A pesar de que en la próxima década se crearán más de 3 millones de empleos relacionados con la digitalización e innovación tecnológica, con perfiles profesionales con competencias digitales, solo el 7% de los estudiantes españoles está cursando estudios científico-tecnológicos. La inteligencia artificial y los drones marcarán la formación de empleo en España.
Tras un análisis realizado por EXES, compañía española especializada en la capacitación profesional en materias de Tecnologías de la Información e Industriales, para adaptar sus procesos formativos a la demanda del mercado detecta un desajuste entre las necesidades empresariales y la oferta profesional del mercado laboral.
España, Italia y Polonia son los países europeos que mayor desajuste muestran. “Si nuestro país no es capaz de cubrir esos puestos con perfil STEM (Science, Technology, Engineering & Mathematics) el mercado laboral absorberá otras nacionalidades, seguramente europeas, y perderemos competitividad”, explica José Antonio Álvarez, CEO de EXES.
Un estudio realizado por Randstad, empresa líder de recursos humanos en España, se encamina en la misma línea ya que detecta un déficit de profesionales con determinadas habilidades, como son perfiles especializados en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, que las empresas van a demandar, pero que no van a poder cubrir completamente ante la falta de candidatos. “Debemos formar a los profesionales no sólo en el periodo anterior a incorporarse a la vida laboral sino durante toda su trayectoria, adaptando nuestra oferta a las necesidades que irán surgiendo. La tecnología evoluciona exponencialmente y la formación continuada será clave para el éxito”, explica José Antonio Álvarez, director general de EXES Formación.
Para EXES la oferta educativa debe adaptarse. No solo hacia las especialización con programas Master o Cursos, sino pensando también en cuál debe ser la oferta complementaria con programas online o semipresenciales. “El aprendizaje continuo se convierte no ya en una obligación, sino en una necesidad laboral, a riesgo de quedar fuera del mercado. Además, debe ser una formación lo más cercana al desempeño real de su actividad y permitir al alumno actualizarse y aprender de forma autónoma y continua”, afirma José Antonio Álvarez.