Autor: Abel de Mingo, Responsable Sector Hospitality ( Hoteles & Healthcare ) en SIMON
Para definir si un hotel es sostenible primero habría que medir su impacto ambiental actual. Conocer la huella ecológica del hotel sería el primer paso para avanzar en su estrategia de sostenibilidad. Y a priori, se puede considerar que uno de los mayores impactos ambientales que tiene un hotel está asociado al consumo de energía derivado de sus instalaciones de calefacción/refrigeración e iluminación. Cuando se analiza la energía desde el punto de vista ambiental, es necesario tener en cuenta el origen de la misma y la cantidad de energía que se utiliza.
Según las premisas que defiende la Economía circular, por un lado es necesario minimizar los residuos que genera el hotel, seleccionando equipos de elevada durabilidad y aplicando programas de mantenimiento y actualización de equipos que permitan aumentar su tiempo de vida lo máximo posible. Por ejemplo, a la hora de seleccionar equipos de iluminación LED, es necesario tener en cuenta el número de horas de uso previstas, frente a la vida útil estimada de la luminaria, con el fin de optimizar su uso, y futuro mantenimiento y actualización.
Respecto a la reducción de facturación energética del hotel, evidenciamos que existe una estrecha relación entre la disminución de facturación energética y la utilización de equipos de alta eficiencia energética. Si nos centramos en el caso de la iluminación del hotel, una solución eficaz consiste en utilizar sensores y sistemas de regulación ‘inteligentes’ que permitan adaptar el consumo a las necesidades de los usuarios del edificio. El uso de estos sistemas contribuye también a una disminución significativa del consumo energético del hotel.
Un hotel energéticamente sostenible será aquel que obtenga su energía a partir de fuentes renovables. También lo será aquel que consuma la mínima energía posible para su correcto funcionamiento, utilizando para ello equipos de alta eficiencia, y soluciones arquitectónicas que minimicen las pérdidas energéticas del edificio.
Pero la sostenibilidad también se ve plasmada en la adquisición sostenible de equipos que realiza la gestión del hotel, priorizando equipos ecodiseñados y de fuentes de producción local.
Por otro lado, a sabiendas de que la sostenibilidad persigue también el bienestar de las personas que usan el hotel, es necesario considerar aquellos equipos que buscan el confort de sus usuarios. Por ejemplo, en el ámbito de la iluminación, aquellos sistemas que respetan el ciclo circadiano.
Cuando queremos extender el ciclo de vida de los productos hablamos de Economía circular, un modelo de producción y consumo que implica compartir, reutilizar, reparar y reciclar materiales. La economía circular apunta a disociar el crecimiento del consumo de recursos finitos; por lo tanto, un hotel que cumpla con los principios marcados por la Economía circular, debe minimizar tanto el uso de recursos, por ejemplo la energía, como la generación de residuos derivada de su actividad.
Para lograr que los residuos no sean tales, sino nuevos recursos, la gestión del hotel debe priorizar las diferentes estrategias que defiende la Economía circular: prolongar la vida de los productos mediante su mantenimiento y reparación o facilitar que los productos que ya no utiliza tengan una segunda vida mediante su refabricación o en última instancia su reciclaje. En esta línea Simon cuenta con soluciones que permiten facilitar la reposición de materiales, y por ejemplo recientemente se ha obtenido el certificado en nivel bronce de Cradle to Cradle para la colección de mecanismos Simon 270.
La Economía circular marca las pautas para minimizar tanto el uso de recursos como la generación de residuos derivada de la actividad del hotel, por ello, todas las acciones que lleve a cabo en este sentido contribuirán a que el hotel sea más ‘circular’. Tal y como comentábamos anteriormente, parte de estas acciones serían: la renovación del edificio para minimizar las pérdidas energéticas, el uso de energía procedente de fuentes renovables, el aprovisionamiento de equipos eco-diseñados con un impacto ambiental mínimo, la realización de un mantenimiento de equipos preventivo que permita aumentar su tiempo de vida, y la minimización de los residuos generados. Gestionar los equipos a fin de vida, para que no se conviertan en residuos, sino para que puedan aprovecharse sus componentes y materiales para fabricar nuevos equipos, también se presenta como un mecanismo para minimizar el uso de recursos.
Según las iniciativas que estamos comenzado a ver dentro del sector, podemos decir que nos encontramos en una fase de transición hacia el necesario cambio de paradigma, cambio del cual saldrán beneficiados tanto el planeta como la economía y las personas.
Como ejemplo de herramientas facilitadoras de este cambio, podemos mencionar las diferentes certificaciones de sostenibilidad que se encuentran en el mercado y que diversas cadenas hoteleras ya están adoptando. También se han desarrollado iniciativas legislativas de sostenibilidad y economía circular que se están promoviendo a nivel europeo y nacional.
No podemos olvidar que para lograr un futuro sostenible necesitamos el compromiso de la sociedad con la sostenibilidad, y de que como individuos, con nuestro comportamiento, contribuimos a conseguir una realidad más sostenible. Por ello, creemos que en la educación y concienciación de las personas reside la base para conseguir un futuro más sostenible.