Autor: Departamento de Marketing de Gewiss Ibérica, S.A.
“Quiero que entiendan lo oscuros que son los lunes en la vida de un trabajador”, dijo Olivetti a sus directivos. En el distrito construido en Pozzuoli, la oscuridad de los lunes deja paso a la luz.
Del encuentro entre Adriano Olivetti, empresario visionario, y Luigi Cosenza, arquitecto encargado del estudio del Plan Regional de Campania, nació a principios de la década de 1950 uno de los complejos industriales más bellos de Italia.
La fábrica Olivetti en Pozzuoli representa un raro ejemplo de armonía entre la arquitectura industrial y un entorno paisajístico de extraordinaria importancia. La planta es el manifiesto de las políticas de desarrollo económico y social más visionarias promovidas por Adriano Olivetti en los años cincuenta, quien, de manera sorprendente, efectuó inversiones económicas en el sur de Italia, en un momento histórico de gran emigración desde esa región. El diseño de una planta industrial en Nápoles, menos de una década después del fin de la guerra europea, significaba plantearse no solo objetivos técnicos, sino también metas morales y medioambientales. El diálogo abierto entre Olivetti y Cosenza permitió que tales aspiraciones se transformaran en una arquitectura extraordinaria, en la que las tradiciones constructivas de Campania se entrelazan con la búsqueda de la solución funcional más eficiente.
Ubicada en una parcela de 15 hectáreas, el proyecto original se basa en la idea de dejar entrar la mayor cantidad de luz natural posible. Los distintos edificios del complejo cuentan con grandes ventanales diseñados para conectar personas, considerados el centro de la fábrica, con el paisaje circundante inmerso en la naturaleza, que permiten que la vista se extienda más allá del espacio cerrado.
En la inauguración de 1955, Adriano Olivetti declaró: “Situada frente a una de las bahías marítimas más singulares del mundo, el arquitecto ha diseñado esta fábrica respetuosa con su hermoso entorno, para que esta belleza sea fuente de consuelo en la jornada laboral. La fábrica ha sido diseñada a escala humana, para que el lugar de trabajo sea un instrumento de realización”.
Originalmente planta industrial de mecánica y telecomunicaciones, tras la marcha de Olivetti los talleres no perdieron su carácter de espacio de investigación y desarrollo para la producción y hoy albergan oficinas privadas y sedes de organismos dedicados a misiones científicas, como el CNR y ramas de universidades napolitanas.
La renovación de las nuevas oficinas
El proyecto de renovación de Wip Architetti incluyó la construcción de nuevas oficinas para una empresa multinacional del sector energético, ubicadas dentro del grupo C del distrito. La intervención abarcó un área de unos 3600 metros cuadrados en la planta baja del edificio e incluyó unos 125 metros cuadrados de entrepiso.
El área de intervención se divide en 3 macro zonas: la entrada, la estructura central (compuesta por la planta baja con una porción adyacente del entrepiso destinada a puestos de trabajo y salas de reuniones) y el área perpendicular a la estructura central (destinada a puestos de trabajo, salas de reuniones, auditorio y áreas técnicas).
En el desarrollo del proyecto, se dio gran importancia a la luz natural y al diálogo entre las áreas abiertas y los espacios verdes exteriores. Los grandes ventanales con vistas al mar y al Vesubio fueron sustituidos, manteniendo las dimensiones originales, los mismos tipos y el aspecto industrial, para no alterar la arquitectura del complejo y respetar las restricciones impuestas por la Superintendencia Arqueológica Bellas Artes y Paisajismo del Área Metropolitana de Nápoles.
El proyecto de iluminación
La singularidad de la fábrica de Pozzuoli se manifiesta en la consecución de una relación armónica entre el hombre y la naturaleza, de la misma manera que el sistema de iluminación fue concebido para integrarse con respeto al trabajo de algunos de los mayores protagonistas del renacimiento industrial italiano de la posguerra.
La iluminación desempeña un papel fundamental en el enriquecimiento y uso de los espacios; la fase de diseño requirió una planificación cuidadosa para armonizar tres directrices distintas:
- especial atención a la eficiencia energética;
- iluminación diseñada específicamente para promover el bienestar de los empleados, mejorando el desarrollo de las actividades y evitando la fatiga visual;
- diálogo dinámico con la luz natural que inunda el edificio.
De entre la amplia gama de productos de PERFORMANCE iN LIGHTING, se seleccionaron luminarias específicas para la iluminación de oficinas que evitan la fatiga y garantizan un excelente confort visual, cumpliendo con la normativa vigente sobre la calidad de la luz en el lugar de trabajo. También se prestó especial atención a la sostenibilidad energética mediante el uso de productos 100 % LED, capaces de garantizar un consumo reducido.
Una iluminación de calidad mejora el bienestar y la concentración en el lugar de trabajo. Con este objetivo, se eligieron:
- Luminarias lineales LED de instalación suspendida, en techo o empotrada de la familia SL 787, conforme a la norma EN 12464-1 sobre iluminación en el puesto de trabajo. Estos productos garantizan la limitación correcta del deslumbramiento y favorecen el confort visual mediante difusores micro prismáticos que proporcionan una luz altamente uniforme.
- Luminarias circulares suspendidas, de la familia MULTI+ 30 de líneas minimalistas y en diferentes tamaños y versiones (de techo o suspendidas) que iluminan las áreas de reunión y encuentro.
- Downlights de techo de la familia DLSB y apliques de pared completan la propuesta y garantizan la iluminación general y de seguridad en las zonas de paso.
El flujo luminoso de la mayoría de las luminarias instaladas está controlado por el protocolo digital DALI, que permite variar el nivel para adaptarlo a las condiciones cambiantes de la luz natural, proporcionando en todo momento el nivel luminoso óptimo para el bienestar de los empleados.
La fusión de dos elementos clave: el bienestar del trabajador y la grandeza de la naturaleza, es percibida en todo el complejo. La intervención de renovación de iluminación ha enriquecido y reinterpretado en clave contemporánea, un patrimonio cultural concebido con visión y conseguido con perseverancia hace ya sesenta años.
Fotos: Mario Ferrara