La Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL) junto con Lumileds han publicado un nuevo informe sobre los efectos de la iluminación deficiente en la siniestralidad vial, en el cual se hace un análisis de los siniestros de tráfico registrados entre 2017 y 2021 analizando los Accidentes derivados de la Visibilidad Limitada por Iluminación Deficiente (AVLID).
El estudio hace un análisis de los siniestros de tráfico que se producen cuando las condiciones de iluminación, y por tanto de visibilidad, no son las idóneas. Es decir accidentes causados por las siguientes circunstancias: falta de luz natural, ausencia de iluminación artificial en la vía, condiciones meteorológicas adversa que afectan a la visibilidad (lluvia fuerte, granizo, nieve o niebla), deslumbramientos causado por otro vehículo o por el sol, o uso indebido de la iluminación del propio vehículo (no uso de alumbrado reglamentario, circular sin luz o circular deslumbrando).
Para ello, se ha utilizado la base de datos de accidentes ARENA de la Dirección General de Tráfico de los últimos cinco años disponibles (2017-2021), en los que la visibilidad limitada y la iluminación deficiente han sido un factor concurrente. Los resultados obtenidos se muestran a continuación:
El peso de los accidentes por iluminación deficiente en la siniestralidad general
Un primer dato a destacar del informe es que los Accidentes VLID suponen el 36.6% de los accidentes registrados en los últimos 5 años (2017-2021). Los accidentes donde no concurren ninguna de las situaciones anteriormente mencionadas, es decir, el Resto de Accidentes suponen el 63.4%, por lo que “uno de cada tres accidentes de tráfico se produce por circunstancias de visibilidad limitada o por iluminación deficiente”.
En el período estudiado, las tres categorías más frecuentes de Accidentes VLID son los siguientes:
Lesividad de los accidentes por iluminación deficiente
En relación al número de víctimas y su lesividad, lógicamente existe una correlación entre el número de accidentes y el número de víctimas provocadas. Sin embargo, el dato destacable es que los Accidentes VLID que son menos frecuentes (porcentajes bajos en la Tabla 1 anterior), registran cifras elevadas de lesividad.
En los siniestros donde se registra una infracción por alumbrado (circular sin luz o deslumbrando), el 3.1% de las víctimas resultan fallecidas, y el 11.6% heridas graves. Algo similar sucede en los siniestros donde hay un no uso del alumbrado reglamentario, con el 3.1% de fallecidos y el 10.5% de heridos graves. Afortunadamente, estos tipos de accidentes se producen, como hemos dicho, con escasa frecuencia.
Sin embargo, en los accidentes en los que no hay iluminación (sin luz natural y sin luz artificial de la vía) que suponen el 12.5% del total de siniestros, algo más de 1 de cada 10, el porcentaje de fallecidos es del 2.6%, el doble que se registra en el global de accidentes de tráfico.
“En los accidentes sin iluminación (ni natural ni artificial) se producen el doble de fallecidos que en el resto de accidentes”
De manera general, los accidentes mortales suponen el 1.6% del total de accidentes y, corroborando los datos anteriores, la mortalidad en la mayoría de categorías de accidentes VLID es más elevada.
En los siniestros donde se registra un “no uso del alumbrado reglamentario”, el 4.2% resultan accidentes mortales. En aquellos que se producen sin iluminación (sin luz natural ni artificial de la vía), los accidentes mortales representan el 3.4%, cuando hay visibilidad restringida, el 2.8% o cuando se produce una infracción de alumbrado (circular sin luz o deslumbrando), el 2.6%.
Evolución de los accidentes por iluminación deficiente
En relación con la evolución de los accidentes no se registra una tendencia creciente o decreciente en las diferentes categorías de accidentes en los que intervenga la iluminación, ni de manera individual ni en su conjunto (el resto de accidentes se mantienen a lo largo del período en la horquilla del 62 -65%).
En consecuencia, nada hace prever que la tendencia vaya a variar en los próximos años, puesto que los datos muestran que el peso de los accidentes VLID se mueve en porcentajes en torno al 35-37% de manera más o menos estable.
