Glamox ha participado recientemente en un proyecto de renovación en Finlandia, donde un antiguo cuarto militar se ha transformado en una moderna instalación de aprendizaje para niños con sensibilidades sensoriales. La compañía ha suministrado más de 1000 luminarias LED a la escuela, facilitando así que los educadores puedan personalizar la iluminación para atender a las necesidades específicas de cada alumno.
El Centro Valteri se especializa en ofrecer apoyo a niños y jóvenes que enfrentan desafíos particulares en su proceso educativo debido a sensibilidades visuales, auditivas, de atención o de movilidad. En este sentido, la iluminación juega un papel crucial, más allá de simplemente iluminar espacios; se convierte en una herramienta pedagógica y terapéutica que se adapta a las necesidades individuales de cada alumno.
Para llevar a cabo este ambicioso proyecto, se seleccionó a Glamox para suministrar más de 1000 luminarias LED, equipando la escuela con el doble de la cantidad de luminarias que se encontrarían en una escuela regular. Este aumento no es un mero capricho numérico; cada luminaria está pensada para contribuir a un ambiente de aprendizaje óptimo y personalizado.

La renovación fue llevada a cabo por Senate Properties, con el contratista eléctrico Sweco responsable del diseño eléctrico y el diseño de iluminación del proyecto. La clave del diseño de iluminación en el Centro Valteri radica en su capacidad para adaptarse y modularse según las necesidades específicas de los estudiantes.
«Nuestro principal punto de partida fue diseñar un entorno de aprendizaje de apoyo y bueno para los estudiantes. El diseño de los espacios enfatizaba la accesibilidad para todos los sentidos», explica Riina Kittilä, diseñadora de iluminación de Sweco.
Para lograr este objetivo, se han diseñado espacios de aula para agregar mucha luz a la cara del profesor para que los estudiantes puedan leer las expresiones faciales. También era importante evitar las áreas de alto contraste en las paredes y usar una iluminación uniforme sin áreas claras y oscuras en el mismo espacio. Específicamente, los equipos de iluminación elegidos evitan el fuerte brillo de la superficie que causa deslumbramiento.
«Cada aula tiene iluminación que se puede ajustar individualmente para los estudiantes. El profesor puede ajustar la intensidad de la luz y la temperatura del color en función del accesorio en el aula. De esa manera, el profesor puede aumentar la luz con una temperatura de color más fría para aumentar el estado de alerta o usar iluminación cálida y tenue para calmar el estado de ánimo en el aula», detalla Kittilä.

Además, la iluminación en los pasillos involucra luminarias que trabajan juntas para proporcionar una distribución uniforme de luz, con una fuente de luz que no es visible. La iluminación dura, que puede parpadear y zumbar, puede distraer e incluso ser dolorosa para los estudiantes con autismo, lo que resulta en un aumento de la ansiedad y la irritabilidad.
«Tenemos años de experiencia en el suministro de iluminación centrada en humanos que puede ayudar a mejorar los entornos de aprendizaje y entendemos el impacto psicológico y biológico de la luz en el rendimiento de los alumnos. No puedo pensar en un proyecto en el que esos factores sean más importantes, y este proyecto escolar eleve el listón al crear condiciones de iluminación adecuadas a las necesidades de los estudiantes individuales», concluye Simo Kari, Director de Ventas de Glamox Oy Finlandia.
Imágenes: Glamox

