El pasado 3 de febrero la candidatura de GEYSER que se presenta a las elecciones del próximo 13 de febrero para presidir la Asociación de Instaladores Eléctricos y de Telecomunicaciones de Madrid (APIEM) convocó a los socios instaladores de APIEM y a la prensa del sector con el fin de explicar por una parte su programa como candidatos y por otro el largo, duro y costoso camino judicial que emprendieron en el año 2015 tras la denuncia pública y posterior demanda judicial por graves irregularidades en las elecciones del 2015 en las que la candidatura de Ángel Bonet se impuso con rotundidad.
Una victoria rotunda según los datos oficiales de la votación ofrecida por APIEM en su momento y que smartlighting publicó pero que rápidamente quedó empañada por la denuncia pública de la candidatura de Geyser. Una denuncia que, si bien al principio no llegó prácticamente al sector, por falta de “pegada” de los candidatos de Geyser al ser prácticamente unos desconocidos y por tener desconocimiento y falta de herramientas de los canales de información para que su denuncia llegase a la totalidad del sector, pues bien, como digo eso nos les hizo decaer en su empeño por la denuncia y la búsqueda del amparo de los tribunales.
En cualquier caso el fraude electoral si fue recogido por el diario El Mundo que ya vaticinó que «1.380 asociados quedan expuestos a una incertidumbre plebiscitaria sin parangón» Efectivamente, sin parangón.
Y la verdad como la muerte, queridos amigos, se impone en algún momento y llegó la sentencia del Juzgado de 1ª instancia nº 69 de Madrid y luego el segundo “batacazo” que fue el pronunciamiento de la Audiencia Provincial de Madrid que ratificaba la sentencia recurrida por la candidatura de Ángel Bonet.
La ratificación de la sentencia y por lo tanto la firmeza de esta se producía en septiembre del 2018. Nuestro medio publicaba un artículo «La verdad judicial sobre las elecciones de APIEM del 2015» en la que analizaba la demoledora sentencia. Y ¿Qué ha pasado desde entonces? Pues de la ejecución de la sentencia poco. Voluntariamente Ángel Bonet y su junta de gobierno ante tal varapalo judicial no solo no decidió dimitir y abandonar la asociación sino todo lo contrario, es decir, seguir en su cargo y seguir ejerciendo como presidente con todas las consecuencias legales de la misma, tales como firma de acuerdos, contratos, etc. Eso sí, olvidando convocar asambleas, aprobar presupuestos anuales, etc. Lo más importante es que la Junta de Gobierno nombrada ilegal por el juzgado abandonase sus puestos y saliesen de los despachos. Esto no ocurrió.
Pues como decimos muchas situaciones rocambolescas, en las que, aun teniendo una sentencia firme, prácticamente nada cambia, hasta llegar a las elecciones del próximo 13 de febrero donde está la posibilidad que lo que no ha conseguido en definitiva la justicia, que es que la actual junta directiva se marche, si puedan hacerlo cumplir los socios en unas elecciones.
Recordemos que en la sentencia se acuerda declarar la nulidad del proceso electoral de APIEM, “así como de todo acto y acuerdo de la Junta Directiva ilegítimamente proclamada como vencedora”. Por si hubiera alguna duda con este tema, la candidatura opositora en el mes de junio de 2017 pidió un Auto aclaratorio sobre las actuaciones en APIEM que ratificaba que las partes son conocedoras de que “declarada la nulidad del proceso electoral que desembocó en el nombramiento de la Junta Directiva, es obvio que todos los acuerdos adoptados por dicha Junta quedan afectados por dicho pronunciamiento “. Pues bien, nada, absolutamente nada se ha movido en APIEM, porque la actual junta directiva ha seguido en su “puesto” y adoptando acuerdos como si nada hubiera pasado. Este es el desconcierto que el pasado día 3 se debatía en el acto de presentación de la candidatura de Geyser, ante prácticamente un centenar de socios.
La absoluta confusión y miedo de la candidatura de Geyser es normal, al fin y al cabo, tienen a una junta de gobierno que por sentencia judicial ha sido nombrada ilegal pero que ha seguido al frente de la asociación con todo el poder y como si nada hubiera ocurrido.
