El Palacio Gyeongbokgung, ubicado en el corazón de Seúl, y que en el siglo XIV fue una impresionante residencia real, hoy es considerado una obra maestra del estilo arquitectónico pagoda. Este complejo monumental se extiende sobre un área de 400.000 m2, y representa siglos de historia y tradición coreanas, convirtiéndose en toda una atracción turística que fascina a millones de visitantes de todo el mundo. La luz de ERCO crea un ambiente mágico en este lugar, destacando en la noche las peculiaridades arquitectónicas del edificio.
La construcción original del palacio se remonta al año 1395. Este complejo, que tras guerras y conflictos quedó casi destruido, fue reconstruido en 1868, pero durante el período colonial japonés (1910-1945) fue dañado nuevamente, quedando parcialmente demolido. Hubo que esperar hasta 1990 para que el Palacio Gyeongbokgung y sus residencias fueran de nuevo restaurados en su forma original.
La visita de las instalaciones se convierte en un viaje a través del tiempo, hacia la Corea del siglo XIV. Las residencias dentro del palacio son representaciones ideales del estilo arquitectónico tradicional de la pagoda coreana. Este estilo se caracteriza por edificios excelentes de varios pisos con plantas individuales que están separadas entre sí por cornisas salientes. Los techos arqueados están adornados de forma colorida, y ornamentados con finos detalles. Las pagodas servían tradicionalmente para albergar los huesos de monjes budistas particularmente ilustrados.
Un viaje en el tiempo al siglo XIV proyectado con luz
El diseño de la iluminación fue realizado por bitzro & partners, una de las empresas líderes en Corea del Sur. El objetivo que perseguía su concepto para el Palacio Gyeongbokgung era llevar a los visitantes a un viaje a través del tiempo mediante la iluminación.
«Vivimos en el siglo XXI, pero las noches que nosotros vemos hoy son las mismas que las que veía la gente hace 500 años», nos dice Kiyoung Ko, fundadora y directora de diseño de bitzro & partners. «La idea era diseñar la iluminación de tal manera que las personas que hoy visitan el palacio puedan experimentar una sensación similar a la que experimentaban las personas que lo visitaron y vivieron allí hace medio milenio: ¿qué vio y sintió el rey mientras caminaba por su palacio bajo un cielo nocturno estrellado? ¿Cómo se sintieron las mujeres del palacio mientras deambulaban por los jardines? ¿Cómo era el reflejo del palacio en el agua a la luz de la luna? Queríamos que esta experiencia fuera lo más auténtica y comprensible para los visitantes».
Antes, la iluminación tradicional coreana solía realizarse con lámparas de queroseno, que proporcionan una temperatura de color cálida. La luz emerge suavemente a través de la ventana tradicional de papel hanji y, vista desde fuera, crea un aura mística. Por eso, bitzro & partners apostó principalmente por una iluminación indirecta con una temperatura de color blanco cálido de 3000K, a fin de reflejar el antiguo ambiente de palacio. Además, los diseñadores decidieron a propósito no iluminar los edificios completamente por la noche, sino resaltar ciertos rasgos arquitectónicos, como las cornisas del techo, las columnas y los detalles ornamentales.
«Para perfeccionar el aura, teníamos que estar seguros de que la iluminación fuera precisa y controlable, y de que no se produjera dispersión de luz», nos explica Kiyoung Ko. «Gracias a ERCO, pudimos satisfacer este requisito».
La luz escenifica con la habilidad la magnitud del complejo
El salón Geunjeongjeon está ubicado en medio de un espacioso patio, en el corazón del Palacio Gyeongbokgung. En esta sala del trono principal, quizás el complejo más famoso del palacio, el rey concedía antiguamente audiencias, hacía declaraciones oficiales y recibía a los emisarios extranjeros. La estructura del edificio, construida principalmente de madera, provista de balaustradas con muchos detalles y ornamentada con esculturas como dragones y fénix, descansa sobre un estrado de piedra de dos niveles.
El salón está iluminado desde una gran distancia con proyectores Kona, con una distribución luminosa precisa narrow spot de 6°. Como el edificio es patrimonio cultural nacional, tuvo que ser iluminado desde una distancia de aprox. 70m, con un total de diez proyectores instalados en dos mástiles. El elevado flujo luminoso del módulo LED de 42W convierte a Kona en la herramienta de iluminación ideal para largas distancias de proyección.
Bañado de pared para facilitar la orientación y resaltar los detalles arquitectónicos
El pabellón Gyeonghoeru, un edificio de un solo piso construido de piedra y madera, domina en medio de una pequeña isla ubicada en un lago artificial que se encuentra dentro del palacio. Este pabellón, al que se puede acceder a través de tres puentes, era antiguamente escenario de celebraciones y banquetes de estado. La disposición de las columnas representa el antiguo principio filosófico de la dualidad del yin y el yang. Para iluminar la estructura, se utilizaron luminarias empotrables en el suelo cuadradas Tesis, que destacan los coloridos adornos de la cornisa y trazan el arco ascendente del techo en los laterales del pabellón.
«Una ventaja de estas luminarias es que pudimos instalarlas discretamente en el suelo y encima de las piedras», nos dice Kiyoung Ko. «La luz guía a los visitantes por sí misma, y revela los sofisticados detalles arquitectónicos del pabellón. La luminaria en sí apenas se ve».
Tecnología LED moderna para el monumento cultural más importante de Corea del Sur
Para satisfacer las exigencias que imponían el concepto de iluminación y la complejidad arquitectónica del palacio, bitzro & partners utilizaron la tecnología LED más moderna: era importante conseguir una elevada reproducción cromática (CRI> 92) y una consistencia de color fiable, a fin de presentar fielmente los delicados detalles decorativos de las estructuras. Pensando en las exigencias de patrimonio histórico, los diseñadores se decantaron por luminarias de exteriores ERCO de bajo mantenimiento. El 90% de los LED conservan el 90% de su flujo luminoso inicial, incluso después de 50.000 horas de funcionamiento. El índice de fallo por LED es inferior al 0,1% durante este período. Las nuevas luminarias LED toman el relevo de la antigua iluminación con lámparas de halogenuros metálicos. Esta modernización permite ahorrar aprox. un 80% de energía.
«Las texturas y los detalles de las superficies de madera y piedra, que habían quedado algo olvidadas durante mucho tiempo en el palacio, ahora resplandecen de nuevo a la perfección», nos cuenta Kiyoung Ko. «Gracias a los diferentes ángulos de irradiación de alta precisión, pudimos implementar perfectamente todos los detalles de nuestro concepto de iluminación».
El Palacio Gyeongbokgung no es solo una atracción turística para visitantes de todo el mundo. Con la nueva iluminación, ahora también es un icono cultural extraordinario que muestra la historia y la tradición coreanas con una nueva luz.
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