El derecho a una vivienda digna y adecuada es un derecho humano internacionalmente reconocido que se encuentra dentro de la mayoría de las constituciones alrededor del mundo como derecho fundamental. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la vivienda saludable como aquella que fomenta un estado completo de bienestar físicos, mental y social, siendo las condiciones de vivienda inadecuadas uno de los principales impulsores de las desigualdades en la salud. La vivienda adecuada se evalúa comúnmente en función de la calidad de la vivienda, que abarca una amplia variedad de factores, incluyendo: el hacinamiento y seguridad en el hogar, la humedad y moho, temperatura, ventilación, aislamiento, calidad del aire interior, contaminación acústica, exposición a contaminantes e iluminación. Este último aspecto, la iluminación, aunque en muchas ocasiones no se ha tenido en cuenta, juega un papel fundamental en la calidad de una vivienda ya que tiene un gran potencial para impactar en la salud. La luz es fundamental para el rendimiento visual y la seguridad, y también desempeña un papel vital en la regulación de las funciones fisiológicas humanas.
Una nueva investigación realizada por científicos de la MRC Centre for Environment and Health del Imperial College London, ha realizado una revisión sistemática de la literatura científica en este campo con el objetivo de sintetizar la evidencia existente entre la iluminación en el hogar y la salud. Los resultados muestran como algunos tipos de iluminación en el hogar pueden afectar negativamente a la salud.
Investigando el impacto de la Iluminación en el hogar en nuestra salud
Mientras que ya se habían realizado un número limitado de revisiones sistemáticas para explorar el impacto de la iluminación en ancianos, los efectos de la luz natural o como afecta la luz artificial nocturna en ciertos entornos como los hogares de cuidado, faltaba una revisión sistemática que sintetizase la evidencia de los impactos en la salud de los diferentes tipos de iluminación en el hogar: luz natural, luz artificial y luz nocturna
Para llevar a cabo esta revisión los investigadores buscaron tres bases de datos (Embase, MEDLINE y Scopus) para encontrar literatura científica relevante utilizando los criterios de inclusión predefinidos. La estrategia de búsqueda combinó términos de búsqueda para la exposición a la luz, resultados de salud y entorno del estudio. Los datos extraídos se sintetizaron cualitativamente según el tipo de iluminación (luz natural, luz artificial y luz nocturna) y se estratificaron por amplios dominios de salud (salud física, mental y calidad del sueño). De los 4043 registros recuperados, 28 estudios cumplieron con los criterios de inclusión. Combinados, los estudios incluyeron un total de 965.056 participantes, con tamaños de muestra que oscilaban entre 17 y 932.341 participantes.
De los 28 estudios incluidos en la revisión, 25 observaron una asociación de la exposición a la iluminación en al menos un resultado de salud: 5 estudios investigaron la luz natural, 10 la luz artificial y 10 la luz nocturna.
Luz natural
En general, los estudios incluidos mostraron asociaciones positivas de la exposición a la luz natural y mejora de la salud en todos los ámbitos: físico, mental y sueño. Se ha encontrado que la luz natural adecuada en el hogar es protectora para varios resultados de la salud, incluyendo la depresión, lesiones, sueño, tuberculosis, etc. Estos hallazgos están en línea con estudios anteriores realizados en entornos distintos del hogar, incluidas residencias y hospitales. Por ejemplo, en las oficinas, la evidencia sugiere que los trabajadores con menos exposición a la luz solar tienen peor calidad de sueño autonotificada y estado de ánimo.
La revisión realizada también identificó los efectos protectores de la luz natural con respecto a las enfermedades infecciosas, posiblemente debido a la capacidad de la luz solar para matar bacterias. La luz ultravioleta podría actuar como un desinfectante natural, al debilitar y dañar las bacterias, causando mutaciones que limitan su capacidad de reproducirse y sobrevivir. Se ha encontrado que este efecto desinfectante persiste a través de la exposición indirecta a la luz solar a través del vidrio y las ventanas en los hogares.
