La Comunidad de Madrid ha dado un paso significativo hacia la modernización de su infraestructura vial con la reciente instalación de casi 5.000 nuevas luminarias LED en sus carreteras. La iniciativa, que ha supuesto una inversión de 6,4 millones de euros, ha permitido mejorar la seguridad vial de conductores y peatones aportando mayor visibilidad a las vías, a la vez que una importante reducción del consumo de energético de esta instalación.
La actuación llevada a cabo por la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras en el marco del vigente contrato o de servicios de la Dirección General de Carreteras para realizar este tipo de trabajos, ha supuesto la instalación de 4.932 luminarias de tecnología en LED, de las cuales 262 son específicas para la iluminación de pasos de cebra.
Además, el proyecto integra avanzados equipos de telegestión que permiten controlar de manera remota el encendido y apagado de las farolas. Estos sistemas facilitan la detección de anomalías como fallos en el circuito, insuficiencias en el aislamiento, sustracciones de cable y otros incidentes, agilizando su resolución.
Todo esto hace que el nuevo sistema de alumbrado vial permita conseguir un importante ahorro energético, reduciendo el consumo anual en 183.000 KW/h, y permitiendo optimizar tanto el consumo de las instalaciones como las potencia contratada.
La infraestructura vial de la Comunidad de Madrid se extiende a lo largo de 2.587 kilómetros, de los cuales 409 kilómetros están equipados con iluminación exterior, representando así el 16% del total de la red viaria. La distribución energética para este alumbrado se efectúa mediante 241 acometidas eléctricas de propiedad autonómica y otras 93 que están bajo la gestión de diversos municipios.
Esta iniciativa forma parte de la Estrategia de Conservación y Explotación de Carreteras 2023/2026, impulsada por el gobierno autonómico, que cuenta con un presupuesto asignado de 204 millones de euros. Este fondo no solo se destina a la instalación de señalización luminosa y semáforos, sino también al mantenimiento de la superficie de rodadura, la reparación de estructuras, y el acondicionamiento de márgenes, travesías e isletas, asegurando así la mejora continua de la infraestructura vial.
Fuente de imágenes: Comunidad de Madrid