El Foro de las Ciudades de Madrid celebrará del 18 al 20 de junio su sexta edición para abordar los desafíos y oportunidades más significativos en el ámbito de la planificación urbana y la gestión de ciudades. Dentro de los preparativos del evento, se han planificado una serie de ‘laboratorios online” donde diferentes expertos pueden intercambiar ideas acerca de las nuevas tendencias en estos campos.
El último de ellos se celebró el pasado 14 de febrero para debatir sobre diferentes aspectos relacionados con las prácticas del urbanismo regenerativo, los desarrollos urbanos sostenibles, los retos ambientales y sociales, y la implementación de los planes de acción a escala local y provincial de la Agenda Urbana Española.
Principales conclusiones obtenidas
La principal conclusión que dejó este laboratorio fue que el futuro de la planificación urbana pasa por una profunda reactualización de sus objetivos y herramientas, y por el fomento de la participación de todos los grupos sociales involucrados en el territorio de la ciudad. Para dicho cometido, resultará fundamental el papel de la implementación de los planes de acción de la agenda urbana como marco conceptual, así como la búsqueda de nuevas fórmulas capaces de integrar a todos los colectivos.
Los asistentes al encuentro también se mostraron en su mayoría de acuerdo en que nuestras ciudades están viviendo un evidente proceso de transformación demográfica. El envejecimiento de la población urbana es un hecho, del cual se derivan importantes retos que obligarán a actuar sobre las viviendas y sobre el propio territorio de cara a garantizar la comodidad, la salubridad y la accesibilidad de los edificios y espacios urbanos.
Para abordar con garantías los retos anteriormente descritos será fundamental, según señalaron varios de los participantes en este laboratorio, la coordinación y la colaboración público privada. La armonización de las agendas urbanas y de los planes de ordenación municipales requerirá además un marco legislativo actualizado a las nuevas necesidades y exigencias de las ciudades del siglo XXI.
Por último, los expertos se mostraron mayoritariamente de acuerdo en que la gestión de la ciudad debe hacerse mirando no sólo al presente, sino también y muy especialmente a las previsiones futuras, que anuncian un preocupante empeoramiento de diversos problemas sociales y, sobre todo, ambientales, especialmente el cambio climático, la contaminación y el estrés hídrico, que constituyen por sí solos importantes retos de dimensión crítica ante los que hay que empezar a prepararse cuanto antes.
En el laboratorio participaron Myriam Peón, directora de la Oficina del Plan General, del Área de Gobierno de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid; José Mateos, director general de Empleo y Desarrollo Sostenible de la Diputación de Granada; Andrés de las Alas-Pumariño, coordinador general del Área de Desarrollo Sostenible de la Ciudad del Ayuntamiento de Fuenlabrada; Luis Martín de Ciria, director de Comunicación, Relaciones Institucionales y Compromiso Social de Crea Madrid Nuevo Norte; Almudena Cano, responsable de Desarrollo Urbano Sostenible en Metrovacesa; Enric Serra, director del Área de Planificación Territorial del Ayuntamiento de Viladecans; Jon Aguirre, miembro de la oficina de planificación urbana integral Paisaje Transversal, y Francisco Javier González, arquitecto, profesor de Urbanismo de la Universidad Europea y miento de la Asociación Sostenibilidad y Arquitectura (ASA).
Intervenciones realizadas
Carlos Martí, director de Contenidos del FORO DE LAS CIUDADES, se encargó de abrir el debate explicando que su objetivo es abordar la planificación urbana como una “herramienta de carácter social que nos permita combatir las desigualdades y las brechas urbanas y la vulnerabilidad que se produce en distintos espacios de la ciudad en cuestiones tales como el acceso a la vivienda, la rehabilitación del parque existente, la necesaria adaptación, mitigación y resiliencia urbanas frente a los impactos del cambio climático y la mejora de la calidad de vida y de la salud de las personas que viven en las ciudades”.
Myriam Peón explicó que el objetivo de Madrid es cambiar y modernizar el planeamiento urbano de la mano de la Comunidad de Madrid. La estrategia parte de la elaboración de una nueva ley regional que establezca un “marco jurídico que se adapte al desarrollo de la ciudad”. Otro de los objetivos es el desarrollo de un “área metropolitana, en línea con las demás ciudades europeas”, un proyecto que deberá diseñarse desde la colaboración con los municipios colindantes.
