La Universidad de Córdoba, la Universidad de Sevilla y la empresa Imesapi, participan en el proyecto Perturbiap que tiene como objetivo la creación de nuevos mecanismos para la gestión eficiente de la energía en la red eléctrica y por el que han desarrollado un prototipo para reducir las alteraciones en las redes de alumbrado.
Cuando la energía se inyecta en la red eléctrica, tan solo una parte se transmite de forma efectiva, produciéndose pérdidas a causa de diversos factores como la baja tensión o la alta resistencia eléctrica. Resolver algunas de estas incidencias es el objetivo del proyecto Perturbiap, que busca corregir las alteraciones que provocan el mal funcionamiento de las instalaciones e incrementos indeseados en el consumo de energía.
El proyecto, en el que participan la empresa IMESAPI, la Universidad de Sevilla (US), y el grupo TIC-240 de la Universidad de Córdoba (UCO), ha desarrollado un nuevo prototipo que reduce alguna de las perturbaciones generadas en las redes de alumbrado público.
Según destaca el personal investigador que participa en la iniciativa, algunos de los elementos – no lineales- que se incorporan a estas instalaciones, como los balastos electrónicos que limitan la intensidad de las lámparas LED o las lámparas de sodio de alta presión, son los responsables de las alteraciones en la red, incidencias que provocan un incremento del consumo de intensidad y de energía reactiva de la instalación.
El nuevo equipo electrónico, desarrollado en la tercera fase del proyecto, «mejora la forma de onda en corriente a la entrada de las lámparas que se instalan en cada una de las luminarias», atenuando, así, estas alteraciones generadas en el alumbrado.
El proyecto, dirigido por los investigadores del grupo TIC 240 de la UCO Aurora Gil y José Ramírez y los investigadores de IMESAPI Agustín Álvarez Gutiérrez y Antonio Ruiz Treviño, ha sido cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y tramitado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI).
En una primera fase se identificaron las alteraciones en el funcionamiento de las redes de distribución de alumbrado público de Sevilla. Posteriormente, tras la toma de datos masivos sobre los parámetros eléctricos de las instalaciones, se elaboraron los algoritmos necesarios para el conocimiento de las perturbaciones que pueden ocurrir en cualquier otra instalación.