La Comisión Europea ha propuesto el pasado martes un conjunto global de medidas para garantizar la seguridad del suministro, la resiliencia y el liderazgo tecnológico de la UE en las tecnologías y aplicaciones de semiconductores. La propuesta de Ley Europea de Chips reforzará la competitividad y la resiliencia de Europa y contribuirá a la transición digital y ecológica.
La reciente penuria de semiconductores a escala mundial ha forzado el cierre de fábricas en una amplia gama de sectores, desde los automóviles hasta los dispositivos sanitarios. En el sector del automóvil, por ejemplo, la producción disminuyó en un tercio en algunos Estados miembros en 2021, lo que puso aún más de manifiesto la extrema dependencia mundial de la cadena de valor de los semiconductores respecto de un número muy limitado de actores en un contexto geopolítico complejo. También mostró la importancia de los semiconductores para el conjunto de la industria y la sociedad europeas.
Actualmente, Europa tiene una cuota de mercado global de producción de semiconductores inferior al 10% y depende en gran medida de proveedores de terceros países. En caso de grave perturbación de la cadena de suministro mundial, las reservas de chips de Europa en algunos sectores industriales (por ejemplo, la automoción o los dispositivos sanitarios) podrían agotarse en unas pocas semanas, lo que paralizaría muchas industrias europeas.
Es por ello, que la Comisión Europea ha puesto sobre la mesa una serie de medidas bajo el denominado paquete de la Ley Europea de Chips para hacer frente a estos desafíos. En concreto, la Comisión ha adoptado una Comunicación donde se expone la estrategia europea y la justificación del paquete, dos propuestas de Reglamento y una Recomendación.
El Parlamento Europeo y los Estados miembros tendrán ahora que debatir las propuestas de la Comisión sobre una Ley de Chips europea por el procedimiento legislativo ordinario. Una vez adoptado, el Reglamento será directamente aplicable en toda la UE.
Mientras tanto, se anima a los Estados miembros a seguir la Recomendación, que establece un conjunto de herramientas para el seguimiento y la mitigación de las perturbaciones en el ecosistema de los chips. Esto incluye medidas inmediatas que podrían adoptarse si son adecuadas para contribuir a resolver la actual penuria antes de la entrada en vigor del Reglamento.
La Ley de Chips de la UE movilizará más de 43.000 euros de inversiones públicas y privadas y establecerá medidas para prevenir, preparar, prever y afrontar con rapidez cualquier perturbación futura de las cadenas de suministro, en colaboración con los Estados miembros y nuestros socios internacionales. Permitirá a la UE cumplir su objetivo de duplicar su cuota de mercado actual hasta el 20 % en 2030.
“La Ley Europea de Chips será un punto de inflexión para la competitividad mundial del mercado único europeo. A corto plazo, aumentará nuestra resiliencia frente a futuras crisis, al permitirnos anticipar y evitar interrupciones de la cadena de suministro. A medio plazo, contribuirá a convertir a Europa en líder industrial en este sector estratégico. Mediante la Ley Europea de Chips aportamos las inversiones y la estrategia, pero la clave de nuestro éxito reside en los innovadores europeos, nuestros investigadores de categoría mundial, en las personas que han hecho que nuestro continente prospere a lo largo de las décadas”, declaró la presidente de la Comisión, Ursula von der Leyen.
Ley Europea de Chips
La Ley Europea de Chips garantizará que la UE disponga de las herramientas, competencias y capacidades tecnológicas necesarias para convertirse en líder en este ámbito más allá de la investigación y la tecnología en materia de diseño, fabricación y embalaje de chips avanzados, a fin de garantizar su suministro de semiconductores y reducir su dependencia. Sus principales elementos son los siguientes:
- La iniciativa Chips para Europa mancomunará recursos de la Unión, de los Estados miembros y de terceros países asociados a los programas de la Unión existentes, así como del sector privado, a través de la «Empresa Común Chips» mejorada resultante de la reorientación estratégica de la Empresa Común para las Tecnologías Digitales Clave existente. Se asignarán 11 000 millones de euros para reforzar la investigación, el desarrollo y la innovación existentes; garantizar el uso de herramientas avanzadas de semiconductores, líneas piloto para la creación de prototipos, ensayos y experimentación de nuevos dispositivos para aplicaciones innovadoras en la vida real; formar trabajadores, y fomentar una comprensión profunda del ecosistema y la cadena de valor de los semiconductores.
- Un nuevo marco para garantizar la seguridad del suministro gracias a la atracción de inversiones y la mejora de las capacidades de producción, algo muy necesario para que prospere la innovación en nodos avanzados y chips innovadores y eficientes desde el punto de vista energético. Además, un Fondo de Chips facilitará el acceso a la financiación de las empresas emergentes para ayudarlas a madurar sus innovaciones y atraer inversores. También incluirá un mecanismo de inversión de capital en semiconductores al amparo de InvestEU para apoyar a las empresas emergentes en expansión y a las pymes, y facilitar su expansión en el mercado.
- Un mecanismo de coordinación entre los Estados miembros y la Comisión para supervisar la oferta de semiconductores, calcular la demanda y adelantarse a las penurias. Hará un seguimiento de la cadena de valor de los semiconductores recopilando información clave de las empresas para cartografiar las principales deficiencias y cuellos de botella. Diseñará en colaboración una evaluación común de crisis y coordinará las medidas que deban tomarse a partir de un nuevo conjunto de instrumentos de emergencia. También reaccionará conjuntamente de forma rápida y decidida, haciendo pleno uso de los instrumentos nacionales y de la UE.
Fuente de imagen: Comisión Europea