Teniendo en cuenta esto, en 2023, para una estimación de 1.584 fallecidos por siniestros de tráfico, se calcula que al menos 683 casos serán siniestros derivados de una visibilidad limitada por iluminación deficiente. En 2031, y estimando 1.487 fallecidos, se prevén 641 casos AVLID.
Más siniestros y más lesivos en vías urbanas
El análisis comparativo de los siniestros con visibilidad limitada por iluminación deficiente en vías urbanas e interurbanas concluye que se producen significativamente y en casi todas las categorías más siniestros en las primeras que en las segundas (63,7% frente a 36,3%). Concretamente, en vías urbanas, por iluminación artificial (82,4%), meteorología adversa (82,4%) y por infracción del alumbrado (73,3%). Sin embargo, mientras que en el caso de los siniestros por infracción del alumbrado en vías urbanas la siniestralidad es alta (73,3%), con una frecuencia de ocurrencia muy baja (0,2%), y una elevada mortalidad (2,6%), en el de los siniestros por iluminación artificial la siniestralidad es también alta (82,4%) con una frecuencia de ocurrencia alta (16%) pero una mortalidad baja (1,3%)
En vías interurbanas, conducir sin iluminación es la mayor causa de siniestralidad. No obstante, los siniestros con mayor índice de mortalidad se producen en carreteras convencionales de calzada única donde concurre una visibilidad restringida por deslumbramiento (54,8%), el uso de alumbrado no reglamentario (55,6%) o una infracción por alumbrado al circular sin luz o deslumbrando (54,8%).
Del análisis conjunto de la vía y del tipo de vehículo en los siniestros con visibilidad limitada por iluminación deficiente, se obtienen también relevantes conclusiones. Llama la atención que los patinetes y las bicicletas son los vehículos más implicados en siniestros en vías urbanas por no usar alumbrado reglamentario (37,2%) o por infracción del alumbrado (19,3%). Los turismos, por su parte, están muy implicados en siniestros con visibilidad restringida (83,6%) y muy poco en los siniestros por meteorología adversa (64%). Todo lo contrario a lo que sucede en el caso de los ciclomotores, donde la meteorología adversa concurre en el 61% de los siniestros y la visibilidad restringida en el 18,1%.
La gravedad de los siniestros en vías urbanas donde concurre una iluminación deficiente está relacionada fundamentalmente con una visibilidad reducida o conducir sin luces o deslumbrando. Los siniestros más graves se producen por visibilidad restringida (1,6% de fallecidos y 11,1% de heridos graves) e infracción del alumbrado (1,14% de fallecidos y 9,4% de heridos graves). Por el contrario, en vías urbanas los siniestros con meteorología adversa registran, probablemente por el mayor nivel de alerta de los conductores, los menores niveles de lesividad (0,35 de fallecidos y 2,5% de heridos graves).
Los peatones, los más afectados por este tipo de siniestros
Peatones, conductores y pasajeros sufren las consecuencias de los siniestros por iluminación deficiente, pero muy especialmente los primeros. La letalidad es mucho mayor para ellos: cuatro de cada diez fallecidos con visibilidad restringida son peatones. También uno de cada tres fallecidos con iluminación artificial y una de cada cuatro con meteorología adversa.
Los hombres más jóvenes son los conductores más implicados en la mayoría de los siniestros con visibilidad limitada por iluminación deficiente. El porcentaje de hombres supera el 75%, llegando a representar el 76,9% en los siniestros donde se da una infracción por alumbrado, esto es, por circular sin luz o deslumbrando. Por edades, el segmento de conductores más implicados en siniestros AVLID tienen menos de 25 años en el 58,2% de los casos.
Ciclomotores y las motocicletas son los vehículos más implicados en siniestros con visibilidad limitada por iluminación deficiente. Especialmente en el caso de aquellos que se producen con iluminación artificial (27,2%) y meteorología adversa (37%). Cabe destacar, también, que la antigüedad media de los vehículos implicados en este tipo de siniestros AVLID es mayor que la de los vehículos involucrados en el resto de siniestros (10,45 años). Igualmente, que son precisamente los vehículos más entrados en años los que están más implicados en siniestros por no usar alumbrado reglamentario, siendo la edad media en estos casos de 12,57 años, una circunstancia que podría agravarse en los próximos años por el progresivo envejecimiento del parque.
Puede acceder al informe a través del siguiente enlace: