Harvard acaba de lanzar públicamente su iniciativa relacionada con la ciencia e ingeniería cuántica denominada como Harvard Quantum Initiative (HQI). Esta nueva iniciativa demuestra la importancia que le da Harvard a esta área fundamental, y pretende combinar la exploración de la ciencia cuántica con el desarrollo de soluciones a partir de la ingeniería cuántica.
La ciencia e ingeniería cuántica van a soportar la próxima generación de materiales y dispositivos innovadores para la computación de alta velocidad, redes, comunicación segura y la detección ultra precisa. En sintonía con los esfuerzos mundiales que se están desarrollando en el progreso de la tecnología cuántica, la iniciativa de Harvard apuesta por unir y crear a una nueva comunidad científica con la capacidad de construir la fuerza laboral del futuro.
«La Iniciativa Cuántica de Harvard apoyará la excelencia en las fronteras siempre cambiantes de la ciencia y la ingeniería», dijo Larry Bacow, Presidente de la Universidad de Harvard. «La diversidad de experiencia entre nuestros profesores crea un entorno rico en el que esta disciplina emergente puede florecer, y estoy emocionado de ver las formas en que la colaboración con otros socios acelera este progreso».
La capacidad de manipular la materia en el nivel cuántico tiene implicaciones en tono nuestro entorno, desde la producción de oxígeno en las plantas hasta la comprensión de la naturaleza fundamental de nuestro universo. Los sensores cuánticos, los materiales y la informática podrían transformar la sociedad. Pero así como el impacto de los transistores no se captó de inmediato, la gama completa de aplicaciones cuánticas y su impacto siguen siendo una pregunta abierta.
Este impulso de Harvard coincide con la iniciativa lanzada por la Unión Europea “The Quantum Technologies Flagship”, por la que se destinarán 1.000 millones de euros para que Europa lidera la segunda revolución cuántica.
Las tecnologías cuánticas utilizan las propiedades del efecto cuántico – las interacciones de moléculas, átomos e incluso partículas más pequeñas, conocidas como objetos cuánticos – para crear aplicaciones prácticas en muchos campos diferentes. La llamada primera revolución cuántica, que vio la creación del campo de la física cuántica, ocurrió en la primera mitad del siglo XX y dio forma al mundo en que vivimos hoy. Por ejemplo, condujo al desarrollo de láseres y transistores. Dos tecnologías fundamentales para la construcción de computadoras, telecomunicaciones, navegación por satélite, teléfonos inteligentes y diagnósticos médicos modernos.
La segunda revolución cuántica, que ahora está en marcha, permitirá utilizar los efectos cuánticos para lograr avances tecnológicos importantes en muchas áreas, incluida la informática, la detección y la metrología, las simulaciones, la criptografía y las telecomunicaciones. Los beneficios para los ciudadanos en última instancia incluirán sensores ultraprecisos para uso en medicina, comunicaciones cuánticas y Quantum Key Distribution (QKD) para mejorar la seguridad de los datos digitales.