Llega a nuestra mesa de redacción la tercera edición del Libro Blanco de la distribución de material eléctrico, por cortesía de nuestros amigos de ADIME. He de decir, en primer lugar que es la primera de las tres ediciones a la que hemos tenido acceso, de manera que no podemos tener una opinión sobre las anteriores. Si sobre esta. Y nos parece una excelente edición y si, como asevera el presidente ejecutivo de la asociación, es un estudio con muy buen “enfoque de aplicación y practicidad”.
En junio del 2019 (si queremos borrar de la historia el 2020, el 2019 es el año pasado) nos atrevimos a sacar un especial SML Magazine sobre la distribución de material eléctrico, que titulamos “Cadena de Valor”, con un análisis global si me permiten, pero con especial énfasis en la actividad en España.
La esencia de la distribución, que es aportar valor al producto con ese binomio de “valor tiempo” y “valor lugar” no ha cambiado ni cambiará. Es decir, que poner el producto a disposición del cliente en el momento y lugar en que lo necesita o desea comprarlo es y será el objeto de la distribución. Pero ¿que está cambiando para que esta actividad se encuentre en el “epicentro” de una disrupción tecnológica que hace que todo se tambalee para construir una nueva cadena de valor en un mercado con unas nuevas reglas?.
Pues esto es lo que trata de analizar este estudio, condicionado por la afectación actual del coronavirus, esta guía práctica que quiere ofrecer al sector con datos sectoriales, cifras de negocio y análisis de este, las claves para que las empresas distribuidoras puedan mejorar su competitividad.
La entrevista
La entrevista más importante que ofrecíamos en el SML Magazine “Cadena de Valor” (junio 2019) era obviamente quien en ese momento lideraba la asociación como director general, Eduard Sarto (hoy presidente ejecutivo) y donde adelantaba muchas claves que hoy recoge el “Libro Blanco 2020”. Efectivamente Eduard nos decía como la asociación ya venía trabajando desde hacía varios años en encontrar “esa vía” donde asumen que la transformación digital es determinante en el “ser y en el estar de la distribución” de su futuro inmediato (probablemente ahora podamos aseverar del presente) y que el sector era consciente de la complejidad y esfuerzo que esto conlleva, hasta el punto que, como en todas las crisis o momentos claves de disrupción tecnológica, “hay algunos que se resisten a salir de su zona de confort”.
Eduard Sarto añadía en la entrevista “…en algunos casos significarán cambios profundos que pueden obligar a redefinir algunas líneas de productos, servicios o incluso mercados” y acertaba en “requerirá una mayor profesionalización del equipo, nuevas habilidades (en mi opinión, equipos multidisciplinares) y una mayor especialización. Y sin duda, otra manera de dirigir el negocio”.
El Libro Blanco 2020 de la distribución de material eléctrico en España
Una 3ª edición muy bien enfocada y resuelta. Un estudio, que como el propio Eduard Sarto dice en su “saluda” del documento “queremos ser el referente en la toma de decisiones empresariales con esta guía práctica para la adaptación constante, la mejora económica y el progreso y la supervivencia de todas y cada una de las empresas del sector de la distribución del material electrico”
El Libro Blanco 2020 se ha estructurado como la combinación de dos aproximaciones:
a) La evolución que ha sufrido la industria a lo largo de los últimos años y;
b) El análisis del sector, la estrategia, la operativa y la gestión de personas.
Con esta estructura o doble enfoque es como se quiere articular al distribuidor (ahora lector) a realizar un “autodiagnóstico competitivo” de su empresa a partir del cual pueda elaborar su propio mapa estratégico.
A partir de una representación gráfica muy útil, a modo de Infografía, se traduce de manera visual y rápida, las claves que se deben analizar para ese autodiagnóstico que la guía invita a hacer.
El ¿dónde?
que es el ecosistema que enfatiza el dinamismo, frente al concepto estático.
Un ecosistema con procesos cambiantes con la aparición de internet que ha reducido notablemente los dos riesgos principales en el ecosistema tradicional: el riesgo financiero de los fabricantes y el riesgo de moda del traspaso de información.
Y un ecosistema que tambalea su “lógica y función tradicional del canal de distribución” moviendose de una industria unisectorial al multisector. La cadena de valor se desagrega en diferentes empresas que compiten en un mismo mercado pero con actividades completamente diferenciadas. Así, resulta cada vez más difícil identificar quién es, y quien no es competidor.
Tamaño del mercado de distribución de material electrico
El estudio cifra el mercado de distribución de material electrico en casi 4.890 millones de euros a partir del análisis de las cuentas de 657 empresas radicadas en España.
Por comunidades Cataluña estaría a la cabeza con cerca de 1.381 millones de euros y 4.219 empleados, seguida de la Comunidad de Madrid con algo más de 1.000 millones y 2.820 empleados y la Comunidad de Valencia con 276 millones de euros y 1.122 empleados. Cierra el ranking Ceuta y Melilla con 4,9 millones y 59 empleados.
Tamaño del mercado de instaladores
El documento ofrece, igualmente, un ranking o estudio del mercado de empresas instaladoras por CCAA, actividad principal (grupos CNAE 2009) y estrato de asalariados.
El estudio detallado por CC. AA, cifra la facturación de sociedades activas de instalación eléctrica epígrafe 4321 en el ejercicio 2019 en 16.074.236 euros que se reparten 13.252 empresas instaladoras.