Los principales descubrimiento de cada uno de los estudios analizados en este ámbito fueron los siguientes:
- La presencia de luz solar en la casa protege de tuberculosis. Rahayu, Indonesia. 2015
- Se ha observado que las personas que viven en casas con insuficiente exposición a la luz solar están más afectadas a la lepra. Kumar, India. 2001
- Los participantes que informan de que la luz natural en la vivienda es inadecuada son más propensos a sufrir caídas. Brown, Europa. 2011
- Se encontró una correlación negativa significativa entre el tiempo expuesto a la luz superior a 400 lx y las puntuaciones de depresión en ancianos. Ichimori, Japón. 2013
- Iluminación matutina moderadamente asociada con una mejora del estado de ánimo y el sueño. Youngstedt, EE.UU. 2004
Luz por la noche
Los efectos de la luz por la noche generalmente se asociaron consistentemente con los resultados de salud analizados. Los resultados mostraron que los altos niveles de luz interior por la noche se asociaron con resultados negativos para la salud (incluyendo trastornos del sueño y metabólicos como la obesidad, la diabetes y la dislipidemia).
A continuación, mostramos las principales conclusiones de los estudios analizados:
- El uso de lámparas fluorescentes se asocia con un aumento de la hipermetropía. No hubo asociación entre dormir con la luz encendida y la prevalencia de errores de refracción. Czepita, Polonia. 2004
- Aumento del riesgo de cáncer de mama para las mujeres que con frecuencia encienden las luces en casa durante las horas de sueño. O`Leary, EE.UU. 2006
- Asociación entre la luz artificial en la noche y la aterosclerosis. Se midió la intensidad de la luz nocturna en el dormitorio con el espesor íntimo-media (ITM) de la arteria carótida en 700 personas mayores. Los resultados sugirieron que la exposición a la iluminación artificial nocturna en entornos domésticos está significativamente asociada con la aterosclerosis carotídea en la población anciana. Obayashi, Japón. 2015
- La exposición a la iluminación artificial en la noche en un entorno doméstico no controlado se asocia con mayores índices de obesidad y dislipidemia, independientemente de los parámetros demográficos y socioeconómicos. Obayashi, Japón. 2013
- La exposición a la luz nocturna en entornos domésticos se asocia significativamente con un aumento de la presión arterial nocturna en personas mayores independientemente de la excreción urinaria de melatonina durante la noche. Obayashi, Japón. 2014
- En personas mayores se demuestra que la exposición a la luz nocturna en entornos domésticos se asociaron de forma significativa con la diabetes. Obayashi, Japón. 2014
- La luz ambiental mientras se duerme se relaciona con un factor estresante, ya que se asocia con la neuro excitación, la respiración desordenada del sueño y la irregularidad respiratoria en reposo. Yamauchi, 2014. Japón
- Los resultados sugieren que la exposición a la luz artificial nocturna en entornos domésticos se asocia significativamente con síntomas depresivos en la población anciana en general. El riesgo de depresión se puede reducir manteniendo oscuro el dormitorio nocturno. Obayashi, Japón. 2013
- La exposición a luz artificial nocturna en entornos domésticos se asoció de forma independiente con el riesgos de depresión en una población general de edad avanzada. Obayashi, Japón. 2018
- Se demuestra que la exposición a luz artificial nocturna en entornos domésticos está significativamente asociada con la calidad del sueño media de forma objetiva en una población anciana. Obayashi, Japón. 2014
- La exposición a la luz nocturna en el entorno doméstico perturba el inicio del sueño en los ancianos. Obayashi, Japón. 2014
La mayoría de la evidencia vienen de los estudios realizados por Obayashi en Japón. Los resultados mostraron consistentemente que los altos niveles de luz interior por la noche se asociaron con resultados negativos para la salud (incluyendo trastornos del sueño y metabólicos como la obesidad, la diabetes y la dislipidemia). Los estudios realizados fueron de buena calidad con una metodología rigurosa, que incluye medidas objetivas de intensidad de luz nocturna y dormitorio con un medidor de luz. Aunque estos resultados se limitan a una subpoblación de ancianos japoneses que viven en casa, están en línea con los resultados de otra investigación, donde se revisaron los efectos de la luz artificial en la noche en toda la población general e identificaron que la exposición crónica a la luz nocturna podría afectar negativamente el sueño y otras funciones fisiológicas. Está investigación, sin embargo, incorporó estudios que utilizan imágenes satelitales para medir el nivel de luz nocturna al aire libre. Los estudios que utilizan este método de medición no fueron elegibles para su inclusión en esta revisión sistemática ya que carece de consideración para los factores de nivel individuales, como las prácticas de cobertura de ventanas con persianas y la ubicación del dormitorio en relación con las farolas, y como tal no siempre es confiable para representar la exposición de un individuo a la luz dentro del hogar.
