Los primeros vehículos autónomos ya están previstos para los próximos años. Y con ellos, se prevé que haya menos tráfico, menos contaminación y accidentes que con los automóviles de hoy. Sin embargo, el coche sin conductor se enfrentará a determinados dilemas: por ejemplo, tienen que escoger entre salvar la vida de su pasajero o de un peatón, según afirma el CNRS (Centre National de la Recherche Scientifique). El estudio al que se refiere se publicó el 24 de junio en la revista Science.
Los investigadores del CNRS, Centre National de la Recherche Scientifique, de la Universidad de Oregon y el Massachusetts Institute of Technology (MIT) han estudiado por primera vez cómo los estadounidenses perciben los vehículos automáticos. Sorprendentemente, los encuestados tienen una fuerte preferencia por este tipo de coches, que ante un dilema como el de tener que decidir ante la vida de su conductor o de un pasajero, «sacrificarían» la vida de su pasajero por el bien de la mayoría. Curiosamente, se muestran menos dispuestos a adquirir un vehículo automático si el gobierno los impusiera como una forma de salvar más vidas. Por tanto, tal legislación podría tener el efecto paradójico de coste de vidas, al impedir los ciudadanos su adopción, siendo en realidad más seguros que los vehículos actuales.
Estos coches impresionan con sus muchas ventajas: será una conducción más relajada, y eficiente, ya que consume menos energía, su uso generalizado mejorará el flujo de tráfico y, sobre todo, este tipo de coche tendrá un impacto significativo en el número de accidentes. Eso sí, llegado el caso, elegirá entre dos desastres: los automóviles sin conductor pueden, por ejemplo, ser llevados a decidir en una fracción de segundo, si ahorran las vidas de sus pasajeros o la de un grupo de peatones. Sabiendo que las probabilidades de que se produzcan estas situaciones son muy elevadas, el CNRS plantea en su artículo: “¿Estamos preparados para conducir en un coche programado para matarnos cuando nuestro sacrificio puede salvar más de una vida?”
La mayoría, se quedan con el coche que tienen
Dos psicólogos y un ordenador, respectivamente del CNRS y de la Universidad de Oregon y el MIT, se centraron en esta cuestión. Para ello, se encuestaron a cerca de 2000 ciudadanos americanos, a través de seis encuestas.
El primer resultado es sorprendente: más del 75% de los encuestados están moralmente convencido de que debemos utilizar el coche automático que sacrifica a su conductor por el bien de la mayoría.
Sigue siendo superior al 50%, incluso en situaciones extremas donde el pasajero viaja con sus hijos. Yendo más lejos, los científicos se preguntaban si las intenciones de compra de los encuestados corresponden a sus convicciones morales. En ese caso, los encuestadores detectaron una gran contradicción: prefieren adquirir un coche que los protege.
Para permitir a los usuarios explorar diferentes escenarios, los investigadores han desarrollado un portal en Internet, Moral Machines, que tiene como objetivo identificar y estudiar las situaciones en las que la gente encuentra más dificultades para tomar una decisión.
Fuente e imagen: CNRS