Investigadores de la Universidad de Florida Central (UCF) están trabajando en el desarrollo de una capa protectora para mascarillas y demás equipos de protección en sanitarios, que incluiría un nuevo material capaz de atrapar el virus y matarlo en cuestión de segundos.
Sudipta Seal, ingeniero especializado en ciencia de materiales y nanotecnología, trabajo en colaboración con Griffith Parks, un virólogo que dirige los esfuerzos de investigación en la Facultad de Medicina de la UCF, para llevar a cabo este proyecto con la idea de: “¿por qué no crear una película protectora hecha de nanoestructuras que pueda atrapar y matar el virus?».
Para ellos, los investigadores crearán nanoestructuras que pueden capturar el virus y luego desencadenar una reacción química usando luz ultravioleta para destruirlo. Si este desarrollo tiene éxito, este revestimiento podría ser añadido a las máscaras, guantes y batas, lo que podría mantener a los proveedores de servicios de salud más seguros en la batalla contra COVID-19.
Las nanoestructuras serán creadas en el campus principal de la UCF y luego serán enviadas al laboratorio de Park en la Facultad de Medicina para compararlas con un «diccionario de virus» que tiene almacenado en un congelador.
«Yo hago la receta y el Dr. Parks la compara con su diccionario de virus», dijo Seal. «Los virus son similares en su estructura de ARN y ADN al coronavirus, pero no tan contagiosos o letales. Si funciona en estos virus estrechamente relacionados, entonces vamos al siguiente paso.»
Después de que Seal cree los materiales, Parks los someterá a una batería de pruebas para ver qué materiales matan virus específicos y a qué velocidad. Mientras que un material podría matar a todos los virus, Parks espera que algunos materiales funcionen mejor en tipos particulares de virus, un hallazgo que les permitiría adaptar los materiales en el futuro para un brote específico de un tipo de virus concreto. Si Seal y Parks tienen éxito, esperan desarrollar materiales que también puedan matar organismos causantes de enfermedades como las bacterias.
Debido a que el laboratorio de Parks no tiene el certificado de Seguridad de Peligro Biológico 3, no puede hacer pruebas con el virus COVID-19 real, que requiere instalaciones de alta contención. Si el material que desarrolla Seal demuestra ser efectivo para matar los virus de la familia de los coronavirus, los científicos de la UCF lo enviarán a un laboratorio externo certificado. Desde allí pasaría por las pruebas necesarias antes de obtener la aprobación para ser utilizado en el campo.
Podrían pasar meses, pero el enfoque podría resultar útil para otras posibles pandemias, así como para los diversos virus y bacterias a los que se enfrentan los proveedores de servicios de salud al atender a sus pacientes. «Este es un magnífico ejemplo de dos expertos científicos – que ven las cosas de maneras muy diferentes y tienen antecedentes muy distintos – que se unen para abordar un problema importante. El hecho de que este enfoque interdisciplinario pueda ayudar al mundo a hacer frente a esta pandemia lo hace aún más gratificante», concluye Parks.