De acuerdo con un informe de IHS Technology, un cambio de paradigma fundamental en las tecnologías de iluminación hacia lámparas y bombillas más eficientes reducirá significativamente la demanda mundial de electricidad en el área de la iluminación general en los próximos años.
El uso de electricidad por la actual base instalada de tecnologías de iluminación en el área de iluminación general, se reducirá a una cifra proyectada en 2,75 billones de kilovatios- hora (kWh) en 2020, con una notable reducción del 24 % sobre los 3,61 billones de kWh del año pasado. En general, la base instalada en iluminación general – que abarca la iluminación en hogares, empresas y alumbrado público, aunque no incluye la iluminación arquitectónica o teatral – representará el 10,3 % de la producción neta de electricidad en 2020, representando una bajada respecto al 16,4 % en 2013, como se muestra a continuación.
Incremento de número de lámparas, reducción de consumo
El uso de la electricidad se reducirá aun cuando el número de lámparas aumente. La base instalada mundial de lámparas se prevé que aumente a 59,3 mil millones de unidades en 2020, incrementándose respecto a las 56,4 mil millones de 2013.
«La caída del consumo de electricidad en iluminación está siendo impulsada por la prohibición sistemática de lámparas y bombillas ineficientes – principalmente incandescentes – en países de todo el mundo», afirma William Rhodes, director de investigación de iluminación para IHS. «A medida que estas prohibiciones comienzan a surtir efecto, los consumidores y propietarios de negocios irán sustituyendo sus lámparas con tecnologías de mayor eficiencia energética, tales como las de tecnología LED.»
Precio de LED aun frena su plena adopción
A pesar de ello, los consumidores no se están volcando plenamente en la tecnología LED debido a unos precios que son aun relativamente altos. En lugar de ello, los compradores están decantándose por opciones más económicas como los fluorescentes compactos (CFL) o lámparas halógenas.
La mayoría de las CFL, por ejemplo, consumen sólo el 25 % de la electricidad consumida por una lámpara incandescente equivalente, pero son 87 % más baratas que los LED en promedio. Como resultado, las CFL ofrecen una alternativa de ahorro de energía adecuada a los consumidores sin un sobreprecio significativo.
Por su parte, las lámparas halógenas tienen un coste y características lumínicas similares en comparación con las lámparas incandescentes, pero también consumen menos electricidad, por lo que las lámparas halógenas suponen también una opción adecuada para los consumidores en el corto y largo plazo.
LED presente en mercado de consumo al final de la década
A medida que caigan los precios de lámparas y bombillas LED hacia el final de esta década, se espera que tanto consumidores como propietarios de negocios comiencen a reemplazar la tecnología incandescente, CFL, halógena y otras tecnologías de iluminación por alternativas LED, a pesar de que el coste seguirá siendo un inhibidor durante varios años. Este será el caso a pesar de los ahorros promedios de electricidad del entorno del 85 % que ofrecen los LED, según explica Rhodes.
Existe un factor que podría perturbar estas previsiones, y reducir los posibles ahorros globales a pesar de la adopción de alternativas de menor consumo. Se trata de las aplicaciones decorativas y arquitectónicas en las cuales la flexibilidad propia del LED podría hacerlo más atractivo, incluidas las nuevas posibilidades de diseño, como la iluminación bajo los muebles en cocinas o iluminación pegada al suelo. El hecho de que la inversión inicial es más elevada que si se utilizaran otras tecnologías implicará que los ahorros en estas instalaciones no sean tan grandes a nivel global.