Austria está ampliando su red de carriles bici, incluso entre regiones. En la ciudad de Dornbirn, un nuevo tramo compartido para peatones y ciclistas, que se extiende desde la estación de Haselstauden hasta las afueras del núcleo urbano, ha sido renovado e incorporado a la red con un sistema de iluminación solar de última generación. Esta solución, completamente autónoma y sin cableado, se gestiona de forma inalámbrica mediante el sistema basicDIM Wireless desarrollado por Tridonic.
Este tramo de 500 metros forma parte de una de las nuevas rutas ciclistas rápidas interregionales que conectan las localidades de Dornbirn, Schwarzach y Bregenz, y ha sido dotado por primera vez de una iluminación específica para los caminos segregados de ciclistas y peatones. Dado que no existía infraestructura eléctrica previa y se pretendía evitar la intervención mediante obra civil, la solución adoptada ha consistido en el uso de luminarias solares con control distribuido, diseñadas para operar en red sin cables, empleando dispositivos de detección y gestión inteligente de la luz.
Un sistema autónomo sin cableado
La principal complejidad técnica del proyecto radicaba en implementar un sistema de alumbrado público sin ninguna línea de alimentación o de datos entre los puntos de luz. Cada uno de los 28 mástiles instalados está alimentado por un panel solar individual, conectado a un sistema de baterías recargables, y equipado con sensores de presencia y controladores inalámbricos integrados. Estos nodos forman una red distribuida en la que las luminarias se comunican entre sí mediante tecnología Bluetooth, gracias al sistema basicDIM Wireless, desarrollado por Tridonic.
La solución implementada permite controlar la iluminación de forma autónoma, respondiendo a las condiciones ambientales y al movimiento de personas, sin necesidad de una unidad central de control ni de conexión física entre luminarias. Esto ha sido posible mediante la integración de módulos OTD basicDIM Wireless y sensores PIR conectados mediante interfaces estándar Zhaga. Cada mástil incorpora tanto el sensor como el nodo de control, lo que permite gestionar la iluminación de forma individual o coordinada con el resto del sistema.
“Gracias a la conexión flexible de los mástiles de iluminación individuales a través de Bluetooth y al amplio equipamiento de los módulos basicDIM Wireless, pudimos cumplir con todos los requerimientos de iluminación sin tener que instalar nuevos cables bajo tierra. La iluminación se puso en marcha en tiempo récord”, detalla Stefan Nachbaur, director de proyectos de Tridonic.
Control adaptativo basado en sensores y ritmo circadiano
El sistema de control está diseñado para optimizar el consumo energético y reducir el impacto ambiental, sin comprometer la visibilidad ni la seguridad de los usuarios. Para ello, emplea un doble mecanismo de detección y ajuste: sensores de luminosidad ambiental y sensores de movimiento por infrarrojos pasivos (PIR).
Durante el día, los sensores de luz mantienen la iluminación en niveles mínimos o la apagan completamente. A medida que disminuye la luz natural —al anochecer o en días nublados— el sistema ajusta gradualmente el nivel de brillo para ofrecer condiciones visuales óptimas sin sobreiluminación. De noche, la presencia de peatones o ciclistas activa automáticamente la iluminación de los tramos adyacentes, gracias a una lógica de detección anticipada (“iluminación un paso por delante”) que aumenta la seguridad percibida y real en los desplazamientos.
Esta estrategia de control dinámico permite adaptar la iluminación en tiempo real según la ocupación del espacio, lo que minimiza tanto el consumo energético como la emisión lumínica innecesaria. Además, el sistema modula la temperatura de color en función de la hora del día: una luz más fría durante el día y más cálida por la noche, con el objetivo de reducir la atracción de insectos y mitigar el impacto sobre la fauna y los ritmos biológicos de los usuarios.
Imágenes: Tridonic