La iluminación de la Sagrada Familia se está convirtiendo en todo un signo de identidad de la ciudad de Barcelona. A finales del año pasado se culminaban las cuatro torres de los evangelistas iluminando por primera vez todos las figuras que las coronan. Para este 2024, el emblemático templo no solo brillará por su arquitectura, sino también por su compromiso con causas humanitarias, utilizando su fachada del Nacimiento como un lienzo de luz y color en apoyo a diversas campañas solidarias.
En concreto, durante el año 2024 hasta en tres ocasiones la iluminación de la fachada del Nacimiento se cambiará para dar visibilidad a divisas iniciativas solidarias.
La primera ‘iluminación solidaria’ está programada para el 24 de mayo, donde la fachada se llenará de naranja en apoyo a la campaña “Ilumina de Naranja por la Epilepsia”, que impulsa la Asociación Nacional de Personas con Epilepsia – ANPE con motivo del Día Nacional de la Epilepsia.
La segunda iluminación está prevista para el 10 de octubre, día en el que se celebra el Día Mundial de la Visión. Una iniciativa que cuenta con el apoyo de la Fundación Ojos del mundo, una organización sin ánimo de lucro que lucha contra la ceguera evitable.
La última de las iluminaciones tendrá lugar el 14 de noviembre, Día Mundial de la Diabetes, y en esta ocasión se podrá ver la fachada iluminada de color azul, gracias a la Asociación Ayuda en la Investigación de la Diabetes.
Finalmente, y aunque estrictamente no se trata de una ‘acción iluminada’, la Sagrada Familia participará en la Hora del Planeta el próximo día 23 de marzo con el apagón total de la fachada del Nacimiento y de la estrella de la torre de la Virgen María entre las 20:30 y las 21:30. La Sagrada se suma así, un año más, a uno de los movimientos ambientales más grandes del mundo y que moviliza a millones de personas, empresas e instituciones en más de 200 países.
Con todo ello, y más allá de la tecnología y la sostenibilidad, la iluminación de la Sagrada Familia cumple así una función social crucial. Al iluminar su fachada para apoyar estas causas, la basílica no solo crea conciencia, sino que también ofrece un punto de encuentro simbólico para la comunidad. La iluminación se convierte en un lenguaje visual que trasciende las barreras culturales y lingüísticas, comunicando un mensaje de solidaridad y esperanza.
Imágen de portada: Basílica de la Sagrada Familia