La Catedral de Palma, joya arquitectónica que ha presidido el horizonte mallorquín durante siglos, ha comenzado un nuevo capítulo de su rica historia. Al caer la noche, su majestuosidad se ve ahora realzada por una nueva solución de iluminación exterior, que combina la última tecnología LED con un profundo respeto por su legado.
Desde tiempos inmemoriales, la Catedral, también conocida como La Seu, ha sido un testigo silente de la evolución de Palma. Cada piedra, cada vitral, cada rincón del edificio narra una historia, y la iluminación juega un papel crucial en la narración de esos relatos. Su antiguo sistema de alumbrado exterior se encontraba obsoleto no mostrando toda su monumental majestuosidad. Ahora, con la implementación de la tecnología LED, cada detalle resplandece, mostrando la verdadera esencia de la Catedral.
La semana pasada el alcalde de Palma, Jaime Martínez Llabrés, acompañado por el obispo de Mallorca, Monseñor Sebastià Taltavull, y el deán de la Catedral, D. Teodoro Suau, inauguraron el nuevo alumbrado exterior, que trae importantes mejoras tanto en la calidad de la iluminación como en el consumo energético de la instalación.
Uno de los aspectos más destacados de esta actuación es la precisión con la que la nueva iluminación reproduce el color original de la piedra. La tecnología LED, al ser más versátil y ajustable que las fuentes de luz convencionales, ha permitido que los especialistas reproduzcan fielmente los tonos y matices de la edificación, realzando su belleza natural.
Atendiendo a las voces de la comunidad, el proyecto también ha unificado la iluminación entre la Catedral y la fachada de La Almudaina. Este detalle, que puede parecer menor, ha creado una cohesión visual en el entorno, generando una experiencia estética más armoniosa para residentes y visitantes.
Con una inversión total de 2.231.699 euros, parte financiado por el Ayuntamiento (1.299.999 €) y el resto incluido como mejor en el nuevo contrato de mantenimiento del alumbrado de la ciudad, la actuación ha consistido en la sustitución de las ocho farolas del perímetro por otras que incorporan proyectores específicos para la iluminación de fachadas; la instalación de 505 proyectores en diferentes emplazamientos de los que 298 están empotrados en el pavimento que rodea la Catedral y la Almudaina; y la instalación de otros 207 proyectos que han ubicado en terrazas, patios, arbotantes, cubiertas y en Ses Voltes y Dalt Murada.
Pero el proyecto no solo ha sido una cuestión de estética. La sostenibilidad y eficiencia energética ha sido un pilar fundamental en esta transformación. Con una potencia reducida de 87 a 52 kilovatios, el consumo energético ha disminuido en casi un 40 por ciento.
En resumen, la nueva iluminación LED de la Catedral de Palma no solo es un paso adelante en términos de tecnología y sostenibilidad, sino que también refuerza el valor patrimonial y estético de uno de los monumentos más icónicos de Mallorca. La Seu, con su nuevo brillo, continúa siendo un faro de cultura, historia y belleza en el corazón de Palma.
Imágenes: Ayuntamiento de Palma