La Comisión Europea ha desvelado la semana pasada sus ideas y medidas relacionadas con los datos y la Inteligencia Artificial (IA). La estrategia presenta una sociedad europea impulsada por soluciones digitales que sitúan en el lugar preferente a las personas, abre nuevas oportunidades para las empresas y da impulso al desarrollo de una tecnología fiable que fomente una sociedad abierta y democrática y una economía dinámica y sostenible. La estrategia europea de datos y las opciones estratégicas destinadas a garantizar un desarrollo de la inteligencia artificial centrado en el ser humano constituyen los primeros pasos en pos de esos objetivos.
Durante los cinco próximos años, la Comisión se centrará en tres objetivos fundamentales en el ámbito digital:
- una tecnología que redunde en beneficio de las personas;
- una economía justa y competitiva; y
- una sociedad abierta, democrática y sostenible.
Estas nuevas políticas y marcos permitirán que Europa implante tecnologías digitales punteras y refuerce sus capacidades de ciberseguridad.
Europa como líder de una IA fiable
Europa quiere convertirse en un líder mundial en sistemas de inteligencia artificial (IA) que pueden usarse y aplicarse de forma segura. En la actualidad se cuenta con excelentes centros de investigación, sistemas digitales seguros y una sólida posición en robótica, así como unos sectores manufactureros y de servicios competitivos, que abarcan desde la automoción a la energía, pasando por la asistencia sanitaria o la agricultura.
En el su Libro Blanco sobre Inteligencia Artificial presentado la semana pasada, la Comisión propone un marco para una inteligencia artificial fiable, basada en la excelencia y la confianza. En asociación con los sectores público y privado, el objetivo es movilizar recursos a lo largo de toda la cadena de valor y crear los incentivos apropiados para acelerar la implantación de la IA, también entre las pequeñas y medianas empresas. Para ello será también necesario colaborar con los Estados miembros y la comunidad investigadora, con el fin de atraer y retener el talento. En vista de que los sistemas de IA pueden ser complejos y conllevar unos riesgos importantes en determinados contextos, es esencial crear confianza. Son necesarias normas claras, que aborden los sistemas de IA con un elevado nivel de riesgo sin suponer una excesiva carga para los que entrañan unos riesgos menores. Las estrictas normas de la UE en materia de protección de los consumidores, que abordan las prácticas comerciales desleales y protegen los datos personales y la privacidad, siguen siendo aplicables.
Para los casos de riesgo elevado, como los que afectan a los ámbitos de la salud, las actividades policiales o el transporte, los sistemas de IA deben ser transparentes y trazables y garantizar una verificación humana. Las autoridades deben poder probar y certificar los datos utilizados por los algoritmos, como actualmente hacen con los cosméticos, los turismos o los juguetes. Es necesario contar con datos no sesgados para que los sistemas con un elevado nivel de riesgo se desarrollen de forma que su funcionamiento sea el adecuado y se garantice el respeto de los derechos fundamentales, en particular la no discriminación. Aunque, actualmente, el uso del reconocimiento facial para la identificación biométrica remota está sujeto a una prohibición general y solamente es posible en casos excepcionales, debidamente justificados y proporcionados, supeditándolo a salvaguardias y al cumplimiento de la legislación de la UE o nacional, la Comisión pretende iniciar un amplio debate sobre las circunstancias que, en su caso, podrían justificar esas excepciones.
Para las aplicaciones de IA de menor riesgo, la Comisión prevé un sistema de etiquetado voluntario en caso de que apliquen normas más estrictas.
Europa como líder de la economía de los datos
La cantidad de datos que generan las empresas y los organismos públicos crece constantemente. La siguiente ola de datos industriales transformará profundamente el modo en que producimos, consumimos y vivimos. Sin embargo, la mayor parte de su potencial sigue estando desaprovechado. Europa cuenta con todo lo necesario para convertirse en líder en esta nueva economía de los datos: la base industrial más potente del mundo, con unas pymes que son una parte vital del tejido industrial; las tecnologías; las capacidades; y ahora también una visión clara.
El objetivo de la estrategia europea de datos es asegurar que la UE se convierte en un modelo de sociedad empoderada por los datos y en un líder de esa sociedad. Con ese fin, busca crear un auténtico espacio europeo de datos, un mercado único de datos, para desbloquear los datos no utilizados, permitiendo que fluyan libremente por toda la Unión Europea y entre sectores, en beneficio de las empresas, los investigadores y las administraciones públicas. Los ciudadanos, las empresas y las organizaciones deben estar habilitados para tomar mejores decisiones con base en el conocimiento que aporten los datos no personales. Los datos deben estar disponibles para todos, ya se trate de entidades públicas o privadas, de empresas emergentes o de grandes empresas.
Para lograrlo, la Comisión propondrá, en primer lugar, la creación del marco regulador correcto en materia de gestión de los datos, del acceso a ellos y de su reutilización entre empresas, entre administraciones y entre empresas y administraciones. Esto implica crear incentivos para el intercambio de datos y adoptar normas prácticas, justas y claras para el acceso a los datos y el uso de los mismos, que cumplan con los valores y los derechos europeos como la protección de los datos personales, la protección de los consumidores y la legislación en materia de competencia. También supone aumentar la disponibilidad de los datos del sector público abriendo conjuntos de datos de alto valor en toda la UE y permitiendo su reutilización para la innovación basada en ellos.
En segundo lugar, la Comisión pretende apoyar el desarrollo de los sistemas tecnológicos y la siguiente generación de infraestructuras, lo que permitirá a la UE y a todos los actores aprovechar las oportunidades que brinda la economía de los datos. Contribuirá a las inversiones en proyectos europeos de gran impacto sobre espacios de datos europeos e infraestructuras en la nube fiables y eficientes desde el punto de vista energético.
Finalmente, pondrá en marcha medidas sectoriales específicas, para construir espacios europeos de datos, por ejemplo en relación con la fabricación industrial, el pacto verde, la movilidad o la salud.
Próximas etapas
Según se establece en la estrategia anunciada la semana pasada, a lo largo de este año la Comisión presentará una norma de servicios digitales y un plan de acción europeo para la democracia, propondrá una revisión del Reglamento eIDAS y reforzará la ciberseguridad mediante la creación de una unidad informática conjunta. Europa también continuará construyendo alianzas con socios internacionales, aprovechando su poder regulatorio, su construcción de capacidades, su diplomacia y su economía para promover el modelo europeo de digitalización.