Un nuevo estudio realizado por el equipo de investigación del KAIST ha comprobado que la luz LED enriquecida en azul puede ayudar de manera efectiva a despertarse y mantenerse alerta por la mañana. Este nuevos resultados se suman a las otras investigaciones relacionadas para verificar la influencia de la luz azul en la atención y calidad del sueño de las personas, y que están generando las bases para el desarrollo de las soluciones de iluminación centradas en el ser humano, que impactan de forma real y significativa en el bienestar y salud de las personas.
Desde que en el año 2002 se descubrió un nuevo tipo de fotorreceptor en la retina humana la investigación de la relación entre la luz y sus efectos fisiológicos ha aumentado de forma exponencial. Mientras que los bastones y conos regulan los efectos visuales, el tercer tipo, las células ganglionares de la retina fotosensible (ipRGCs) regulan una gran variedad de procesos biológicos y de comportamiento que incluyen la secreción de melatonina y cortisol, los estados de alerta, y la imagen de resonancia magnética funcional (fMRI).
Aunque los estudios iniciales demostraron claramente la efectividad de las luces azules monocromáticas para estimular las respuestas fisiológicas, la efectividad relativa de las fuentes de luz blanca policromáticas, disponibles comercialmente, se entiende menos. La capacidad de comprender los impactos de las fuentes de luz blanca es especialmente importante porque los ambientes interiores están iluminados exclusivamente con estas fuentes de luz.
Es por ello que el profesor Hyeon-Jeong Suk y el profesor Kyungah Choi del Departamento de Diseño Industrial de KAIST se proposieron investigar las respuestas fisiológicas y subjetivas a la exposición a una iluminación LED convencional por las mañanas, con diferentes temperaturas de color, para predecir como esta podría afectar en entornos de enseñanda y aprendizaje en los estudiantes.
El equipo realizó un experimento con 15 estudiantes universitarios. Comprobaron si una hora de exposición a la luz de la mañana con diferente cromaticidad (3.000K vs 6.500K a 500 lux) afectaría sus respuestas fisiológicas y subjetivas de manera diferente. Se compararon los marcadores clásicos del sistema circadiano (melatonina y cortisol), así como la percepción subjetiva de la somnolencia, el estado de ánimo y el confort visual. La disminución de los niveles de melatonina fue significativamente mayor después de la exposición a la luz blanca enriquecida con azul en comparación con la luz blanca cálida. La exposición a luz blanca enriquecida con azul mejoró significativamente la percepción subjetiva del estado de alerta, el estado de ánimo y el confort visual. Con respecto al cortisol, no se encontró una diferencia significativa en la disminución de cortisol entre las dos condiciones de luz.
“La luz ocupa una gran parte de nuestras vidas, ya que pasamos la mayor parte del tiempo en interiores. La luz es una de las herramientas más poderosas para influir en cómo percibimos y experimentamos el entorno que nos rodea”, explica el profesor Hyeon-Jeong Suk.
“Creemos que las estrategias de iluminación centradas en el ser humano podrían aplicarse a una gran variedad de entornos, incluidas áreas residenciales, entornos de estudio y aprendizaje o espacios de trabajo que logren mejorar nuestra vida cotidiana” concluye el profesor Kyungah Choi.