Si hace unos meses publicamos cómo terapias de luz basadas en iluminación ultravioleta podría ser un método efectivo para prevenir la osteoporosis y la pérdida de masa muscular en ancianos, ahora, investigadores de la Universidad Médica y Dental de Tokio muestran como la irradiación láser puede ser también una potencial opción terapéutica para tratar la osteoporosis. En particular la irradiación láser inhibe la expresión de la “esclerostina”, una proteína inhibidora de la osteogénesis, sin causar inflamación.
La osteoporosis es una enfermedad por la que se produce una disminución de la densidad de masa ósea como resultado de la edad y otras influencias. Este debilitamiento es la principal causa de fracturas en los ancianos, a menudo después de lesiones triviales, haciendo que el tratamiento de estas “fracturas patológicas” sea realmente un desafío. La salud de los huesos es un proceso dinámico de remodelación continua controlado por múltiples factores. La esclerostina, una glicoproteína codificada por el gen SOST, es producida por las células óseas y suprime la formación de huesos. Ahora, los investigadores de la Universidad Médica y Dental de Tokio (TMDU) han demostrado que la irradiación láser, al inhibir la expresión de la esclerostina sin inducir a la inflamación, se muestra como una terapia prometedora para la osteoporosis.
Los láseres se han utilizado en la práctica médica y dental por sus efectos beneficiosos de fotobiomodulación en la curación de los tejidos. Los beneficios de la terapia con láser de bajo nivel están recibiendo cada vez más atención en las esferas de la medicina y la odontología que requieren una mayor regeneración ósea.
El equipo sabía que en la cirugía periodontal, el hueso que se sometió a una destrucción controlada usando un tipo específico de láser conocido como láser Er:YAG sanaba más rápido que el hueso sometido a una perforación convencional. Por lo tanto, se preguntaban si la irradiación del láser Er:YAG modificaba la expresión SOST en el hueso. «Nos propusimos comparar la expresión génica integral y secuencial y las respuestas biológicas de curación en el hueso tratado con láser, perforado de forma convencional y sin tratar, así como investigar el efecto de bioestimulación de un láser Er:YAG en las células osteogénicas», explica Yujin Ohsugi, autor principal de la investigación.
Los investigadores estudiaron primero los patrones de expresión génica en los huesos del cráneo de las ratas durante la curación a las 6, 24 y 72 horas después de la perforación o el tratamiento con láser. Se realizó un análisis inmunohistoquímico a 1 día para detectar la expresión de la esclerosis. Además, se irradiaron cultivos de células osteogénicas in vitro y se evaluó la muerte celular y la concentración de esclerostina.
«Confirmamos la disminución de la expresión de la esclerostina después de la irradiación con láser tanto in vivo como in vitro», afirma Sayaka Katagiri, coautor desginado de la investigació. «Curiosamente, el análisis reveló una clara distinción en la pauta de expresión genética entre los huesos perforados con fresa convencional y los huesos tratados con láser a las 24 horas, y sólo los primeros mostraban vías enriquecidas relacionadas con la inflamación. Es significativo que a las 6 horas de la ablación con láser, la vía de señalización del hipopótamo que limita el crecimiento excesivo de los tejidos se enriqueció pero las vías relacionadas con la inflamación no se vieron afectadas, lo que sugiere que la irradiación con láser funcionó mediante bioestimulación mecánica».
El descubrimiento de que la estimulación mecánica de la irradiación láser inhibe las vías que suprimen la regeneración ósea sin provocar inflamación puede ayudar al desarrollo de métodos terapéuticos basados en el láser. Esos métodos podrían utilizarse en los tratamientos de la osteoporosis y para inducir o promover la regeneración ósea en los procedimientos médicos y dentales.