Está claro que la respuestas de la fauna silvestre a la luz artificial nocturna varía según las especies, estaciones y los tipos de luz. En un estudio dirigido por el Leibniz Institute for Zoo and Wildlife Research (Leibniz-IZW) arroja nueva luz sobre la forma exacta en que el alumbrado público que emite y no emite radiación ultravioleta (UV) influye en la actividad de los murciélagos en el área metropolitana de Berlín. Además, se evalúa si los árboles y su cubierta arbórea, podría mitigar de algún modo los efectos de la contaminación lumínica.
Los animales nocturnos se ven afectados en diferentes grados y de distinta forma por la contaminación lumínica generada por el alumbrado público de las ciudades. En el caso de los murciélagos, su respuesta a la contaminación lumínica es compleja. “Observamos una mayor actividad de dos especies de murciélagos, el Pipistrellus común y el Pipistrellus de Nathusii, en áreas con un elevado número de puntos de luz que emiten en el rango ultravioleta. Una explicación para ello es que estas especies ‘oportunistas’ pueden alimentarse de insectos que son atraídos por estas fuentes de luz emisoras de UV. Sin embargo, todas las demás especies eran menos activas e incluso repelidas por el alumbrado, independientemente de si la luz emitía contenido UV”, explica Tanja Straka, científica del Departamento de Ecología Evolutiva de la IZW y primera autora del estudio que ha sido publicado en la revista científica “Frontiers in Ecology and Evolution”.
La novedad de este estudio radica en que estos efectos se consideran en relación con la cubierta arbórea. Los árboles no sólo proporcionan a los murciélagos un refugio durante el día, sino que también pueden proporcionar sombra a los murciélagos en las zonas iluminadas. “Nuestro objetivo era determinar si la cubierta arbórea influye en la respuesta de los murciélagos a la luz artificial y cómo lo hace”, dice Straka.
El equipo descubrió que la respuesta de los murciélagos a la luz artificial se intensificó en las zonas con elevada cubierta arbórea. Por ejemplo, la atracción del Pipistrellus pipistrellus a la luz UV era mayor cuando había muchos árboles presentes, probablemente porque la luz UV atrae a los insectos de la vegetación. Por otra parte, para los murciélagos orejudos (Myotis spp.) se registró una menor frecuencia en zonas con elevado número de farolas (independientemente de su emisión de radiación UV) y muchos árboles. Estos murciélagos parecen ser particularmente sensibles a la luz y evitan las zonas iluminadas incluso cuando estas están llenas de árboles y arbustos.
El equipo también descubrió que los murciélagos insectívoros de altos vuelos eran más activos en zonas en la que la emisión de luz de las farolas LED se veía amortiguada por una alta cobertura de árboles que en zonas con muchas farolas LED, y sin árboles. “Las luces LED no atraen un gran número de insectos y, por lo tanto, no son atractivas como zonas de alimentación para los murciélagos de alto vuelo; incluso podrían ser repelidos por el exceso de luz de las puntos de luz LED. La cubierta de los árboles parecen reducir estos excesos de luz, lo que permite que estos murciélagos puedan volar bajo su sombra”, explica Straka.
Los resultados se basan en el análisis de más de 11.000 ‘llamadas’ de murciélagos grabadas durante 3 meses en 22 ubicaciones de la ciudad de Berlín. Las llamadas de los murciélagos se identificaron por especies, calculando su actividad y el lugar donde se producía. Estos datos se compararon con las características del paisaje, como la cubierta arbórea y la intensidad de la contaminación lumínica estimada por teleobservación (es decir, datos basados en satélites). Además, para estimar el nivel de contaminación lumínica en la zona de estudio se utilizó la ubicación exacta de las farolas y la información sobre la emisión de luz ultravioleta.
“La conclusión es que para los murciélagos la relación entre la luz artificial y la vegetación es compleja y varía según las especies, pero de forma general esta luz artificial tiene consecuencias negativas para los murciélagos. Incluso para aquellas especies que pueden cazar alrededor de las farolas de forma oportunista sufrirán a largo plazo el constante número de insectos que mueren en las farolas. Los árboles son importantes para los murciélagos urbanos, no sólo como refugio sino también como fuente de insectos. Por lo tanto, debe evitarse la luz artificial en los hábitats con muchos árboles. Añadir árboles en zonas muy iluminadas o apagar las luces cuando la zona no se utiliza podría contribuir sustancialmente a la conservación de los murciélagos y posiblemente también de otros animales salvajes nocturnos, porque los árboles proporcionan la sombra y el refugio que los murciélagos necesitan urgentemente”, concluye Christian Voigt, el Jefe del Departamento.
Créditos de imagen: Christian Giese