El nuevo Museo Nacional de Oslo abrirá sus puertas este mes de junio para exponer la mayor y más valiosa colección de arte del país nórdico. Por primera vez, se reúne en un solo lugar la más extensa colección de arte noruego clásico, moderno y contemporáneo, así como de arquitectura y diseño, convirtiéndose en una de las principales atracciones turísticas y culturales de la capital Noruega.
El edificio, diseñado por el arquitecto Klaus Schuwerk (Kleihues + Schuwerk), se sitúa a lo largo del pintoresco puerto de Oslo, donde el denominado como ‘Light Hall’ situado en la parte superior del nuevo Museo Nacional es a la vez, un símbolo y un hito de este nuevo e importante edificio cultural.
Basándose en el trabajo realizado por el arquitecto y los diseñadores de iluminación, Zumtobel participó en el proyecto con el desarrolló y suministró la iluminación interior y exterior del edificio del museo, incluidos los espacios públicos que lo rodean.
Un espacio museístico de categoría mundial
Encargado por Statsbygg, la Dirección de Construcción y Propiedad Pública de Noruega, el nuevo Museo Nacional de Oslo es un edificio museístico de categoría mundial. Para su construcción se seleccionarán materiales sólidos y de alta calidad para dar forma a los más de 54.000 metros cuadrados de superficie bruta que tiene el edificio.
Por ejemplo, la fachada y amplias zonas del interior se revistieron de pizarra noruega con un corte personalizado para todas y cada una de las pizarras del proyecto. El Light Hall , en la parte superior, está formada por capas de vidrio y mármol retroiluminadas.
Los suelos de las salas de exposición son de roble alemán de 300 años de antigüedad. Los marcos de las ventanas, así como muchos otros detalles, son de bronce, que junto con los paneles de pared de roble ahumado pueden verse en todo el edificio del museo.
Concepto de iluminación
La iluminación del edificio debía ser tan sofisticada como los materiales de construcción. “Ya en 2014 empezamos a prepararnos para este gran proyecto. Como proveedor global, involucramos a varios subcontratistas para cumplir con las exigentes especificaciones. Gracias al Atelier of Light, nuestro departamento de diseño personalizado y productos especiales, pudimos hacer realidad las innovadoras ideas del arquitecto y los diseñadores de iluminación”, explica Mariann Lange Heian, directora de proyectos del Grupo Zumtobel.
En este tipo de proyectos, es especialmente importante implicar y coordinar todas las disciplinas en una fase temprana para preparar una solución de iluminación a medida. Zumtobel no sólo colaboró estrechamente con los diseñadores de iluminación de Rambøll – Per Øyvind Løbach y Kathrine Hjelmeset, sino también con el arquitecto principal Klaus Schuwerk de Kleihues + Schuwerk.
Entre los aspectos más destacados del concepto de iluminación planificado por Rambøll e implementado por Zumtobel se encuentran los lucernarios de las salas de exposición. Además, el Light Hall de vidrio de mármol, que es visible desde largas distancias en la parte superior del museo, se ha realizado en una superficie de 2.400 metros cuadrados y con una altura interior de siete metros.
Luz, acústica y espacio
Los tragaluces artificiales de las salas de exposiciones se basan en el techo luminoso CIELUMA de Zumtobel, desarrollados en estrecha colaboración con expertos en acústica. Además de sus propiedades de emisión de luz y su amplia gama de opciones de diseño, CIELUMA también tiene un efecto de absorción del sonido, creando una conexión natural entre luz, acústica y espacio.
El techo de luz que atraviesa la sala actúa como un dosel de luz sobre las cabezas de los visitantes del museo. De acuerdo con el concepto de Doble Iluminación Dinámica, aporta una luz dinámica y activadora al interior de la sala.
“Ya habíamos elaborado una solución para otro museo utilizando textiles semitransparentes y cajas de distintos tamaños. Tras una reunión con diseñadores de iluminación, arquitectos y el responsable de acústica, se presentaron los planos técnicos y se construyó una maqueta en la sede de Zumtobel en Dornbirn”, explica la directora del proyecto, Mariann Lange Heian.
Luces de vidrio y marmol
Un punto culminante de la instalación de iluminación y del propio nuevo Museo, es el Light Hall situado en la parte superior del edificio. Los pequeños rectángulos del llamado cristal de mármol crean una luz translúcida y mágica. El resultado es un espacio muy emocionante tanto para los artistas como para el público, claramente diferente de los espacios de exposición convencionales.
“La fachada de doble cristal iluminará tanto el exterior como el interior. Consiste en una fina capa de mármol de 4 milímetros de grosor entre dos capas de vidrio. Además, entre las paredes dobles hay unas 9.000 fuentes de luz LEDWhite FLEX de Tridonic, regulables y sintonizables, de alta eficiencia energética. Estas permitan crear el juego de luces que queríamos, sumergiendo el entorno en una luz tenue y haciendo que el museo destaque en el paisaje urbano”, detalla Lange Heian.
Con un sistema de láminas integrado, el Light Hall puede oscurecerse completamente si se desea. En el interior de la sala, se ha añadido una marquesina textil con huecos para focos y downlights.
Una luz para el interior y el exterior
Además de las zonas de exposición propiamente dichas, la solución de iluminación multicapa de Zumtobel incluye también todas las zonas públicas, las salas multimedia, las bibliotecas, las salas de control, las oficinas, el almacén de arte, los ascensores, la sala de arte infantil, el vestíbulo, el restaurante y la cocina, la tienda, las salas de conferencias, las escaleras, las fachadas y las zonas exteriores.
MIREL en el sistema de fila continua TECTON y las lámparas de luz diurna garantizan unas condiciones de iluminación óptimas en el conservatorio. Los alrededores del nuevo edificio del museo también están equipados con soluciones de iluminación de la cartera del Grupo Zumtobel: “Se trata de alumbrado público de nuestra empresa hermana Thorn, montado en poste y suspendido en catenaria”, describe Mariann Lange Heian.
Fuente de imágenes: Zumtobel. Créditos imagen de portada: Børre Høstland. Resto de fotos: Halvor Gudim