El Lighting Research Centre, responde al informe de advertencia del pasado mes de junio donde la American Medical Association (AMA) pone en tela de juicio ciertas prácticas en iluminación LED que podrían resultar nocivas para el medioambiente y ser un riesgo para la salud humana.
Si la semana pasada publicábamos la noticia sobre la petición de la Comisión Europea a su Comité Científico (SCHEER) de un informe valorando ciertos riesgos para la salud asociados con el uso de LEDs, hoy parece que el debate se extiende y salta el charco hacia Norteamérica.
Bien es sabido que EEUU está haciendo un importante esfuerzo para la conversión de sus tecnologías más convencionales y obsoletas hacia la tecnología LED, buscando los importantes ahorros que se generan y por lo tanto la menor dependencia de los combustibles fósiles, y la American Medical Association(AMA) está convencida de ello.
Pero tal como publicamos en este medio, AMA expone en una guía que ha publicado al efecto, que efectivamente, existen fuertes argumentos basados en la eficiencia energética de esta tecnología para la sustitución de los sistemas de iluminación en espacios públicos, como ciudades, carreteras, etc. en EE. UU, pero eso sí, advierte de que ciertas prácticas inadecuadas pueden tener consecuencias adversas y que ponen en situación de riesgo al medioambiente y a las personas.
Esta guía que se adoptó en su reunión anual advierte sobre estas consecuencias adversas y orienta para una selección adecuada entre las opciones de iluminación LED, con el fin, dicen, de minimizar estos efectos nocivos. Según alguno de los miembros de la Junta de Gobierno de la asociación médica, Dra. Maya Babu, cum laude, por la Harvard Medical School, “A pesar de los beneficios de la eficiencia energética, algunas luces LED son perjudiciales cuando se utiliza como iluminación de las calles” y añade que «La nueva guía AMA fomenta la atención adecuada a las características de diseño e ingeniería óptimas al sustituir a la iluminación LED para minimizar los efectos ambientales perjudiciales para la salud»
Según AMA, la alta intensidad de ciertos diseños de iluminación LED con una gran emisión de luz azul que a simple vista es de color blanco, basados en In-Ga-N (nitruro de galio-indio, utilizados para LED verde y azul) crean más reflejos por la noche que la iluminación convencional. Este malestar y perdida de agudeza visual puede provocar problemas de seguridad al disminuir la agudeza visual y creando peligro en la carretera.
Además de su impacto en los conductores, continua AMA, este LED rico en azul utilizado en iluminar las ciudades, funcionan a una longitud de onda que suprime más adversamente la melatonina durante la noche. Se estima que las lámparas LED blancos tienen cinco veces mayor impacto en los ritmos circadianos del sueño que las lámparas convencionales. AMA justifica sus argumentos en recientes informes que encontraron que la iluminación nocturna residencial más brillante se asocia a una reducción de las horas de sueño, a la propia calidad del sueño, somnolencia excesiva, problemas de funcionamiento durante el día, e incluso obesidad.
AMA advierte que los efectos perjudiciales de la iluminación del LED de alta intensidad basados en In-Ga-N (nitruro de galio-indio, utilizados para LED verde y azul) no se limitan a los seres humanos: “La iluminación exterior excesiva altera muchas especies que necesitan un ambiente oscuro. Por ejemplo, la iluminación LED mal diseñado desorienta algunas especies de aves, insectos, tortugas y peces, y los parques nacionales de Estados Unidos han adoptado diseños de iluminación óptimas y prácticas que reduzcan al mínimo los efectos de la contaminación lumínica en el medio ambiente”.
Reconociendo los efectos perjudiciales de la iluminación mal diseñada, AMA alienta para minimizar y controlar la iluminación ambiental rica en LED azul, mediante el uso de emisiones más bajas de luz azul, tanto como sea posible para reducir el deslumbramiento. AMA también recomienda que toda la iluminación LED debe protegerse adecuadamente para minimizar el deslumbramiento y la salud humana y los efectos ambientales perjudiciales, y debe considerarse la posibilidad de utilizar dispositivos de control y regulación con el fin de atenuar su intensidad durante períodos de tiempo de menor actividad.
Pero la respuesta no se ha hecho esperar. El prestigioso Lighting Research Center (LRC) con sede en Nueva York, ha emitido un dictamen criticando duramente el documento de la Asociación Médica Americana (AMA por sus siglas en inglés) donde dice que “la luz azul emitida por ciertos tipos de LED (basados en In-Ga-N -nitruro de galio-indio-, utilizados para LED verde y azul), en primer lugar, no es una preocupación para la mayoría de la población debido a nuestra sensibilidad natural a la luz” y en segundo lugar critica “las métricas a corto plazo utilizadas por la asociación”.
Los profesores Marcos Rea y Mariana Figueiro del LRC han preparado una respuesta, basadas en ciertos puntos clave:
- Acusan a la AMA de falta de rigor en las predicciones: “Las predicciones de ciertas consecuencias para la salud por la exposición a la luz dependen de una caracterización precisa del estímulo físico, así como la respuesta biológica a ese estímulo. Sin definir totalmente tanto el estímulo y la respuesta, nada significativo se puede afirmar acerca de los efectos sobre la salud de cualquier fuente de luz”.
- A pesar de ciertas subpoblaciones que merecen atención especial, los peligros de la luz azul de In-Ga-N LED probablemente no es una preocupación para la mayoría de la población en la mayoría de las aplicaciones de iluminación debido a la buena respuesta fotofóbica natural del ser humano.
- Tanto el deslumbramiento perturbador y el deslumbramiento molesto se determinan principalmente por la cantidad y distribución de la luz que entra al ojo, no por su contenido espectral.
- Es cierto que ciertos LEDs (In-Ga-N) que funcionan por longitudes de onda corta tienen un mayor potencial para la supresión de la hormona melatonina por la noche que las fuentes a base de sodio comúnmente utilizados en el exterior. Sin embargo, la cantidad y la duración de la exposición deben especificarse antes de que pueda afirmarse que este tipo de fuentes LED (Ga-In-N) afectan a la supresión de melatonina por la noche.
- No es riguroso, señalar a la radiación de onda corta de In-Ga-N de algunas fuentes de LED como un factor causal en enfermedades modernas, como consecuencia de la disrupción circadiana hasta que no se sepa más sobre los efectos de exposiciones largas a longitudes de onda de luz (cantidad, espectro, duración).
- Correlacionar temperatura de color (CCT, por sus siglas en inglés) con los impactos potenciales de una fuente de luz en la salud humana, no es apropiado, debido a la métrica CCT es independiente de casi la totalidad de los factores importantes asociados con la exposición a la luz, es decir, su cantidad, la duración y el momento.
Según la LRC, “su respuesta intenta llamar la atención sobre el problema de la mala aplicación de las métricas sobre la luz y de la salud y también trata de proporcionar al lector con una gran cantidad de referencias que deben informar un discurso racional”
Por su parte AMA, “refuerza la política de soporte contra la contaminación lumínica y la conciencia pública de los perjuicios sanitarios y los efectos ambientales de iluminación nocturna omnipresente”.
El debate está servido.
Documento Respuesta: AMA