Este martes el Parlamento Europeo, en un importante paso para asegurar el suministro de chips en la Unión Europea, ha aprobado un plan integral que busca impulsar la producción, fomentar la innovación y establecer un mecanismo de emergencia para casos de escasez.
La legislación, ya acordada entre el Parlamento y el Consejo, tiene como objetivo crear un entorno favorable para la inversión en chips en Europa y ofrecer apoyo adicional a las pequeñas y medianas empresas en el ámbito del diseño de chips. Con una asignación de fondos significativa y medidas estratégicas, se espera abordar la escasez de competencias y garantizar la seguridad del suministro de semiconductores en la región.
La escasez global de semiconductores ha puesto de manifiesto la necesidad de que la Unión Europea refuerce su capacidad de producción y asegure el suministro de chips. Según un estudio reciente, Europa representa menos del 10% de la producción mundial de semiconductores, una cifra que se pretende incrementar hasta alcanzar el 20% con la implementación de este nuevo plan.
Una de las claves de esta legislación es la creación de un entorno favorable a la inversión en chips en Europa. Se acelerarán los procedimientos para obtener permisos, reconociendo la importancia estratégica de esta industria al otorgar el «estatuto de la máxima importancia nacional posible» a los proyectos relacionados con chips. Además, se destinarán 3.300 millones de euros a la investigación e innovación en este campo, con el objetivo de atraer inversiones y fomentar el desarrollo de la capacidad de producción.
Mecanismo de crisis para abordar los problemas de suministros
Para abordar los problemas de suministro de semiconductores, se establecerá un mecanismo de crisis. La Comisión Europea evaluará los riesgos para el suministro de chips en la UE y utilizará indicadores de alerta temprana en los Estados miembros para activar una alerta de escasez a nivel europeo.
Este mecanismo permitirá la aplicación de medidas de emergencia, como dar prioridad al suministro de productos especialmente afectados por la escasez o realizar compras comunes para los Estados miembros. Además, se implementará una herramienta de cartografía que ayudará a identificar posibles cuellos de botella en el suministro. Estas medidas se considerarán un último recurso en caso de crisis en el sector de los semiconductores.
La legislación también respalda la cooperación internacional y la protección de los derechos de propiedad intelectual en el ámbito de los chips. Esto busca garantizar ventajas competitivas para el sector de la UE y fortalecer su posición en el mercado global.
Además de abordar la escasez de chips, este plan también responde a las propuestas de los ciudadanos en la Conferencia sobre el Futuro de Europa. Promueve la expansión de la tecnología europea como una alternativa sólida a las contrapartes extranjeras, al tiempo que mejora la seguridad del suministro y la fabricación en Europa. Con más de 43.000 millones de euros de inversiones públicas y privadas movilizadas, la legislación establece medidas para gestionar proactivamente y responder rápidamente a futuras interrupciones de la cadena de suministro
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