El presidente de la Xunta ha tachado de “inadmisible” el desgraciado suceso ocurrido a la joven de 14 años que falleció electrocutada en Santiago al entrar en contacto con una farola del alumbrado público y ofrece nuevas vías que pasan por la auditoria para evitar que tal hecho se vuelva a producir. Desde la asociación de instaladores sin embargo insisten en la cualificación de quienes realice dichos controles.
El Presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo apoya las hipótesis de los ingenieros gallegos, al instar a las empresas encargadas del buen funcionamiento de las farolas a «extremar el mantenimiento». E insistió en que los concellos son los titulares y que son «Los municipios los que tienen que hacer hincapié en que esos mantenimientos se hagan de forma escrupulosa».
Además admitió Feijoo ante la prensa que este grave accidente “no se debería haber producido ni puede volver a ocurrir”. Para ello puso a disposición de cualquier concello que lo requiera, los servicios de la Administración autonómica para la realización de las auditorías y comprobaciones necesarias en la red de alumbrado público. Avanzó asimismo que estas peticiones, se canalizarían principalmente a través del Instituto Enerxético de Galicia (Inega).
La Asociación Provincial de Industriales Electricistas de A Coruña (Asinec) advierte que los controles «no se realizan todo lo bien que deberían». Un hecho muy importante que destaca esta organización es que no se trata de un problema aislado de Galicia, sino que afecta a toda España. Pero insisten en que cualquier fallo que tenga la instalación es mucho más peligroso en la comunidad gallega debido al clima, caracterizado por gran frecuencia de lluvias. Otro de los problemas habituales en la comunidad es el robo por parte de los ladrones de cobre de las piquetas que conectan la línea por la que va la corriente a tierra.
No obstante uno de los motivos generalizados que aducen desde la Asinec radica en los crecientes recortes como resultado de la crisis.
Fundamental que las empresas sean autorizadas
Pero no cualquier empresa puede realizar estas inspecciones y una de las claves para prevenir desgracias como la ocurrida radica en opinión de Asinec en que los controles sean realizados por empresas autorizadas por la Consellería de Industria. Y no cualquier empresa puede estar autorizada oficialmente ya que para ello debe cumplir una normativa que la obliga a disponer por una parte de aparatos técnicos adecuados para comprobar diversos detalles como que por ejemplo, un diferencial funcione correctamente o para medir en cuántos milisegundos salta una vez un fallo técnico ha sido detectado. Y por otra parte están obligados a tener un seguro de responsabilidad civil y sus trabajadores deben tener las cualificaciones adecuadas.
Es responsabilidad por otra parte de los titulares de cada instalación eléctrica en general y de alumbrado público en particular, cerciorarse del cumplimiento de estos requisitos aunque «el problema es que hay quien hace el mantenimiento con personal interno” y por tanto no autorizado.
Y las normas básicas que recuerdan desde esta Asinec, se encuentran en el reglamento del 2002, que indica que la instalación eléctrica superior a 5 kilovatios debe ser inspeccionada por una empresa certificadora (OCA). Como resultado de dicha inspección, cualquier eventual fallo detectado ha de ser subsanado en unos plazos sin perjuicio de que en caso de gravedad, se cortará el suministro en la línea correspondiente como medida preventiva.