La candidatura de Geyser, contaba Rafael Ontañon en el acto del pasado día 3 de febrero, pidió varias veces el amparo judicial, ante el desconcierto de tener una sentencia a favor pero que no se ejecutaba y principalmente sacara de los sillones a la junta ilegal, nombrando por ejemplo una junta gestora hasta la celebración de elecciones “Conseguimos la readmisión como socios y la celebración de unas elecciones tal y como obligaba la sentencia, pero con el nombramiento de un arbitro judicial que vigilase en todo momento la celebración de unas elecciones limpias, porque evidentemente no nos fiábamos de una situación en la que la junta ilegal convoca y vigila la celebración de las elecciones”
Así el perito judicial dice en su escrito de convocatoria que “de acuerdo con lo dispuesto en los Estatutos de la Asociación, la legislación que fuera de aplicación, y las formas de actuación y decisiones adoptadas para el adecuado desarrollo del procedimiento electoral ante la ausencia de Junta Directiva habilitada para ello por haberse declarado la nulidad del procedimiento electoral que derivó en su nombramiento”.
Pero la candidatura de Geyser con el escarmiento de casi cinco años de pelea por defender sus derechos no ha dejado de presentar escritos por cualquier situación que entiendan pueda vulnerarlos. Proseguía Ontañon que presentaron varios escritos a la junta electoral y a la perito pidiendo la ampliación del horario de votación hasta las 16 horas, cuestión que consiguieron. Presentaron también escrito con el fin de conocer a los miembros de la Junta electoral cuestión que hasta ahora no conocen.
Otra situación proseguía Ontañon es “que la actual directora de APIEM, Desiré Fraile forme parte de la Junta Electoral según marcan los Estatutos si, pero bajo una decisión y un contrato firmado por Ángel Bonet que según sentencia firme no es valido por anular las elecciones y victoria del Sr. Bonet y por lo tanto todos los acuerdos y actos adoptados entre los que se encuentra la contratación de esta persona”. Todas estas situaciones insólitas han sido denunciadas ante la perito judicial: “hemos puesto de manifiesto las irregularidades habidas en la proclamación de candidaturas, en la propia designación como válida de una de las candidaturas, en la utilización fraudulenta del censo electoral y en la opacidad de la designación de los miembros que componen la Junta Electoral, cuya identidad desconocemos”.
Pero ante esto, Ontañon cuenta a los asociados que las contestaciones de la perito han sido en la dirección de “no entrar a resolver estas cuestiones y exclusivamente limitada a realizar la convocatoria justa y transparentemente y a la custodia de los votos para que no se repitan las graves irregularidades del pasado”
Precisamente una de las grandes controversias sigue siendo el voto por correo, así explicaba Ontañon, “pedimos a la perito su intervención en este tema porque la utilización del voto por correo puede quedar comprometida. En este sentido, ya le planteamos las dudas que nos suscitaba la carencia absoluta de la regulación ordenada del voto por correo, para lo que podría aplicarse por ejemplo los artículos 72 y 73 de la Ley Electoral General ante la ausencia de un desarrollo suficiente en los Estatutos de la Asociación”. Proseguía explicando Rafael Ontañon, que “la perito no estimó necesario introducir regulación alguna, lo que es probable que se den las mismas situaciones que en el pasado y que ahora se pretendían evitar con su designación”.
Con todo esto, el próximo día 13 de febrero los asociados de APIEM son en definitiva los que tienen la posibilidad de devolver la normalidad institucional y de funcionamiento a una asociación histórica que en el 2022 cumplirá cien años. Una asociación formada por un colectivo de profesionales que con dedicación y esfuerzo han velado por un inestimable servicio público esencial para la seguridad y la calidad las instalaciones de nuestros hogares, de nuestros edificios y de nuestras ciudades. Que voten libremente y que se desarrollen las elecciones sin las irregularidades del pasado son el deseo de todo el sector para una asociación de prestigio por los siguientes 100 años.