El FMI estima que la desaceleración de China y las tensiones comerciales seguirán repercutiendo en el desempeño económico de la región. Las perspectivas de las economías asiáticas a corto plazo se han deteriorado notablemente.
El FMI ha rebajado hasta el 5% su previsión de crecimiento en 2019 para las economías asiáticas, desde el 5,4% pronosticado en abril. Esta estimación implica que el crecimiento del PIB de la región este año será el más reducido desde hace una década, debido fundamentalmente al deterioro del comercio mundial como consecuencia de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Pero esto no cambia que si el siglo XIX estuvo dominado por Europa y el siglo XX por América del Norte, todo apunta a que el siglo actual pertenecerá a Asia. Según las tendencias actuales, Asia representará más de la mitad del PIB mundial para el 2040.
Pero volviendo a la noticia principal y de acuerdo con el FMI, algunas de las mayores revisiones a la baja son para las economías más avanzadas del continente, pues muestran una elevada exposición a la desaceleración económica de China y a las repercusiones de las crecientes tensiones de tipo comercial. Así, por ejemplo, la previsión de crecimiento para Japón en 2019 pasa del 1% al 0,9%, la de Singapur del 2,3% al 0,5% y la de Hong Kong del 2,7% al 0,3%. Mientras, el aumento del PIB de China se sitúa en el 6,3%, frente al 6,1% previsto anteriormente, y el de la India se reduce del 7,3% al 6,1%.
El FMI también espera que la evolución moderada del PIB de las economías asiáticas continúe durante 2020 y se sitúe en el 5,1%, frente al 5,4% previsto anteriormente. De igual modo, las previsiones sobre el crecimiento mundial para este año y el próximo han sufrido una rebaja, al pasar del 3,3% al 3% para 2019 y del 3,6% al 3,4% para 2020.
Aunque Asia sigue siendo la región que presenta el crecimiento económico más rápido del mundo, ya que contribuye con más de dos tercios a ese ascenso, el FMI cree que “las perspectivas a corto plazo se han deteriorado notablemente”.
Además de los factores comentados anteriormente, las economías asiáticas se enfrentan a otros riesgos que hacen peligrar su desempeño, como son las crecientes tensiones comerciales entre Japón y Corea del Sur, el deterioro de la situación política en Hong Kong y Cachemira, el incremento de los precios del petróleo o la elevada deuda familiar y corporativa existente.
El FMI considera que existe “una necesidad de políticas destinadas a amortiguar la desaceleración cuando sea necesario, a fortalecer la resistencia a los crecientes riesgos y a aumentar el crecimiento inclusivo a medio plazo”. En este sentido, el citado organismo anima a la introducción de políticas fiscales que apoyen la demanda interna y a que los gobiernos impulsen las economías inyectando dinero a través del gasto público.