Investigadores japoneses han desarrollado una pantalla ultrafina y elástica, que se ajusta perfectamente a la piel, y donde se puede mostrar un electrocardiograma para controlar de forma visual la actividad coronaria.
Gracias a los avances en la tecnología de semiconductores, los dispositivos portátiles pueden monitorear la salud controlando los signos vitales o tomando un electrocardiograma, para su transmisión de forma inalámbrica a un teléfono inteligente. Estas lecturas o formas de onda del electrocardiograma pueden mostrarse en la pantalla en tiempo real, o enviarse a la nube para almacenar toda la información y construir un historial médico completo online.
El nuevo sistema, denominado “Electrónica de la piel”, desarrollado bajo un modelo de colaboración público-privada, y dirigida por el profesor Takao Someya de la Facultad de ingeniería de la Universidad de Tokyo, va a un paso más allá en todos estos sistemas biométricos, con el objetivo de facilitar el acceso a la información a aquellas personas que tienen dificultades con el manejo de las actuales dispositivos e interfaces.
El sistema combina una pantalla flexible y deformable junto con el sistema de sensores transpirable y un módulo de comunicación inalámbrica. Los datos biométricos medidos por el sensor, como por ejemplo un electrocardiograma, pueden enviarse de forma inalámbrica a un telefóno móvil para su visualización o a la nube para su almacenamiento. Los últimos desarrollos permiten mostrar el electrocardiograma en tiempo real y mostrarlos en la pantalla especialmente diseñada para disponer en la piel del paciente.
«Nuestra pantalla de piel exhibe gráficos simples con movimiento», dice Someya. «Debido a que está hecho de materiales finos y blandos, se puede deformar libremente».
La pantalla fue desarrollado en colaboración con los investigadores de la Universidad de Ingeniería de Tokyo y la empresa japonesa líder en impresión, Dai Nippon Printin (DNP), y consiste en una matriz de microLEDs de 16×24, formando una pantalla que puede ser estirable hasta en un 45% de su longitud original.
Es la primera pantalla elástica en conseguir una durabilidad y estabilidad en el aire, donde ningún pixel individual ha fallado y que se pueda colocar cómodamente en la piel, soportando el continuo movimiento de estiramiento y contratación del cuerpo.
El sensor de piel (nanomesh) utilizado puede ser utilizado sobre la piel durante una semana sin causar ninguna inflamación o molestia. Aunque este sensor, desarrollado en un investigaciones anteriores, era capaz de medir la temperatura, la presión y la mioelectricidad (las propiedades eléctricas del músculo), solo recientemente se ha conseguido que registrará un electrocardiograma con éxito.
El dispositivo ha sido fabricado con métodos de producción industriales, que permitan el desarrollo y comercialización de la pantalla de forma rápida y con unos costes de producción ajustados. El fabricante japonés DNP, pretende llevar la pantalla al mercado en los próximos 3 años, mejorando el proceso de producción y desarrollado pantallas que puedan cubrir grandes áreas y mejorando la flexibilidad de la pantalla.
«La actual sociedad, cada vez más envejecida, requiere sensores portátiles fáciles de usar para controlar los signos vitales del paciente y favorecer las tareas de cuidado tanto de los familiares como del personal médico” comenta Someya. “Nuestro sistema puede servir como solución para satisfacer estas necesidades, y mejorar la calidad de vida de muchas personas”.