Desde el inicio de la pandemia hemos visto cómo se han implantando en todo tipo de espacios divisores y mamparas de seguridad, además de la obligatoriedad de llevar mascarillas, para garantizar la seguridad en aquellas situaciones donde es necesario una interacción cercana entre personas. Sin embargo, estas medidas a pesar de tener cierta eficiencia tienen importantes carencias que hacen que su uso se haga en muchos casos ineficiente en entornos sanitarios.
Combinando tecnologías médicas y de ingeniería, un equipo de investigadores de la Universidad de Nagoya ha desarrollado un dispositivo de cortina aire del tamaño de escritorio, equipado con LEDs para irradiar los virus con luz ultravioleta, permitiendo que las personas interactúen en entornos cercanos de forma segura.
“Aunque las láminas acrílicas se han utilizado de forma generalizada como separadores, nuestra cortina de aire no sólo bloquea, sino que también desactiva los virus. Este dispositivo deja obsoletas este tipo de mamparas, y esperamos que se generalice su uso”, explica el profesor Tomomi Uchiyama, uno de los autores del estudio.
La nueva tecnología, cuyos resultados se han publicado en AIP Advances, combina dos formas de combatir el virus. En primer lugar, una cortina de aire bloquea el aire exhalado incluso cuando alguien pasa el brazo a través de ella. En segundo lugar, la irradiación ultravioleta destruye la capa exterior de las partículas del virus. Las pruebas realizadas en su laboratorio revelaron que esta combinación de tecnologías inactivaba el 99,9% de las partículas de COVID-19.
Para probar la tecnología, los investigadores simularon una acción típica médica, como es la extracción de sangre , donde el médico y el paciente necesariamente tienen que estar muy cerca. Probaron el dispositivo soplando aire con aerosoles hacia él, de forma similar a como se propagan muchos virus. A continuación, probaron si un paciente podía pasar el brazo por la cortina de aire sin romper el flujo de aire o hacer que el dispositivo fuera menos seguro. Comprobaron que en ambas situaciones se mantenía la eficacia de la cortina de aire.
El nuevo dispositivo también resuelve el problema de las cortinas de aire que requieren un mantenimiento periódico para sustituir los filtros y eliminar las acumulaciones de polvo y suciedad. Como el dispositivo utiliza luz LED en lugar de un filtro, requiere menos mantenimiento. Los investigadores comprobaron que podía utilizarse de forma continua hasta que el LED dejara de funcionar, lo que supone más de 10.000 horas de uso continuo. Además, es silencioso, lo que permitiría utilizarlo en instalaciones comerciales como restaurantes, oficinas y áreas de recepción, donde el ruido de los filtros de aire sería una distracción.
El desarrollo del dispositivo fue resultado de la colaboración entre el profesor Uchiyama y el profesor Hiroshi Amano, ganador del premio Nobel, del Instituto de Materiales y Sistemas para la Sostenibilidad (IMaSS) de la Universidad de Nagoya, y el profesor Tetsuya Yagi, de la Escuela Superior de Medicina.
Créditos de imagen: Junki Mikami