Sin embargo, todavía hay más estudios disponibles que apoyan el impacto negativo de la luz por la noche dentro del hogar en la salud y el sueño en particular. Existe una clara explicación biológica para esta asociación. La luz brillante durante la noche es inoportuna, causando efectos disruptivos en el ritmo circadiano, a través de la supresión de la melatonina y posteriormente afectando el sueño y otros procesos metabólicos.
Luz artificial
Los estudios incluidos en la categoría de luz artificial utilizaron una amplia gama de métodos para medir la exposición a la iluminación artificial. Los métodos variaban desde fuentes de iluminación artificial (por ejemplo, a base de combustible, electricidad y solar), diferentes equipos de iluminación eléctrica, (bombillas, LEDs…) y la adecuación de la iluminación disponible y los ajustes de iluminación eléctrica disponible, todo lo cual mostró un impacto en la salud.
Los principales descubrimiento de cada uno de los estudios analizados en este ámbito fueron los siguientes:
- Se encontraron mejores resultados en la salud, seguridad, menos incidencias de tos al instalar sistemas solares domésticos en hogares pobres sin acceso a la red eléctrica. Asimismo, se informó de una eliminación casi completa de incendios y quemaduras con respecto a las fuentes de iluminación. Chen, Uganda. 2017
- Se encontró un marcado efecto en la calidad de vida de personas con discapacidad visual al mejorar las condiciones de iluminación en el hogar, después de que se hicieran ajustes de luz en la cocina, el pasillo y el baño. Brunnstrom, Suecia. 2004
- Los resultados sugieren que una mejora de la calidad de la iluminación interior mejora la calidad de vida y un envejecimiento saludable, en personas mayores de 77 años. Falkenberg, Noruega. 2019
- Se investigó la asociación entre la exposición al humo de combustibles de biomasa y la tuberculosis, en entornos rurales de la zona de Sidama en el sur de Etiopía. No se encontraron evidencias de una asociación entre el uso de combustible de biomasa y la tuberculosis. Woldesemayat, Etiopia. 2014
- Factores de riesgos ambientales relacionados con el uso de lámparas de queroseno, contaminación por combustible de biomasa y la falta de ventilación, se relacionan con infecciones agudas del tracto respiratorio inferior. Savitha, India. 2007
- El queroseno y otras fuentes de iluminación tienen un nivel más alto para el desarrollo de infecciones respiratorias agudas en comparación con la iluminación eléctrica y solar. Patel, India. 2019
- El uso de una lámpara de queroseno tradicional (kupi bati) aumentó el riesgo de quemaduras. Mashreky, Bangladesh. 2010
- Mala iluminación doméstica asociada con lesiones en el hogar. Camilloni, Italia. 2011
- Relación entre una adecuada iluminación en las escaleras y la reducción del riesgo de caídas entre los ancianos de una comunidad urbana en Beijing. Shi, China. 2014
- Se observó cómo los participantes en el estudio con poca iluminación en las escaleras tuvieron una mayor probabilidad de caer. El estudio examinó los factores relacionados con las caídas entre personas de edad avanzada que viven en el sur rural de Illinois. Isberner, EE.UU. 1998
- El uso de lámparas fluorescentes se asocia con un aumento de la hipermetropía. No hubo asociación entre dormir con la luz encendida y la prevalencia de errores de refracción. Czepita, Polonia. 2004
