Apple y Google, los dos gigantes de la tecnología entran en sectores de negocio tradicionales cómo el de los relojes, los coches y la salud.
Asusta saber que la capitalización de Apple representa la mitad del PIB español o más que todo el Ibex junto. Con esta fuerza, Apple podría lanzarse a cualquier aventura en el mundo de los negocios por sorprendente o disparatada que fuera. Sin embargo, nada más lejos que la realidad y es que los movimiento de este gigante son siempre medidos. Ahora da un paso enorme y lanza con carácter mundial el “Apple Watch”, un nuevo artilugio que es un reloj ¿o no? El “Apple Watch” es un reloj inteligente del mercado. Antes ha habido otros de Samsung, Sony o LG e incluso una compañía independiente como Pebble han vendido ya más de un millón de unidades del suyo. Pero Apple va por libre, con una estrategia particular: Espera a que los demás saquen sus productos, los estudia, los analiza, lo redefine todo, saca su producto, se convierte en el rey e impulsa el mercado durante dos años con unos márgenes muy superiores al resto. Después surge una tecnología basada en Apple que abre el mercado a nuevos competidores.
Video Apple Watch
JP Morgan prevé que Apple venda 26 m de unidades de su reloj en su primer año de vida. Otros analistas rebajan esa previsión a 17 o incluso 8 millones. ¿Serán capaces de repetir con su nuevo reloj la grata experiencia que tuvo en 2010 con el lanzamiento del iPad, que consiguió impulsar las ventas del grupo un 47% ese año y los ingresos medios por tienda una media de un 30%.
Otro éxito es el iPhone 6, que está quitando cuota de mercado a sus competidores, últimamente su negocio se había ralentizado. Las ventas aumentaron un 6% en su último ejercicio fiscal, que terminó en septiembre de 2014, y los ingresos por tienda sólo crecieron un 1%.
Gracia al iPhone 6 y al Apple Watch, los analistas prevén que los ingresos aumenten un 24% este ejercicio. El reloj, que es una extensión de sus móviles, o viceversa, tendrá un precio que estará en una horquilla de entre los 349$ y los 17.000$ que costará su edición limitada en oro de 18 quilates.
Con este lanzamiento Apple también ataca el sector relojero de lujo, el más rentable con diferencia. Para Suiza este lanzamiento puede ser casi tan dramático como el fin del secreto bancario, aunque algunos no lo ven por el momento como una amenaza, de hecho algunos directivos del sector ni siquiera lo consideran un reloj, pero lo cierto es que aunque no se diga está claro que al sector le preocupa la competencia de Apple, porque cualquier innovación que esté bien hecha, ya sea en este o en otro sector, viene para quedarse.
Relojes inteligentes, gafas, pulseras, anillos, camisetas, zapatos, electrodomésticos, coches, edificios…hasta las farolas de la calle que ya están empezando a ser inteligentes. Es el internet de las cosas que nos va a invadir en los próximos años, con los relojes inteligentes como gran avanzadilla. Dispositivos y sensores que analizan el sueño, o lo que pasa a nuestro alrededor. Miden nuestros movimientos, el ritmo cardiaco, los niveles de insulina o controlan la alergia que tan sonados nos deja. También los hay que analizan lo que comemos y bebemos y serán capaces de leernos la cartilla si nos hemos pasado de calorías. Miles de datos y registros que por sí solos no valen nada pero que si se relacionan permitirán sacar muchas conclusiones y tendrán un gran valor comercial. Es la revolución empresarial que acaba de empezar.
Tantos dispositivos con posibilidades de atrapar, interpretar e intercambiar información, y la llegada de los nuevos, están obligando a las compañías de telecomunicaciones a acelerar y abaratar el despliegue masivo de sensores y de redes de nueva generación. Algo que será posible con las nuevas redes móviles 5G.
Los primeros informes que detectaron que ya había más objetos conectados a internet que habitantes en el planeta datan de 2008. Pero según las previsiones del grupo Cisco, en 2020 habrá 50.000 millones de dispositivos enganchados a la red, casi siete por persona.
2020 también es la frontera que todos los expertos y la industria del automóvil marcan para que el coche hiperconectado sea una realidad. Sin embargo, Google ya tiene una fase de pruebas muy avanzada su coche autosuficiente, el Google Car.
Video Google car
Parece que el coche “autosuficiente” tiene sentido, porque conducirá mucho mejor que una persona, no se cansa, no bebe, una maquina tiene mejores reflejos que una persona, etc…Todo apunta a que en cinco años serán una realidad en las carreteras y calles de las ciudades del mundo.
La industria de la automoción llevan años investigando y ya no suena tan futurista tener un vehículo que lleva equipado decenas de chips que marquen la distancia de seguridad y de trazar curvas siguiendo las líneas de la carretera. Un vehículo conectado con las propias infraestructuras y con los demás coches, que alertará de posibles peligros y que incluso tomará decisiones por sí mismo, ya sea para cambiar de ruta o evitar riesgos.
En definitiva, todo hace indicar según los expertos, que ni Google ni Apple fabricarán motores, cambios, neumáticos, cristales o baterías, pero que sus aportaciones harán la conducción más fácil, inteligente y segura, y que no vienen a sustituir a las empresas del sector.