Un equipo de la Universidad de Barcelona ha desarrollado una tecnología basada en ledes que permite regular el espectro de emisión del foco de luz para reproducir con altos estándares de calidad ambientes muy diversos: desde luz diurna o de puesta de sol, hasta luz monocromática.
«El sistema, llamado FLEXILIGHT-UB, puede reproducir cualquier espectro de forma precisa en el rango visible gracias a la programación de microcontroladores que interactúan con el conjunto de sensores del dispositivo», explica Blas Garrido, líder del proyecto y catedrático del Departamento de Ingenierías de la Universidad de Barcelona. Todo el sistema de ledes y sensores está integrado en la lámpara, y dependiendo del programa o de la lectura del sensor, el sistema de iluminación puede actuar para disminuir el consumo de energía, recalibrar el sistema o controlar los parámetros de iluminación mediante una unidad central que se puede manejar con una aplicación desde el móvil.
Uno de los elementos más destacados de esta tecnología son los altos estándares de calidad del sistema. Así, la temperatura de color —un parámetro que indica la calidez de la luz— puede variar de forma continua entre los 2.500 kélvines y los 7.500 kélvines (el Sol está a aproximadamente a unos 6.500 kélvines). Asimismo, el índice de reproducción cromática del sistema —CRI, que mide la fiabilidad de la luz emitida por el foco para reproducir los colores de los objetos en comparación con la luz natural— está por encima del 95 %.
«Mediante modelos matemáticos y experimentales, se han evaluado miles de combinaciones de ledes para encontrar la más adecuada manteniendo las especificaciones de alta calidad», explica Adrià Huguet, investigador del mismo equipo. El resultado es un foco con cinco canales variables formados por cinco ledes: rojo, verde, blanco, cian y azul. El sistema, desarrollado en el marco del máster de Energías Renovables y Sostenibilidad Energética de la Universidad de Barcelona, se ha presentado en el 6.º Simposio Profesional LED + Expo (LpS 2016), que tuvo lugar del 20 al 22 de septiembre en Bregenz (Austria).
Aplicaciones en cronobiología
A lo largo de la evolución, el ojo humano se ha adaptado de modo que la luz que captamos hace reaccionar al cuerpo de un modo u otro, produciendo diversos tipos de hormonas según el grado de claridad. Así, la luz del sol de la mañana nos hace estar más activos, y con la luz de la puesta, nuestro cuerpo se relaja. «Esta plataforma altamente adaptable —destaca Blas Garrido— permite reproducir ritmos circadianos de forma muy fidedigna, con aplicaciones en cronobiología para reproducir la evolución diurna de la luz a lo largo de un día en espacios como escuelas u hospitales».
Este sistema de espectro variable también puede incorporar diferentes tipos de sensores, como los de presencia o los temporizadores, lo que permite programarlo según las distintas necesidades. Algunas de las aplicaciones de esta tecnología son la integración de la luz en el entorno (para museos, arquitectura, decoración), la adaptación de los ritmos circadianos de alerta y descanso, y en fototerapia aplicada a dermatología o salud mental.