A esta exposición, realizada desde una gran urbe como es Madrid, le siguió una intervención con un enfoque completamente diferente por su dimensión provincial. José Mateos (Diputación de Granada) detalló que en este nivel administrativo trabajan con áreas urbanas funcionales. “Cuando quieres aplicar la metodología de la agenda urbana, te das cuenta de que sería muy repetitivo que cada pequeño o mediano municipio tuviera su propia agenda. Por eso trabajamos a nivel comarcal”. Mateos insistió además en la necesidad de ir más allá de las diputaciones para “avanzar en el área urbana metropolitana”.
Posteriormente, Andrés de las Alas-Pumariño (Ayuntamiento de Fuenlabrada) expuso la propuesta de esta ciudad del sur de Comunidad de Madrid. Según su experiencia, la Agenda Urbana Fuenlabrada 2030 se ha convertido en una herramienta muy útil que ha permitido impulsar la participación ciudadana, en alianza no sólo con las asociaciones vecinales, sino que también se ha logrado incorporar a “grupos sociales que a veces no se tienen en cuenta, como los niños y adolescentes, que son el futuro de la ciudad y que han realizado aportaciones muy importantes”.
Luis Martín de Ciria (Crea Madrid Nuevo Norte) comentó que esta nueva actuación en la ciudad de Madrid ha tardado 30 años en ponerse en marcha, tras plantearse por primera vez en 1993. Todo este largo proceso ha dejado una serie de enseñanzas. “Uno de los principales motivos por los que la actuación no salía adelante era la falta de consenso de todos los agentes involucrados”, sostuvo Martín de Cirio. Este consenso sólo fue posible tras “llegar a los vecinos para contarles quiénes éramos y qué queríamos hacer y también para entender qué es lo que ellos querían”. Gracias a esta iniciativa se ha puesto en marcha un potente “proceso de participación ciudadana que estamos haciendo desde la iniciativa privada y que está enriqueciendo el proyecto de forma muy notable”. También subrayó el hecho de que Madrid Nuevo Norte será “el primer distrito cero emisiones de la ciudad”.
Almudena Cano (Metrovacesa) se mostró muy de acuerdo en que la ciudadanía debe estar involucrada en las actuaciones urbanas. “Esto nos permite, por un lado, conocer mejor la realidad social y urbana de los contextos en los que trabajamos, quiénes son los agentes más relevantes y cómo integrar a los grupos que están menos representados. Por otro lado, tenemos que hacerlo a través de canales de comunicación bidireccionales con los que podamos dar a conocer nuestros proyectos con información veraz, accesible y comprensible”, dijo Almudena Cano.
Enric Serra (Ayuntamiento de Viladecans) destacó durante su intervención que lo que se busca desde la agenda urbana de dicho municipio es, principalmente, “una aportación clara de innovación”. Este es el caso, por ejemplo, de la presencia de Viladecans en CitiES 2030, plataforma de ciudades europeas que trabajan por la descarbonización en el marco de las Misiones de la Unión Europea. Serra también apostó por el concepto de resiliencia como eje fundamental para el futuro de la gestión urbana en un contexto de emergencia derivado de la crisis climática. Esta apuesta por la resiliencia permitirá activar “mecanismos de respuesta rápidos y eficaces”.
Jon Aguirre (Paisaje Transversal) recomendó acompasar las agendas urbanas con los planeamientos urbanísticos municipales. “Si el planeamiento urbanístico no se sostiene ante una visión más integral, que es la que se está planteando desde las agendas urbanas, difícilmente responderá a las necesidades que tiene una ciudad y un territorio”. Aguirre también insistió en que en este momento es fundamental “repensar cómo hacemos participar a la gente y en qué les hacemos participar “tras una pandemia que ha supuesto “una desestructuración social de todo el tejido asociativo, y de la que han surgido además nuevas tendencias y maneras para enganchar a la juventud y a las clases más vulnerables”.
Francisco Javier González (Universidad Europea y ASA), señaló que los dos vectores principales de la planificación urbana son “la sostenibilidad, como elemento transversal, y la cohesión social”. González también señaló la importancia del colectivo de las personas mayores, cada vez más importantes ante el acusado proceso de envejecimiento de la pirámide poblacional. “Envejecer en contextos saludables tiene mucho que ver con arreglar la vivienda de cada uno y también tiene que ver con arreglar el espacio público. Una ciudad saludable es una ciudad en la que puedes moverte y pasear, en la que tienes unas condiciones climáticas adecuadas en el espacio público y en la que además existen lugares de encuentro”, concluyó.
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