El extraordinario viraje hacia la modalidad del trabajo desde casa de un amplio segmento de la población mundial desde marzo de 2020 intensificó esta tendencia que estaba surgiendo gracias a la proliferación de las tecnologías digitales. A medida que las variantes de COVID-19 han ido surgiendo en los dos últimos años, han aparecido nuevos y flexibles modelos híbridos de trabajo.
Esta interrupción de lo que era “habitual” en cuanto al entorno de trabajo ha brindado una oportunidad única a investigadores de todo el mundo de estudiar este cambio acelerado en tiempo real, obteniendo así claves para mejorar estos entornos en el futuro. El número especial de “WORK: A Journal of Prevention, Assessment & Rehabilitation” dedicado a la salud y el bienestar de los trabajadores es una extensa colección de 19 estudios de todo el mundo que evalúan la evolución del lugar de trabajo.
“Aunque la trayectoria del COVID-19 es aún incierta, una cosa está clara: el trabajo desde casa está aquí para quedarse. Existe una necesidad apremiante de optimizar esta modalidad de trabajo en evolución para el mejor interés de los trabajadores, las organizaciones y las economías”, afirma el co-editor invitado Kermit Davis, del Departamento de Ciencias de la Salud Pública y Medioambiental de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cincinnati.
“La investigación que se muestra en este número explora las lecciones aprendidas sobre el giro hacia el teletrabajo, saca conclusiones sobre los retos y las oportunidades, y hace recomendaciones sobre cómo optimizar las experiencias y los resultados. La coherencia de las conclusiones pone de manifiesto la oportunidad de un impacto positivo”, añade la Dra. Susan Kotowski, co-editora de este número, y perteneciente a la Departamento de Ciencias de la Rehabilitación, el Ejercicio y la Nutrición de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Cincinnati.
Este número especial, repleto de información práctica, incluye artículos sobre investigaciones realizadas en todo el mundo y abarca una gran variedad de sectores (por ejemplo, educación, tecnologías de la información y sanidad). Las principales conclusiones son:
- El trabajo desde casa, o teletrabajo, ofrece más flexibilidad, autonomía y eficiencia, sin pérdida de productividad
- La gran mayoría de los participantes en el estudio declararon sufrir diversos grados de malestar y estrés debido a una serie de factores: la difuminación de los límites entre la vida laboral y la vida doméstica, el agotamiento, el aislamiento, las distracciones, las desigualdades técnicas, los desafíos físicos (por ejemplo, trastornos musculoesqueléticos, de la vista, del sueño), y/o la reducción de los ingresos.
- Las mujeres, sobre todo las que tienen hijos en casa, tienen más probabilidades de sufrir agotamiento que los hombres, que suelen tener menos responsabilidades de cuidado de la familia. Los niveles de estrés y agotamiento están correlacionados con la satisfacción laboral.
- Los empleados de todo el espectro de industrias y geografías se ven afectados de forma similar. Sin embargo, los maestros, estudiantes y profesores se han visto especialmente afectados durante la pandemia de COVID-19.
- Los entornos de trabajo en casa son más variables que las oficinas tradicionales y afectan al bienestar físico y mental de los empleados. Las posturas incómodas, los movimientos repetitivos, la tensión visual y un largo periodo de trabajo continuo sin las pausas adecuadas necesarias para la relajación musculoesquelética son algunos de los riesgos ergonómicos.
- Mantener una cultura de trabajo cohesionada es difícil con una plantilla a distancia, sin las oportunidades formales e informales de socialización y compromiso que ofrece el trabajo in situ.
Entre las recomendaciones que se incluyen en el estudio se encuentran:
- Las organizaciones con trabajo remoto deben dar prioridad a la creación de relaciones y a la cultura. Para mantener una fuerza de trabajo productiva, feliz y saludable, los líderes de estas organizaciones deben centrarse en capacitar a los empleados y emplear enfoques creativos para el compromiso de los mismos. Los siguientes factores son vitales para el éxito: confianza en los empleados; aceptación de la flexibilidad; relaciones interpersonales sólidas; inversión en herramientas y tecnología de calidad; contratación en función de la cultura; tutoría centrada en la cultura; encuentros estratégicos en persona; y mejora continua de la cultura.
- Las evaluaciones sistemáticas y rutinarias de los entornos de oficina en casa deben examinar la ergonomía de los puestos de trabajo de los empleados, así como solucionar las disparidades tecnológicas. Las empresas deben proporcionar a los empleados un equipamiento y un apoyo equivalentes a los de un entorno de oficina (por ejemplo, ordenador de sobremesa o portátil con periféricos, monitor, teclado, ratón, silla y superficie de trabajo ajustables, y una iluminación adecuada para evitar la fatiga visual). La formación en ergonomía y la evaluación profesional del entorno de trabajo (configuración adecuada del espacio de trabajo, ajuste del equipo y mejores prácticas que incluyan la evaluación de la iluminación y la realización de pausas rutinarias) deben proporcionarse de forma rutinaria.
Si se abordan estas cuestiones, el teletrabajo puede tener éxito en lo que respecta a la productividad, la comunicación y el equilibrio entre el trabajo y la vida privada, como demuestra unos de los estudios que se muestran en el número. “El trabajo desde casa es tanto el presente como el futuro. Es un entorno complejo que exigirá la atención tanto del empresario como del empleado para garantizar los beneficios de ambos”, concluye la Dr. Kotowski.
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