Tras una extensa renovación, el evocador restaurante La Petite Épicerie, con área interior y exterior en la belga Lieja, se presentó hace tres años con un particular diseño de Kevin Bona, del estudio Label5.9. Bona apostó por una cautivadora mezcla de estilos, que combina la arquitectura atemporal de la estructura con una moderna sensibilidad. El resultado es una estética chic y acogedora que recuerda un relajado bistrot parisino.
Rodeada por un patio delantero y un jardín trasero, la elegante decoración de La Petite Épicerie consiste en mesas de mármol ricamente veteadas, mobiliario antiguo e iluminación de Vibia.
En este comedor abierto destaca la lámpara colgante Palma, diseñada por Antoni Arola y alimentada por Leds. Como en un paisaje natural, esta luminaria inspirada en los antiguos jardines colgantes conecta la luz y la vegetación. Dos semicírculos brillantes de vidrio opalino soplado unidos por un aro de aluminio incorporan vegetación que rebosa por sus costados y dialoga naturalmente con el tono verde-grisáceo de sus paredes.
Instalada en el techo a ambos lados de la sala, la versión horizontal de Palma ilumina a la perfección las mesas del comedor, al tiempo que el gran espejo que preside la pared multiplica el cálido resplandor de su luz envolvente. En su versión individual, esta luminaria acentúa las paredes y conduce la mirada hacia los modernos frescos que las decoran.
Al lado del área de comedor se encuentra el bar, que cuenta con otra lámpara horizontal Palma. Sobre este bar de azulejos negros brillantes, la forma orgánica de los tres globos de la lámpara crea un punto focal mientras su estructura de metal negro sintoniza con el color del ébano.
Créditos de imágenes: © Justin Paquay