Ante un ecosistema cada vez más tecnológico y sofisticado, la seguridad en todas sus vertientes no deja de cobrar importancia y generar interés en todos los sectores. Pese a que empresas y usuarios son cada vez más conscientes de la relevancia de la ciberseguridad, por poner un ejemplo, existen toda una serie de peligros que se escapan del mundo virtual y que, a pesar de su relevancia y peligrosidad, aún no suscitan el mismo interés. Sin ir más lejos, cada año se producen cerca de 270 millones de accidentes laborales en el planeta, y más de 350 mil de ellos tienen consecuencias fatales.
Las amenazas físicas nos alcanzan de forma directa, sin intermediarios ni pantallas de por medio, y pueden resultar vitales para el correcto funcionamiento de todo tipo de instalaciones, así como comprometer la seguridad de aquellos que las habitan o frecuentan.
Según un reciente estudio de Eaton, para una planta de tamaño medio de alimentación, el coste de un parón en la producción podría ascender a 40.000 euros en tan solo 24 horas; y esto, teniendo en cuenta que solo estaríamos hablando de pérdidas materiales, y sería la menor de las catástrofes.
En infraestructuras como la anterior, un suministro de energía fiable y sin fisuras, depende principalmente, de los cuadros eléctricos que se encuentran en el corazón de la instalación. Ocurre que las exigencias y responsabilidad que recaen sobre estos equipos, sobre todo a medida que las operaciones se alargan en el tiempo, deja a las instalaciones desprotegidas ante fallos o anomalías en el suministro eléctrico.
A este respecto, Eaton, líder en gestión de energía, ofrece 3 consejos para garantizar la seguridad antes, durante, y después de una instalación eléctrica, y evitar todo tipo de riesgos derivados del funcionamiento habitual, como, por ejemplo, esos “primeros chispazos” tan alarmantes, que pueden desencadenar en un arco eléctrico o cortocircuito.
Diagnóstico de situación previo a la instalación
Dado que la mayoría de los equipos de baja tensión se fabrican a medida, no existe una especificación de seguridad uniforme, por lo que las medidas que se tomen de cara a la instalación van a depender en su totalidad del proyecto concreto, su ubicación y su propósito. Ya se trate de llevar a cabo una nueva instalación o de ampliar y mejorar una existente, realizar un análisis previo es fundamental. La tecnología está evolucionando rápidamente en este sentido, con el lanzamiento de innovadoras herramientas que evalúan los riesgos potenciales para un diseño específico e indican las medidas concretas de seguridad que se requieren en cada caso.
Cuidado con contactos no deseados entre elementos
Una de las causas más comunes de la aparición de un arco eléctrico pasa por que tenga lugar algún tipo de contacto no deseado con las partes conductoras. Esto puede ocurrir durante el montaje, o bien durante el funcionamiento o mantenimiento de la instalación eléctrica. La tecnología también está evolucionando a este respecto y existen ya soluciones que permiten adelantarse a estos incidentes y proponer, en base a complejos cálculos de los circuitos de corriente, soluciones para reaccionar con agilidad tras su aparición.
Atentos a la temperatura para reaccionar lo antes posible llegado el caso
Monitorizar de forma continua la temperatura de los aparatos es fundamental, ya que un mínimo aumento de esta variable, es sinónimo de alerta. Sin embargo, esta monitorización por sí sola no resulta suficiente, ya que no garantiza al cien por cien que se vaya a evitar un posible accidente. En este sentido es fundamental el uso de dispositivos que limiten el daño que se produce tras un fallo, sobre todo en lo referente al suministro de líneas críticas de energía.
Con el objetivo de garantizar la seguridad de las instalaciones, y sobre todo, de las personas, Eaton cuenta con su dispositivo de detección y extinción de arcos eléctricos, Arcon, que permite prevenir cualquier tipo de fallo en el sistema y asegurar así la continuidad del suministro de energía.
José Antonio Afonso, responsable segmento Commercial Building de Eaton en España, comenta: “Para garantizar la seguridad en la instalación eléctrica es imprescindible tener en cuenta 3 requisitos principales: llevar a cabo un diagnóstico de situación previo ya que las medidas de seguridad dependen totalmente del proyecto concreto y sus características, prestar especial atención durante las fases de construcción y puesta en marcha para evitar cualquier tipo de contacto no deseado con las partes conductoras, y apostar por una monitorización continua que nos permita prevenir anomalías y futuras averías en el sistema”