La Comisión Europea ha adoptado el pasado miércoles 13 de Marzo la nuevas reglas que aceleran el despliegue de los Sistemas Cooperativos de Transporte Inteligente (C-ITS) en las carreteras europeas. Esta decisión abre una etapa fundamental para permitir la comunicación entre vehículos. A partir de este año, los vehículos, las señales de tráficos y las autopistas estarán equipadas con tecnología para enviar mensajes estandarizados a todos los usuarios que se encuentran a su alrededor.
La nueva tecnología permitirá a los vehículos “hablar” entre sí, con las infraestructuras de la carretera y con otros usuario sobre situaciones potencialmente peligrosas, obras o la sincronización con semáforos, haciendo que el transporte por carretera sea más seguro, límpio y eficiente. Estas nuevas reglas, en línea con las propuestas sobre movilidad limpia introducidas por la Comisión Juncker, son un paso más para modernizar el sector de la movilidad europeo, preparandolo para la neutralidad climática en la segunda mitad del siglo y contribuyendo al objetivo a largo plazo de la UE de acercarse a cero muertes y lesiones graves en 2050 (“Visión Cero”).
Las especificaciones establecen los requisitos legales mínimos para la interoperabilidad entre los diferentes sistemas cooperativos utilizados. La interoperabilidad permitirá a todas las estaciones equipadas intercambiar mensajes con cualquier otra estación de forma segura en una red abierta.
Se espera que el elemento cooperativo – habilitado por la conectividad digital entre los vehículos y entre estos y la infraestructura de transporte – mejore significativamente la seguridad vial, la eficiencia del tráfico y la comodidad al conducir, al ayudar al conductor a tomar las decisiones correctas y adaptarse a la situación del tráfico.
Sistemas Cooperativos de Transporte Inteligente (C-ITS)
Los Sistemas Cooperativos de Transporte Inteligente (C-ITS) conectan a todos los usuarios de la vía y los administradores del tráfico para que puedan compartir y utilizar la información en tiempo real. Esto permite la coordinación de acciones a un nivel completamente nuevo. A partir de este año, los vehículos, las señales de tráfico y las autopistas estarán equipadas con tecnología para enviar mensajes estandarizados a todos los participantes del tráfico a su alrededor.
Al principio, esto consistirá en simples servicios de información, por ejemplo, alertándo de un atasco de tráfico o obras viales, o informándo de la velocidad correcta para que el próximo semáforo se ilumine en verde. Sin embargo, la misma tecnología podría usarse para servicios adicionales, por ejemplo, para informar sobre el tráfico en tiempo real y las condiciones de estacionamiento, o para advertir a los peatones y ciclistas cercanos. Los desarrolladores de C-ITS ya han realizado una hoja de ruta para unos 200 servicios adicionales.
Los vehículos equipados con Sistemas Cooperativos de Transporte Inteligente ya están en la carretera hoy, aunque en un número limitado, lo que demuestra que la tecnología es efectiva y confiable. En 2019, se espera que los fabricantes de vehículos en toda la UE comiencen a equipar sus vehículos, y los operadores de carreteras comiencen a equipar sus carreteras con tecnología C-ITS.
La tecnología de los sistemas de transporte inteligente cooperativo normalmente se integrará directamente en el vehículo. Los costes totales por automóvil se estiman en alrededor de 300 €, que se espera que disminuyan a medida que se equipan más vehículos. Algunos fabricantes de vehículos pueden ofrecer la tecnología como equipo de seguridad estándar.
La visión de la UE de la movilidad conectada y automatizada
La Comisión Europea en el documento “En ruta hacia la movilidad automatizada: estrategia de la UE para la movilidad del futuro” propone un planteamiento global de la UE a propósito de la movilidad conectada y automatizadas por el que se establezca una agenda europea clara, prospectiva y ambiciosa.
En objetivo es que Europa asuma el liderazgo mundial en el despliegue de la movilidad conectada y automatizada a través de un cambio sustancial por el que se reduzca el número de víctimas mortales en las carreteras europeas y se reduzcan las emisiones nocivas del transporte y la congestión. Las fechas que se barajan es que los primeros vehículos que se autoconduzcan, en unas condiciones de conducción específicas, podrían estar disponibles en el mercado en 2020 y convertirse en moneda común en 2030.
Los vehículos que asisten al conductor están ya disponibles en el mercado de la UE (niveles 1 y 2) y los vehículos automatizados que pueden conducirse de manera autónoma en un número limitado de situaciones de conducción (niveles 3 y 4) están siendo objeto de ensayos y está previsto que algunos de ellos se comercialicen de aquí a 2020.
La Comisión ha identificado los casos de uso de la automatización que son pertinentes desde la perspectiva de las políticas de su competencia a lo largo del próximo decenio (véase el recuadro siguiente), aunque estará dispuesta a considerar posibles casos de uso nuevos que se desarrollen en los próximos años.
- Está previsto que en 2020 estén disponibles turismos y camiones capaces de gestionar de manera autónoma situaciones específicas en la carretera (niveles 3 y 4) (en casos concretos de conducción de turismos y camiones por carretera13 y caravanas de camiones). Automóviles y camiones capaces de gestionar ciertas situaciones de baja velocidad, como camiones de basura (en un marco de cooperación con trabajadores humanos) o servicios de estacionamiento automático (automóviles que se autoconducen a una plaza de estacionamiento) podrían estar circulando por las ciudades en 2020. Las capacidades de los vehículos irán desarrollándose posteriormente para satisfacer situaciones cada vez más complejas (por ejemplo, un mayor tiempo de funcionamiento o recorridos más prolongados sin la participación del conductor).
- Cabe prever que en 2020, en el contexto del transporte público, estén disponibles vehículos capaces de gestionar un número limitado de situaciones de conducción a baja velocidad (nivel de automatización 4), como lanzaderas urbanas para desplazamientos predeterminados y pequeños vehículos de reparto o de movilidad. Lo más probable es que sigan requiriendo supervisión humana y/o funcionen en distancias muy cortas. El número de situaciones que estos vehículos puedan gestionar aumentará con el tiempo (por ejemplo, un mayor tiempo de funcionamiento, recorridos más prolongados sin la supervisión humana, mayor velocidad).
Aunque los vehículos automatizados no necesitan necesariamente estar conectados y los vehículos conectados no requieren automatización, se prevé que, a medio plazo, la conectividad sea un importante factor facilitador de los vehículos sin conductor. Por consiguiente, la Comisión aplicará un enfoque integrado a la automatización y la conectividad de los vehículos. A medida que los vehículos estén cada vez más conectados y automatizados, podrán coordinar sus maniobras, haciendo uso de un soporte activo de las infraestructuras y habilitando una gestión verdaderamente inteligente de una circulación más fluida y segura.
Muchos vehículos ya están conectados con tecnologías móviles y se prevé que, en 2022, todos los automóviles nuevos estén conectados a internet.