La migración es un comportamiento innato en muchas especies animales, que se desplazan a lo largo de rutas específicas para evitar cambios estacionales en el clima y la disponibilidad de alimentos. Sin embargo, el brillo de las zonas urbanas a menudo desorienta a estos animales, y muchos de ellos se desvían de su ruta, corriendo el riesgo de sufrir un final fatal.
Un estudio reciente realizado por un equipo interdisciplinario de investigadores encontró una gran cantidad de pruebas sobre los efectos negativos de la contaminación lumínica en los animales migratorios, pero también descubrieron áreas en las que aún falta mucha comprensión.
El equipo de estudio, que incluye ecólogos y politólogos de la Facultad de Recursos Naturales de la Universidad Estatal de Colorado y la Universidad de Oklahoma, concluyó que se necesita más investigación para proteger a los animales migratorios. Su investigación ha sido publicada en la revista «Trends in Ecology and Evolution» y ha sido financiada por una subvención de $3 millones de la Fundación Nacional de Ciencia, de los cuales $1.5 millones fueron otorgados a la Universidad Estatal de Colorado.
Los científicos revisaron estudios sobre contaminación lumínica y migración animal de los últimos cinco años y determinaron que se necesita hacer más investigaciones en todas las especies, pero especialmente en aquellas que no son aves, ya que las aves dominan la investigación existente. La polución lumínica también perjudica a murciélagos, mariposas, polillas y saltamontes, por ejemplo.
Todos los animales migratorios estudiados hasta la fecha se vieron afectados negativamente por la contaminación lumínica. Cuando las aves se desvían de su curso, corren el riesgo de colisionar fatalmente con edificios, especialmente con estructuras con muchas ventanas grandes. Pero los científicos aún no comprenden los procesos subyacentes que interrumpen los patrones normales de migración.
“No entendemos mecánicamente por qué los animales se sienten atraídos por la luz y por qué es un problema. Necesitamos más datos a escala local, regional y macro para todas las especies migratorias”, explica Carolyn Burt, que es la coordinadora de convergencia de la subvención de la NSF y la primera autora del estudio.
El equipo utilizará los resultados del estudio para guiar su investigación en curso. Están trabajando para mejorar el pronóstico ecológico a través de BirdCast, una herramienta desarrollada por el Laboratorio de Ornitología de Cornell, la Universidad Estatal de Colorado y la Universidad de Massachusetts que proporciona pronósticos de migración diarios.
“Al predecir con mayor precisión cuándo las aves migratorias nocturnas están pasando por áreas específicas, esperamos proporcionar mejor información a las partes interesadas que ejecutan campañas de apagado de luces en las ciudades de todo el país”, detalla Kyle Horton, investigador principal de BirdCast, autor principal del estudio y profesor asistente de biología de la fauna silvestre y conservación.
Nuevos caminos para la conservación
Un componente clave de la investigación del equipo es explorar el lado humano del problema. El verano pasado llevaron a cabo una encuesta nacional para conocer la percepción pública del problema.
“Esperemos que al combinar nuestra investigación con esos datos y la nueva información de la encuesta, podamos aplicar mejor nuevas políticas y recomendaciones”, dijo Burt.
Los investigadores han colaborado con 10 agencias federales y organizaciones no gubernamentales desde el principio para asegurarse de que el tipo de información recopilada sea útil. Para los autores la ciencia social es una pieza muy importante de esta investigación.
“Tomar un enfoque interdisciplinario nos permite abordar de manera más completa tanto los aspectos de las ciencias ecológicas como los de las ciencias sociales de la polución lumínica mediante el examen de una mejor predicción ecológica, la comprensión del panorama político y la participación más amplia de partes interesadas y el público”, concluye Burt.
Imágenes: Freepik