En Córdoba se encuentra el templo de San Miguel Arcángel, una de las llamadas iglesias fernandinas de la ciudad califal, que cuenta con un nuevo sistema de iluminación artística interior compuesto por un total de 94 puntos de luz. Considerada como bien de interés cultural del Tesoro Artístico Nacional estrena su nueva iluminación siguiendo criterios de sostenibilidad y eficiencia, respetando el medio ambiente y fomentando el ahorro energético.
Iluminación del templo cordobés
La propuesta que ha diseñado la Fundación Endesa para la iluminación de la iglesia califal de San Miguel Arcángel se basa en luminarias de alta eficiencia energética y sostenibilidad ambiental mediante criterios de aplicación de las técnicas más avanzadas en iluminación, tendentes al ahorro de energía y a la eficiencia de los materiales utilizados, de larga vida de funcionamiento para aminorar los costes de mantenimiento, ya que prolongan los tiempos de sustitución de las lámparas.
El proyecto ha consistido en el diseño y ejecución del embellecimiento lumínico mediante tecnología led, de los elementos con mayor valor arquitectónico y litúrgico de este templo cordobés, destacando el retablo del altar mayor, la nave central, las laterales y las tres capillas realzando, sobretodo, las imágenes de los arcángeles como custodios de la ciudad.
Al tratarse de espacios de diferentes dimensiones y distribución, la Fundación Endesa ha aplicado distintas técnicas de realce a través de la luz, ejemplo de ello son los encendidos indirectos que se emplean para destacar los detalles de las tres naves, el central con artesonado sin crucero y la cabecera de ábsides poligonales con apliques de tecnología led, que ofrecen una luz de suave tonalidad cálida para no perjudicar las obras de arte desde el punto de vista de su conservación artística.
Uno de los elementos destacados, en esta iluminación, es la primera imagen de San Juan Pablo II que hay en la ciudad cordobesa y que se encuentra en una de las capillas de esta parroquia fernandina. La talla de la imagen es obra del escultor local, Antonio Bernal y representa al santo ataviado con mitra, casulla blanca, y palio, además de portar en la mano izquierda el báculo papal.
Iluminación artística
Para la iluminación ornamental de su interior, los técnicos de la Fundación Endesa han instalado un total de 94 puntos de luz, distribuidos en 20 metros de línea continua con 8 lámparas y 10 apliques de emergencia de tecnología led, con la finalidad de realzar todos los elementos artísticos del templo y con una potencia instalada de 3,1 kilovatios equivalente al consumo de un par de radiadores de aceite.
En este sentido, esto supone una reducción del 70% en el consumo respecto a una instalación convencional y el ahorro que se consiga en emisiones se situará en 2,82 toneladas de CO2, evitadas a la atmósfera anualmente, tomando como referencia una media de cuatro horas de encendido diario.