Los investigadores del Lawrence Livermore National Laboratories, organismo localizado en California, EE.UU., están actualmente llevando a cabo uno de sus proyectos más exigentes de los últimos años. Se trata de la construcción del láser más poderoso del mundo, que tendrá más potencia que todas las plantas eléctricas de Estados Unidos juntas.
Este láser que se conoce como el High Repetition Rate Advanced Petawatt Laser System (HAPLS), está siendo diseñado como un láser científico de alta-energía. Este láser combina una sofisticada tecnología de láser de diodo semiconductor con óptica avanzada, sistemas de control integrados y técnicas de manejo y control de producción de pulsos de luz ultra cortos con una tasa de repetición acorde al tipo de aplicaciones que se prevén estudiar en este centro.
El estudio está principalmente enfocado a incrementar la tasa de disparo de este tipo de instrumentos con la premisa de que a mayor tiempo de disparo, mayor potencia. Esto se traduce en que la energía del «haz de luz» se incrementará a medida que el láser siga en funcionamiento.
Según los datos disponibles la potencia total de este láser HAPLS superaría la potencia derivada de concentrar la energía del sol en un sólo punto. También podría equivaler a diez mil veces la potencia resultante de combinar las plantas eléctricas de Estados Unidos. Se trata en definitiva de un láser tan poderoso que los más potentes del mundo como el Colisionador de Hadrones se quedarían muy cortos en capacidad en comparación con el HAPLS.
Las áreas de aplicación de este láser se extienden a muchos ámbitos industriales así como a investigaciones académicas de última generación. Así se podrá utilizar para actividades que van desde la catalización de neutrones como medida de seguridad en el manejo de material radiactivo, hasta la fabricación de aparatos electrónicos a medida cuando la delicadeza debe ser extrema, investigación en tecnologías de imagen médica, aceleración de partículas, medidas de seguridad o física cuántica entre otras.
El láser HAPLS será instalado en el centro de desarrollo europeo ELI-Beamlines, Extreme Light Infrastructure Beamlines en República Checa. Cuenta con una financiación total de 45 millones de dólares y se espera que esté funcionando en 2017.