Sólo un 6% de los instaladores de la Comunidad de Madrid cree que uno de los retos del sector es el impulso de la digitalización, mientras que para el 88% el intrusismo es el principal problema al que se enfrenta el colectivo.
Estas son algunas de las conclusiones del I Informe de la Profesión Instaladora “El instalador en 2018” elaborado por APIEM (Asociación Profesional de Empresarios de Instalaciones Eléctricas y de Telecomunicaciones de Madrid), con la colaboración de Telematel, compañía experta en soluciones de software y contenidos digitales para Empresas de Obras y Servicios, Distribuidoras y Fabricantes de materiales, y presentado en el marco de la feria EFICAM 2018.
El I informe de la Profesión instaladora es una iniciativa pionera de APIEM en la Comunidad de Madrid (CAM), que nace con vocación de transformarse en un estudio anual que ayude al sector a estudiar su evolución, sinergias y desafíos a lo largo del tiempo.
El informe ha sido realizado tras analizar las respuestas de una encuesta lanzada por APIEM entre 350 de sus asociados, así como tomando como referencia de universo de fuentes oficiales como el INE o los informes forrester. A continuación mostramos los resultados del estudio:
LA INSTALACIÓN ELÉCTRICA EN LA CAM. UN SECTOR DE EMPRESAS PEQUEÑAS
En la Comunidad de Madrid existen 1.995 empresas instaladoras con casi 32.000 empleados, lo que supone el 1% de empleo de la región y el 27% del total de las instaladoras eléctricas de España. Asimismo, un 95% de las empresas instaladoras madrileñas son de tamaño pequeño y mediano aportando un 20% a la facturación global del sector y un 34% del empleo del colectivo.
“El análisis desvela que existe una fuerte dualidad en el volumen de las empresas, ya que solo el 5% de las mismas son de gran tamaño y, sin embargo, concentran el 80% de los ingresos de explotación de la instalación eléctrica”, explica Desireé Fraile, director general de APIEM.
Para la realización del estudio se toma como referencia aquella empresas instaladoras que tenían un volumen de facturación menor de 1 millón de euros, ya que estas reflejan mejor la realidad del asociado de APIEM, el pequeño instalador, y conforman el 95% de las empresas instaladores en la CAM. Todos los resultados del estudio hacen referencia a esta segmentación.
LOS PROBLEMAS DEL SECTOR. ¿CUALES SON LOS RETOS QUE IDENTIFICAN AL INSTALADOR?
El intrusismo, el principal problema del sector. Según este informe, el 88% de los instaladores madrileños consultados aseguran que el intrusismo es el principal problema al que se enfrenta el colectivo. Del mismo el 52% de los encuestados cree que la morosidad es un gran reto para el sector, y el 47% indica lo mismo respecto a las pocas ayudas institucionales.
Le siguen la falta de cualificación y de aprendices, con un 31%, y el fraude fiscal, con un 25% de respuestas de los instaladores, como otros de los importantes desafíos a los que se enfrentan en su día a día.
EL INSTALADOR Y EL FABRICANTE
En cuanto a la relación que tienen con el fabricante, los resultados muestran que más el 80% de los instaladores no quieren venta directa o guerra de precios y que prefieren recibir las novedades del fabricante a través del email (77%).
Asimismo en cuanto a los principales criterios de selección a la hora de realizar sus compras, los instaladores sitúan a la calidad en primer lugar con un 54% de los encuestados, seguido por el precio (20%), la garantía (15%) y en último lugar la marca (10%).
LA DIGITALIZACIÓN DEL INSTALADOR
El instalador es un consumidor digital, pero no un nativo digital. Esta es la principal conclusión del informe en este aspecto: El 80% usa internet para consultar y comprar, pero solo un 14% lo emplean para tareas claves de su trabajo.
“El instalador usa internet, pero lo prefiere en actividades que faciliten sus dinámicas de trabajo actuales, no las transformacionales”, asegura Fede de Gisbert, director de Marketing de Telematel y coordinador del informe.
Los datos revelan también que este sentimiento digital va muy unido a la generación a la que pertenecen. En este sentido, explica Fede de Gispert, “el 11% de los encuestados sí piden formación en nuevas tecnologías y el 39%, que podríamos llamar pragmáticos, corresponden a la primera generación digital, que tiene página web de empresa y relaciones vía e-mail, así como que hacen uso básico y no intrusivo de las tecnologías”. Por último, el 35% de los instaladores forma parte de la generación “papel”, que el estudio denomina “Conservadores”, que gestiona el trabajo como hace 10 y 20 años (folletos y catálogos en papel, visitas, etc.).
Finalmente el informe realiza una propuesta de segmentación del instalador en función de la digitalización. El modelo se basa en curva de aceptación de nuevas tecnologías, donde se clasifica al consumidor en base a su predisposición psicológica a adoptar una nueva tecnologías, y que los autores del estudio utilizan como base para proponer una caracterización del pequeño instalador de la Comunidad de Madrid.
En un primer grupo se encuentran los visionarios e innovadores, que representan el 6%, y que son aquellos que identifican a la digitalización como el principal problema del sector. Después se encuentra los “avanzados” (11%) que demandan formación en nuevas tecnologías, y están dispuestos a utilizarlas en su trabajo diario. El 39% de segmentan como “Pragmáticos”,los cuales utilizan los medios digitales de forma básica pero que no están dispuestos a cambiar su forma de trabajar con la digitalización. Y finalmente se encuentra el grupo más numeroso, denominados como “Conservadores y escépticos”, también identificados como “Generación Papel”, que ven la digitalización de forma negativa y no son propensos a utilizar medios digitales.