- La iluminación enriquecida con azul produjo algunos efectos positivos (aumento de la actividad diurna, reducción de la ansiedad) y negativos (aumento de la actividad nocturna, reducción de la eficiencia y calidad del sueño) en las personas mayores. Hopskins, Reino Unido. 2017
- Identificación de los factores ambientales que afectan al sueño en época de verano en Japón. En comparación con la iluminación LED, las bombillas incandescentes fueron factores de riesgo para la calidad variable del sueño. Kayaba, Japón. 2014
Hay evidencia clara de que el uso de fuentes de luz a base de combustibles afecta negativamente a la salud. En el mundo en desarrollo, 860 millones de personas carecen de acceso a la electricidad , ya que dicha iluminación basada en combustible es el método común para iluminar el hogar. La revisión incluyó cinco estudios que evaluaron la iluminación basada en combustibles. De ellos, cuatro mostraron que las personas que usan iluminación a base de combustible en comparación con la iluminación eléctrica o solar tienen más probabilidades de sufrir enfermedades respiratorias y quemaduras. Los estudios han demostrado que las opciones de iluminación interior basadas en combustible contribuyen significativamente al nivel de contaminación del aire interior. La iluminación basada en combustible libera partículas, compuestos orgánicos volátiles y otros contaminantes dañinos cuando se queman, y la inhalación de estas partículas en los pulmones resulta en enfermedades respiratorias como infecciones pulmonares respiratorias agudas y cáncer de pulmón, especialmente en hogares con mala ventilación.
Asimismo, las quemaduras son una de las principales causas de lesiones no mortales en niños. El uso de fuentes de iluminación a base de combustible puede resultar en lesiones por quemaduras, por ejemplo, a través de lámparas de queroseno volcadas, con una proporción significativa de quemaduras que ocurren entre los niños.
Los hallazgos de esta meta análisis vienen a reforzar las evidencias de cómo algunos tipos de iluminación en el hogar pueden afectar negativamente a la salud. Mientras que las actuales políticas relativas a la iluminación en el hogar tiene que ver con el ahorro energético y la eficiencia energética, sería necesario el desarrollo de normas y reglamentaciones que evaluaran e hicieran un mayor énfasis en los impactos fisiológicos de la iluminación en los hogares. Si bien es cierto que se necesita de una mayor evidencia científica para clarificar todos los posibles efectos, esta claro que hay una intersección entre la iluminación y la salud y, como tal, se debería tener en cuenta la salud al construir y diseñar viviendas.
En espera de que la evidencia científica vaya construyendo una base firme para el desarrollo de políticas en este ámbito, los investigadores han querido indicar una serie de medidas sencillas para garantizar unas condiciones óptimas de iluminación en el hogar, alentando las siguientes acciones:
- mantener las cortinas abiertas durante el días para permitir la entrada de luz natural en el hogar
- mejorar la iluminación en aquellos zonas de tránsito, particularmente alrededor de las escaleras
- dormir en una habitación con oscuridad total o con una máscara en los ojos
- Además, se deben considerar alternativas seguras y saludables a la iluminación basada en combustible, como los sistemas eléctricos fuera de la red (por ejemplo, la energía solar) en entornos sin acceso a la electricidad.
Artículo elaborado a partir del Paper: “Lighting in the Home and Health: A Systematic Review. Oluwapelumi Osibona, Bethlehem D. Solomon, Daniela Fecht. 2021