El doctor José Arturo Olvera López, investigador y docente de la Facultad de Ciencias de la Computación, y el doctor Manuel Martín Ortiz, director de Cómputo Académico e Investigación del Laboratorio Nacional de Supercómputo de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), desarrollaron un prototipo de bajo costo para localización de venas superficiales a través de transiluminación.
Tras varios años de trabajo en el análisis de imágenes digitales y analógicas, con especial interés en el área médica y satelital, los doctores Olvera López y Martín Ortiz iniciaron un proyecto para la identificación de individuos a través del mapa de venas del dorso de la mano de una persona, analizado en el cercano infrarrojo, ya que estas son únicas en cada individuo, y de esta manera pueden ser consideradas como rasgos para identificación.
“Esta idea nos motivó para crear un prototipo para identificar los conductos sanguíneos superficiales en humanos con la transiluminación mediante luz visible —utilizada para el cuerpo humano desde el siglo XIX—. La diferencia es que los dispositivos actuales tienen que conectarse, ya sea a una computadora, pantalla o celular para poder ver la imagen, en nuestro caso no es necesario”, explicó el doctor Martín Ortiz para la Agencia Informativa Conacyt.
El doctor José Arturo Olvera López añadió en entrevista que su prototipo también contribuye a la atención de una de las problemáticas más comunes del sector salud, la canalización de pacientes, a los que muchas veces se lastima por la difícil localización de venas subcutáneas.
“Con la técnica de transiluminación se logra que la luz entre al cuerpo y la sangre; la hemoglobina absorbe la luz y entonces la vena se verá negra en un entorno luminoso, permitiendo su fácil visualización para fines diversos, como las punciones”.
Su funcionamiento se sustenta principalmente en el uso de luces led de alta luminosidad, con un consumo de baja potencia y luz fría de color generalmente rojo, que evita dañar o quemar al paciente al momento de colocar el dispositivo sobre la piel. Asimismo, por su diseño, es de bajo costo y puede ser empleado en cualquier parte del cuerpo, además de ser portátil con el uso de baterías, o bien funcionar conectado a una corriente continua, lo que permite que este dispositivo pueda ser usado en áreas rurales.
“Nuestro dispositivo se sustenta en leds de alta potencia colocados paralelamente, con una orientación de semicurva (en forma de herradura) que permite llevar a cabo la transiluminación con una potencia aproximada de tres watts. Lo que ofrecemos además no se compara en nada con el precio de otros dispositivos que se venden en el mercado con un costo que va de los mil a dos mil dólares”.
Variaciones para el color de piel
Este sistema de identificación de venas cuenta además con un circuito de control para regular el color y la intensidad de la luminosidad, lo que facilita hallar las venas de forma eficaz en personas de tez oscura o de raza negra.
“La iluminación roja tiene algo especial y es que funciona mejor en personas con la piel blanca, trigueña o morenos, pero en aquellos de piel muy oscura o raza negra, la transiluminación no funciona igual con luz roja, así que usamos leds multicolor, de tal forma que nuestro dispositivo operara con un mediador de color, pues nos dimos cuenta que para las personas de raza negra funciona mejor la luz naranja y entonces así logramos la transiluminación», explicó Olvera López.
De igual forma, el dispositivo, que ya ha sido probado con éxito, también está diseñado para variar la potencia de la iluminación y aumentarla en la luz naranja, a fin de que la detección de las venas sea más efectiva con estas variaciones y obtener el contraste de manera exitosa.
Otro sector poblacional que generalmente tiene dificultades para ser canalizado en los hospitales o centros de salud, son las personas con algún tipo de obesidad, ya que su tejido adiposo suele ser grueso; sin embargo, con la transiluminación a través de este dispositivo, las venas o incluso la acumulación de vasos sanguíneos en zonas vascularizadas que aún no son visibles, también pueden detectarse.
Este prototipo funcional ya cuenta con la solicitud de patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), con el número MX/a/2015/009556. Sus creadores aseguraron que el siguiente paso es establecer vínculos con el área de diseño industrial para que a través de un diseño comercial y la impresión en 3D se pueda presentar un producto más comerciable.