Un equipo de investigación internacional liderado por científicos de la Universidad de Texas en Dallas y la Universidad de Hanyang en Corea del Sur, han creado el twistron, un hilo capaz de generar energía a partir de nanotubos de carbono tejidos. Este material es capaz de generar energía eléctrica cuando se estira o se retuerce.
En un estudio publicado el 25 de agosto de la revista Science, los investigadores describen los hilos «twistron» y sus posibles aplicaciones. Según explican «La forma más fácil de pensar en los recolectores de twistrones es imaginar un trozo de hilo, que se estira y sale electricidad», dijo el Dr. Carter Haines co-principal autor del artículo.
Nanotubos de carbono hilados para crear electricidad
Los hilos están construidos a partir de nanotubos de carbono, que son cilindros huecos de carbono 10.000 veces más pequeño en diámetro que un cabello humano. Los investigadores primero hicieron girar los nanotubos en hilos de alta resistencia y ligeros. Para que los hilos fueran altamente elásticos, introdujeron tanta torsión que los hilos se enrollaron como una banda de goma sobre-retorcida.
Con el fin de generar electricidad, los hilos deben estar sumergidos o recubiertos con un material conductor iónico, o electrolito, que puede ser tan simple como una mezcla de sal común de mesa y agua.
En el laboratorio, los investigadores mostraron que un hilo de twistron que pesaba menos que una mosca doméstica podría alimentar un pequeño LED, que se encendía cada vez que el hilo se estiró. La revista Science, que ha publicado el estudio, explica en un video cómo es su funcionamiento:
Para demostrar que los twistrons pueden cosechar la energía térmica residual del ambiente, la Doctorea Na Li, científica investigadora del Instituto NanoTech y co-autora principal del estudio, conectó un hilado del twistron a un músculo artificial del polímero que se contrae y expanda cuando se calienta y se refresca. La cosechadora twistron convirtió la energía mecánica generada por el músculo polímero en energía eléctrica.
Según señala Li «hay mucho interés en el uso de energía residual para impulsar el Internet de las cosas» por otro lado, añade que «La tecnología de Twistron podría ser explotada para aplicaciones en las que el cambio de baterías no es práctico».
Un avance más fruto de la investigación y el desarrollo que abre nuevas aplicaciones en ámbitos como el Internet de las Cosas.