Partiendo de la premisa de que los nanomateriales con propiedades luminescentes podrían ser sintetizados en líquidos iónicos (ILs), en 2008 la UE movilizó fondos de alrededor de 1 millón de euros para la financiación del proyecto EMIL (materiales excepcionales a través de líquidos iónicos). Su objetivo era el de mejorar las tecnologías respetuosas con el medio ambiente, en particular en el campo de las células solares eficientes y fuentes de iluminación innovadoras. Este proyecto se ha dado por concluido con el desarrollo de una nueva técnica que convierte a las nuevas fuentes de iluminación en más fiables, eficientes y ecológicas.
Anja- Verena Mudring, profesora de la facultad de química y bioquímica en la Ruhr- Universität de Bochum en Alemania y directora de este proyecto ha estado investigando con su equipo de científicos en una nueva técnica consistente en recubrir dispositivos como diodos emisores de luz (LEDs), células solares y lámparas fluorescentes compactas con fósforos de conversión de energía a nano escala.
Tecnología comercialmente viable
Según la profesora, esta técnica, que ofrece un importante potencial de mercado, se traducirá en una mayor eficiencia energética y producción más segura y más ecológica de dicha iluminación. En base a su teoría, la profesora Mudring consiguió fondos adicionales de unos 150.000 euros en el marco del programa BrightEMIL (EMIL se hace ecológico – materiales excepcionales de los líquidos iónicos para aplicaciones de ahorro de energía en fotónica) para realizar la prueba de concepto que demostrase el potencial de los líquidos iónicos como nuevos disolventes para la generación de fósforos a nanoescala y obtener resultados que fueran comercialmente viables.
Los líquidos iónicos son sales que se mantienen líquidas incluso a temperatura ambiente y son adecuados para la síntesis de materiales inorgánicos. La característica que los hace únicos viene dada por que se componen de grandes iones que encapsulan partículas pequeñas y no puede crecer más, lo cual unido a que son reciclables, fáciles de manejar y no son inflamables ni volátiles los hacen particularmente idóneos para la mejora de la eficiencia en aplicaciones de iluminación.
Fuente: Cordis