una posible amenaza para los humanos y alentar a las compañías a abordar dicha tecnología como un complemento a las capacidades de sus trabajadores.
Este proceso debe comenzar con los líderes empresariales, que definen los principios éticos que guían el desarrollo de la Inteligencia Artificial en departamentos, empresas, industrias y sectores específicos, trabajando estrechamente con expertos en Inteligencia Artificial para poder hacer efectiva su implementación en las empresas.
La compañía Sage ha reunido a algunos de los principales líderes empresariales y miembros de gobiernos internacionales para abordar el tema de la Inteligencia Artificial en el sector empresarial. Como resultado de la cumbre, Sage ha publicado el documento donde desarrolla, entre otras cuestiones, los cuatro pilares básicos de la aplicación de esta tecnología como fuente de crecimiento empresarial:
Introducción de directrices corporativas relacionadas con la Inteligencia Artificial y un marco ético para su aplicación
Las empresas tendrán que desarrollar y revisar dichas directrices mientras, que, los gobiernos observarán el papel de los reguladores para ayudar a sectores específicos en la implementación de best practices.
Desmitificar la tecnología y compartir la responsabilidad para una implementación exitosa de la misma
En este punto, se tendrá que contar con expertos externos en el marco de las organizaciones para explorar las opciones que la IA ofrece en función de las necesidades corporativas.
Fomentar la confianza de los trabajadores y empresarios en la Inteligencia Artificial
Mientras que las empresas deben mantener a sus stakeholders al tanto de sus avances y propósitos en el uso de la IA, los gobiernos han de llevar a cabo campañas de concienciación para reducir la inhibición de la tecnología en la vida cotidiana.
Integrar la IA en el desempeño de la fuerza de trabajo
Los departamentos de Recursos Humanos deben integrar el uso de datos en sus procesos para monitorizar las demandas del mercado de trabajo y las habilidades de los posibles futuros empleados. Por parte de las administraciones, se debe asegurar que los jóvenes abandonan su periodo educativo con la formación y habilidades suficientes en materia de Inteligencia Artificial para incorporarse de forma competitiva al mercado de trabajo.
“El peligro de banalizar y “criminalizar” la IA nos impide detectar el amplio abanico de posibilidades que supone esta tecnología para las empresas. Fundamental para ello, es abordar los problemas éticos que su implementación plantea. Como empresa adaptada a esta tecnología, es nuestra responsabilidad facilitar su uso en nuestros partners, clientes y la sociedad en su conjunto», afirma Kriti Sharma, VP de Inteligencia Artificial de Sage.
«Somos conscientes de que los más de 3 millones de empresas con las que trabajamos en 23 países pueden aprovechar las ventajas de la IA para aumentar su productividad. Pero necesitamos que la industria y el gobierno ayuden a despejar las incógnitas a nivel ético que ésta tecnología plantea e impulsen la conversación en torno a sus ventajas y posibilidades”, concluye.