La esquizofrenia, un trastorno psiquiátrico complejo, se asocia frecuentemente con trastornos del sueño y del ritmo circadiano, afectando significativamente la calidad de vida y el manejo clínico de los pacientes. Tradicionalmente, las intervenciones para estos trastornos han sido farmacológicas, pero estudios recientes sugieren que las terapias de iluminación circadiana podrían ofrecer beneficios sustanciales sin los efectos secundarios asociados a los medicamentos.
Un estudio prospectivo de cohorte realizado en el Instituto de Enfermería Psiquiátrica Wizcare en Taiwán, y cuyos resultados fueron publicado en Brain and Behavior, analizaron los efectos de un sistema de Iluminación circadiana en los pacientes hospitalizados con esquizofrenia.
Los resultados muestran cómo este tipo de iluminación, es una intervención realmente prometedora para mejorar los resultados psiquiátricos en la esquizofrenia, mejorando de forma significativa la sincronización del ritmo circadiano, la función cognitiva y la reducción de los síntomas de psicopatología en pacientes hospitalizados con esquizofrenia.
Trastornos del sueño y esquizofrenia
Los trastornos del sueño y del ritmo circadiano afectan hasta al 80% de las personas con esquizofrenia, deteriorando la cognición y disminuyendo la calidad de vida de estos pacientes. Además, estos trastornos están vinculados con problemas de salud más amplios, como enfermedades cardiometabólicas y aislamiento social.
Las «cronoterapias», que utilizan la luz para mejorar la función cognitiva y la calidad del sueño, han mostrado eficacia en trastornos psiquiátricos, aunque su aplicación en entornos clínicos, particularmente para la esquizofrenia, es limitada.
Esta nueva investigación se ha puesto como objetivo investigar los beneficios de un sistema de iluminación dinámica diseñado para imitar los patrones de luz natural, regulando así los ritmos circadianos en pacientes con esquizofrenia.
Materiales y métodos
El estudio se llevó a cabo en el Instituto de Enfermería Psiquiátrica Wizcare en Taiwán, donde se instaló un sistema de iluminación circadiana en las habitaciones de pacientes diagnosticados con esquizofrenia.
En concreto, fueron veinte pacientes los que fueron monitorizados durante 10 semanas, evaluando sus condiciones psicopatológicas y funciones cognitivas antes y después de la intervención lumínica mediante la Escala de Calificación Psiquiátrica Breve (BPRS, por sus siglas en inglés) y el Examen del Estado Mental (Mini-Mental State Examination- MMSE).
Inicialmente, los participantes del estudio fueron expuestos a condiciones de iluminación estándar con lámparas fluorescentes de 5400 K y un nivel de iluminación de 200 lux por un período mínimo de seis meses. En la tercera semana del estudio, se realizó una transición a un entorno de iluminación circadiana, que ajustaba la temperatura de color y la intensidad lumínica desde la mañana hasta la noche (6:30–21:00 h). Este sistema estaba diseñado para mejorar la salud circadiana, incrementando la exposición a la luz blanca brillante por la mañana y reduciendo la intensidad de luz y la luz azul hacia la noche.

La intervención consistió en una iluminación dinámica que comenzaba con 2000 K y 14 lux en la mañana, aumentaba a 4000 K y 130 lux al mediodía, y regresaba a 2000 K y 14 lux por la noche, culminando en un apagón total durante la noche para simular la oscuridad natural. Las habitaciones, todas idénticas en tamaño y disposición, contaban con ventanas orientadas al este para maximizar la exposición a la luz solar matutina. La precisión de las condiciones de iluminación se verificó mediante un espectrómetro portátil que medía la iluminancia, la temperatura del color y la distribución espectral, asegurando una representación exacta del ambiente lumínico experimentado por los pacientes.

Resultados obtenidos
Como ya comentamos, el impacto de la intervención de la iluminación circadiana en las medidas psicopatológicas se evaluó utilizando la escala BPRS. Se observó una mejora notable en las puntuaciones totales de BPRS desde las evaluaciones iniciales hasta las posteriores con mejoras significativas que indican la eficacia de la intervención. En particular, las participantes femeninas mostraron mejoras sustanciales en las puntuaciones de BPRS.
Por otro lado, la función cognitiva, evaluada a través del examen MMSE, reveló que los participantes masculinos obtuvieron ganancias significativas en este ámbito. Estos resultados subrayan las diferencias de respuestas a la iluminación circadiana según el sexo, donde las mujeres parecen mostrar mayores mejores psicopatológicas y hombres unas respuestas cognitivas mejoradas.
Implicaciones prácticas
La terapia de luz, gracias a su adaptabilidad, resulta idónea para entornos tanto hospitalarios como ambulatorios. En los hospitales, los sistemas de iluminación integrados que simulan la luz natural son especialmente valiosos para pacientes con síntomas severos o que requieren atención continua. Para los pacientes ambulatorios, los dispositivos de luz portátiles permiten integrar la terapia con las rutinas diarias y horarios personales, lo que mejora la adherencia y practicidad del tratamiento.
Además, se ha observado que las diferencias de género influyen significativamente en la respuesta a la terapia, con mujeres mostrando mejoras más notables en los síntomas negativos. Este resultado sugiere que la terapia de luz podría ser especialmente beneficiosa para pacientes femeninas o aquellas con síntomas afectivos elevados. Por ello, se recomienda que los médicos personalicen los parámetros de la terapia de luz —como la intensidad y la duración— para adaptarlos a las características individuales de cada paciente, considerando factores como el sexo, la severidad de los síntomas y las particularidades de las interrupciones circadianas.
Limitaciones y futuros desarrollos
Sin embargo, el estudio también tiene limitaciones que deben ser reconocidas. Tal como detallan los investigadores, una omisión importante fue la falta de una evaluación sistemática y la notificación de posibles efectos adversos, como síntomas maníacos, insomnio e irritación ocular, aspectos especialmente relevantes en una población psiquiátrica sensible a cambios ambientales. Además, el reducido tamaño de la muestra, los desafíos de llevar a cabo investigaciones en un entorno de hospitalización compartido y la ausencia de un grupo de control, pueden debilitar la robustez de las conclusiones.
A pesar de ello, este estudio de prueba de concepto ofrece información realmente valiosa sobre el potencial terapéutico de la iluminación circadiana en el tratamiento de la esquizofrenia, resaltando la necesidad de más investigaciones que exploren entornos y configuraciones óptimos para maximizar los beneficios en variadas poblaciones de pacientes.
El estudio demuestra la eficacia de los sistemas de iluminación circadiana para mejorar los síntomas psiquiátricos en pacientes hospitalizados con esquizofrenia, destacando el potencial de la iluminación circadiana en la atención psiquiátrica. Aunque centrado en entornos hospitalarios, futuras investigaciones deberían evaluar la adaptabilidad de estas intervenciones en entornos ambulatorios y refinar su aplicación para un uso más extenso.
Puede acceder al paper completo de la investigación a través del siguiente enlace:
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/brb3.70003
Artículo elaborado a partir del paper: ‘Circadian lighting effect for inpatients with schizophrenia: A prospective cohort study’, 2024.
Imagenes: Freepik-Unsplash. Imágenes procedentes de bancos de recursos no pertenecientes a la investigación.