Corría la década de 1970 cuando se empezó a hablar sobre domótica, con pruebas piloto de los primeros dispositivos. En 1975, se desarrolló el primer protocolo para la automatización del hogar, X10, que utilizaba el cableado eléctrico para transmitir la información.
A medida que pasaron los años, la domótica fue evolucionando. Hacia los años noventa, comienza a haber automatización en distintos sistemas (riego, detectores de humo, termostatos…) si bien aún no se interconectaban entre ellos. También se empezaron a implementar funciones electrónicas para mejorar la comodidad de los usuarios, como el poder subir y bajar persianas.
Uno de los grandes hitos lo marcó la llegada de Internet a los hogares. Las redes WiFi facilitaron la transmisión de los datos y la instalación de sistemas de domótica.
A partir de la década del 2000, los sistemas comenzaron a hablarse entre ellos y, diez años más tarde, la alta penetración de los smartphones en el mercado de consumo marcaba un antes y un después en la gestión de la domótica.
En los últimos años, el desarrollo tecnológico y del mercado ha facilitado que la domótica fuera más accesible para los hogares. Tanto los protocolos como los dispositivos han ido evolucionando, para abarcar cada vez mayores posibilidades e integraciones, como el control por voz para la gestión del hogar inteligente.
La historia de KNX
KNX, un estándar (ISO/IEC 14543) de protocolo de comunicaciones de red, basado en OSI, nace a partir de la convergencia de tres estándares previos, desarrollados a principios de los años noventa para el control de viviendas y edificios en Europa. Estos tres estándares eran European Home Systems Protocol (EHS), el European Installation Bus (EIB o Instabus) y el BatiBUS pertenecientes, respectivamente, a la EHSA (European Home Systems Association), la EIBA (European Installation Bus Association) y el BCI (BatiBUS Club International).
En 1997, estas tres organizaciones se unieron para dar un impulso al mercado del hogar inteligente, y acordaron el desarrollo de un estándar industrial común que pudiera proponerse, también, como norma internacional. Cinco años más tarde, en la primavera de 2002, se publicaba la especificación KNX por la recién establecida KNX Association.
Actualmente, casi 20 años después de su lanzamiento, KNX ha logrado penetrar en el mercado de la construcción y llegar a numerosos hogares en todo el mundo.
Desde 2007, Schneider Electric proporciona soluciones de automatización del hogar y administración de edificios terciarios basadas en KNX, para maximizar la flexibilidad, la comodidad, la seguridad y la rentabilidad.
La automatización en el hogar inteligente
Las personas desean vivir y trabajar en espacios cómodos, sostenibles y seguros. En este sentido, la automatización es un elemento clave para garantizar el confort, a la hora de gestionar sistemas como la calefacción, la iluminación o el control de acceso a las viviendas edificios.
Ahora bien, para unir confort, seguridad y sostenibilidad, es indispensable hacer un control inteligente de todos los dispositivos involucrados. Y allí es donde entra KNX: un sistema que permite a todos los componentes comunicarse por medio de un lenguaje común.
Ya sea que los usuarios quieran controlar la iluminación, las persianas, la calefacción, los equipos de audio o el riego del jardín: a través de KNX, todas estas funcionalidades funcionan a través de un sistema uniforme.
Confort, eficiencia energética y seguridad
Las soluciones KNX permiten a una vivienda adaptarse a las costumbres y necesidades de sus ocupantes, aportando así mucho más confort a los hogares. Por ejemplo, se pueden programar el encendido del jardín o la luz del pasillo solamente cuando se cruza. O ajustar los cronotermostatos automáticamente según los horarios de sus ocupantes, gracias a su programación semanal, y el sistema de calefacción puede aprender cuándo están en casa o menos, y cómo ajustar la temperatura para dormir.
Además, las soluciones tecnológicas para la automatización de hogares y edificios deben garantizar la eficiencia energética. Desde hace años, la gama KNX de Schneider Electric ha dado respuesta a esta necesidad.
Integrada por el sistema KNX Home Automation, la aplicación Wiser y distintas interfaces de usuario, como el KNX Push-button Pro o el KNX Multitouch Pro, la gama no solo permite controlar las diferentes funciones de un edificio o un hogar (iluminación, calefacción, persianas…) tanto de forma local como remota a través de una única interfaz, sino que ofrece información sobre el consumo de agua, gas y electricidad, así como datos históricos, permitiendo a los usuarios identificar dónde pueden reducir el consumo y generar ahorro.
A través de la aplicación Wiser para KNX, los profesionales de la construcción e integradores pueden ofrecer a sus clientes conexión en tiempo real a su hogar, las 24 horas del día, estén donde estén. Se trata de una solución flexible, personalizable y eficiente, ya que es fácil de instalar y configurar.
Por otra parte, a partir del desarrollo y la expansión del mercado de domótica, la ciberseguridad se ha convertido también en una de las principales preocupaciones a nivel mundial. Para dar respuesta a ello, Schneider Electric ha lanzado, recientemente, la nueva gama SpaceLogic KNX Secure, que añade ciberseguridad a las instalaciones KNX sin necesidad de alimentación externa adicional y ahorrando costes, cableado, consumo de energía y espacio.
El sistema KNX de Schneider Electric puede utilizarse tanto en obras nuevas como en reformas, para dar a los propietarios un control total, al conectar toda la tecnología de su hogar en un mismo sistema.
Está claro que, desde los inicios de la domótica, hasta el día de hoy, KNX ha marcado la diferencia. El sueño de construir una casa conectada, con confort, seguridad, gestión de la energía y flexibilidad ahora es posible.