Tamaño de las empresas distribuidoras y economías de escala
La situación provocada por la pandemia del COVID-19, dice el estudio, que ha obligado a numerosas empresas a paralizar su actividad. Sin embargo, prosigue, este misma situación ha permitido multiplicar las ventas a las grandes operadoras mundiales del ecommerce, haciendo valer su capacidad comercial y logística frente a la propuesta tradicional de proximidad de las pymes.
Así coexisten actualmente desde las grandes multinacionales de la distribución profesional y BRICOS pasando por Almacenes profesionales de ámbito nacional y regional que a la vez se organizan en Grupos de compras, pasando por los pequeños almacenes locales y terminando con una capilaridad de pequeñas ferreterías y empresas instaladoras. Destaca el estudio los que denomina nuevos actores como “Internet killers” y todo dirigiéndose a diferentes públicos objetivos en los que relaciona los particulares que realizan pequeñas obras y mantenimiento en los hogares, los autónomos y Pymes de obras y servicios que incorporan el material a su trabajo, pasando por los Servicios de mantenimiento Industrial y cerrando el circulo en las Grandes instaladoras y compañías de distribución de energía.
Con respecto al tamaño (que si importa en este caso) la mayor cuota de mercado, concretamente el 29,4% se lo llevan las empresas de más de 50 m €, seguidos por las empresas de entre 5 y 20 m € que tienen una cuota del 27,4 %. En tercer lugar con una cuota del 25,9% lo ocupan las empresas de entre 20 y 50 m € y cerrarían las empresas de menos de 5 m € que tienen una cuota de mercado de un 17,2%.
Un mundo cada vez más electrico y conectado
La crisis que nos ha cambiado los hábitos de consumo y la creación de nuevos modelos de negocio, en una nueva hoja de ruta que nace del Pacto Verde Europeo que quiere dotar a la UE de una economía sostenible.
La electricidad que ya lidera el MIX Energético en un cambio de modelo que ya es rentable y que efectivamente liderará la Tercera Revolución Industrial impulsada por dos tecnologías: Internet y las Energías Renovables.
El estudio identifica varios mercados en desarrollo como la movilidad eléctrica, el desarrollo de las ciudades inteligentes, la telemedicina, las Smart Grid, los edificios de energía casi nula y la nanotecnología con el desarrollo de nuevos materiales.
El ¿qué?
que define la estrategia entre la empresa distribuidora y el ecosistema, identificando al cliente (y al no cliente), sus necesidades, como se le puede ayudar, que actividades se debe desarrollar, como se aporta valor y cómo se puede capturar parte de ese valor en forma de beneficios.
El ¿cómo?
que comienza explicando que para ser competitiva, una organización debe crear valor en los productos que elabora, en los servicios que presta y en las actividades que realiza.
La gestión integrada de la empresa distribuidora
En este epígrafe se detalla como establecer una relación productiva con su ecosistema, necesitando las empresas para tal fin, dinamizar cuatro procesos de negocio: Identificar los productos y servicios que ofrecerá el mercado (satisfacer necesidades), trasladar su oferta al mercado (ventas), la entrega de productos y realización de servicios y por último gestionar el flujo económico.
Las formas de competir en el sector
El estudio identifica tres perfiles sectoriales característicos como resultado de la combinación de los márgenes comerciales, la rotación de producto y la productividad.
Barómetro ADIME
Con los datos de 657 empresas de distribución de material eléctrico se ha construido unos estados financieros consolidados a cierre del ejercicio 2019. Así, a cierre de 2019, antes de la COVID-19 había una expectativa de crecimiento de las ventas entorno del 6%, cercano al crecimiento habido en el ejercicio anterior. En el primer trimestre el barómetro arrojó una caída de ventas del -6,2%, mientas que las expectativa de descenso a cierre del 2020 fue de -17,8%. En el segundo trimestre en lo más profundo de la crisis, la caída llegó a un -21.84% de ventas, la expectativa mejoró hasta el -14,30% de caída de ventas anual a cierre de 2020.
Digitalización del sector
La situación excepcional del 2020 ha acelerado los proyectos internos de digitalización de los negocios con tres consecuencias claras: la desintermediación, la omnicanalidad y la competitividad.
El ¿quién?
que analiza los equipos y las personas. De ese origen familiar masivo de las empresas distribuidoras el estudio incide en la aspiración de longevidad de este tipo de empresas que por su naturaliza el reto es mayor que para las empresas no familiares. La longevidad en la empresa familiar va más allá de los resultados económicos, esto es sobrevivir a la convivencia entre hermanos, cónyuges, primos, etc.
El estudio discurre en el análisis del ciclo de vida de la empresa como ser vivo, que evoluciona, hacia las formas y procesos de gestión, de dirección. También analiza en el siguiente epígrafe las prácticas de buen gobierno en la empresa familiar y las herramientas del navegante, para acabar con el análisis del organigrama empresarial con sus niveles y vectores de gobierno.
El final del estudio está dedicado al mapa estratégico, que como herramienta, dicen los autores del documento, “nos ayudará a establecer una lógica entre lo que hacemos y los resultados que obtenemos”. En las páginas siguientes y finales incorporan un ejemplo de mapa estratégico con datos cuantitativos y cualitativos en los que ordenar el pensamiento estratégico, es decir, ordenar las ideas hacia adelante y hacia detrás…