El Museo Yves Saint Laurent de Marrackech se presenta como una joya de la arquitectura museística contemporánea. En el interior del monolítico edificio de ladrillo de Studio KO, el visitante se ve sorprendido por un concepto de exposición dramático con referencias al teatro y a la escenografía. En una Black Box (caja negra) transitable, la luminotecnia LED de ERCO permite que florezcan los colores y las texturas de icónicos modelos de alta costura de Yves Saint Laurent.
En el exterior reina un calor abrasador bajo el sol norteafricano, que ya a primera hora de la mañana otorga una coloración roja rosácea a la fachada de ladrillo del nuevo edificio del museo en la Rue Yves Saint Laurent. Marrakech, en el sudoeste de Marruecos, es famosa por sus casas enlucidas en todas las tonalidades de rosa, rojo y terracota. El exterior del alargado complejo de edificios bajos del Museo Yves Saint Laurent, con su zócalo de terrazo y la primorosa fachada de ladrillo, respeta esta característica paleta de colores y también la tradición arquitectónica árabe de proteger el interior de la calle. Los arquitectos de Studio KO celebran, en la fachada dotada de relieve, el complejo juego de luces y sombras bajo el sol meridional.
El interior alberga una sala de exposición completamente negra: una «Black Box» para las obras clave del genio creativo Yves Saint Laurent. Y un concepto escenográfico que exalta la opulencia y variedad de los diseños de alta costura del creador fallecido en 2008, considerado uno de los modistas más influyentes del siglo XX. Cincuenta vestidos seleccionados e iluminados de forma expresiva, salen al encuentro del visitante desde la más absoluta oscuridad, sobre maniquíes con apariencia de protagonistas de una pieza teatral.
La sala de exposición permanente del museo es obra del arquitecto y escenógrafo francés Christophe Martin. Por encargo de Pierre Bergé y del propio Yves Saint Laurent, en 2005 diseñó su exposición «le smoking», dedicada al primer y famoso traje pantalón femenino. A este le siguieron otros 15 proyectos en los que todos ellos colaboraron estrechamente. La exposición en el Museo Yves Saint Laurent de Marrakech permite adentrarse en la vida y la obra del modista, quien en 1966 llegó por primera vez a Marruecos junto con su pareja y socio Pierre Bergé y decidió espontáneamente adquirir una casa en el país. La «ciudad roja» se convirtió en su segundo hogar junto a París, y también en su principal fuente de inspiración. Christophe Martin tenía claro que no quería escenificar una retrospectiva clásica. Más bien compara el recorrido por la sala de exposición principal mantenida íntegramente en negro con un viaje por la mente y el alma del genio creativo, y combina de manera ejemplar modelos iconográficos seleccionados de cuatro décadas de creación (1961-2002) con joyas y complementos para crear una muestra opulenta, colorida y polifacética. Por motivos de conservación, a intervalos regulares y periódicos, se renuevan los modelos de alta costura procedentes de la colección de la Fondation Pierre Bergé, que abarca más de 3000 piezas. De este modo se reduce el tiempo de exposición a la luz y a la mirada del público, de las maravillas de filigrana; evitando así su deterioro. La elección de la iluminación LED también obedeció a criterios de conservación. Akari-Lisa Ishii, la diseñadora de iluminación que trasladó a herramientas de iluminación LED de ERCO el concepto escenográfico de Christophe Martin, lo explica así: «Los LED apenas generan radiación térmica y UV, un aspecto muy importante para la iluminación de tejidos delicados y sumamente valiosos».
Las piezas expuestas, iluminadas nítidamente mediante proyectores de contornos Optec crean una explosión de color en la Black Box
Al acceder al vestíbulo del museo desde la calle, por el angosto corredor entre los muros de ladrillo y el soleado patio de entrada (con el logotipo de YSL tan alto como una persona y que tras el crepúsculo es escenificado expresivamente por dos proyectores Beamer), el visitante es conducido a mano derecha hacia la sala de exposición principal.
Allí le recibe en un primer momento la oscuridad más absoluta. «Este contraste entre claro y oscuro, entre exterior e interior, era un elemento clave del diseño de este espacio», explica Christophe Martin. «Desligado del entorno y de la hora del día, el visitante se encuentra aquí en un universo completamente distinto; en el mundo de Yves Saint Laurent.» Como punto de atracción visual, en la entrada, el famoso «vestido Mondrian» de 1965, acentuado por dos proyectores de contornos LED Optec, parece flotar, desde la oscuridad, hacia el visitante. Con su colorido y geometría, el vestido introduce un signo de exclamación en la Black Box. Los cincuenta modelos expuestos sobre maniquíes están agrupados en ámbitos temáticos que ilustran los principales motivos de la obra de Saint Laurent. La iluminación de acento mediante proyectores de contornos LED Optec realzan con nitidez y plasticidad las texturas, los bordados, los volantes y las capas de tejido drapeadas de las creaciones, incluso de los vestidos negros sobre fondo negro.
Este tipo de iluminación, que otorga un toque dramático a la escenificación, delata la proximidad de Christophe Martin con el teatro. Tras sus estudios de arquitectura, durante 12 años colaboró estrechamente con el prestigioso realizador, autor teatral y videoartista estadounidense Robert Wilson en escenografías para la ópera y el teatro. Un elevado confort visual reviste una importancia extraordinaria tanto para los visitantes de la ópera y del teatro como para los de un museo. La precisa luminotecnia LED de ERCO posibilita este elevado confort visual dentro de la exposición y evita cualquier deslumbramiento de los visitantes del museo. «A mi juicio, la luz es el elemento más importante de toda escenografía», explica Christophe Martin.
Créditos de Imágenes: ©ERCO GmbH, www.erco.com, fotografía: Christian Schaulin