Existe una preocupación generalizada de que el uso cada vez más intensivo que hacemos de los datos implique una escalada del consumo de energía, con los problemas medioambientales asociados que este crecimiento puede suponer.
Investigadores de la Universidad de Northwestern, el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley y Koomey Analytics han desarrollado el modelo más detallado hasta la fecha del uso de energía en centros de datos a nivel mundial. Con este modelo, los investigadores encontraron que, aunque la demanda de datos ha aumentado rápidamente, las masivas ganancias de eficiencia en los centros de datos han mantenido el uso de energía prácticamente estable durante la última década.
Esta nueva investigación proporciona una visión más matizada del uso de energía en centros de datos, lo que permite hacer recomendaciones de políticas estratégicas que permite un mejor uso de la energía en el futuro.
“Aunque el progreso histórico en cuanto eficiencia de los centros de datos es realmente notable, nuestros hallazgos no significan que la industria TIC y los responsables políticas se duerman en los laureles”, declaró Eric Massanet, quien dirigió el estudio. “Creemos que toda hay un suficiente potencial de mejora de la eficiencia para desarrollar los próximos años. Pero la creciente demanda de datos significa que todo el mundo – incluidos los responsables políticos, los operadores de centros de datos, los fabricantes de equipos y los consumidores – deben intensificar los esfuerzos para evitar un aumento brusco del uso de energía a finales de este década”.
Evaluando el consumo real en los Centros de Datos
Los centros de datos representan la columna vertebral de la información en un mundo cada vez más digitalizado. La demanda de sus servicios ha ido aumentando rápidamente, y las nuevas tecnologías que hacen un uso intensivo de los datos, como la inteligencia artificial, los sistemas de energía inteligentes y conectados, los sistemas de fabricación distribuidso y los vehículos autónomos pueden aumentar aún más la demanda. Dado que los centros de datos son empresas con uso intensivo de energía, que se estima representan alrededor del 1% del uso de electricidad en el mundo, estas tendencias tienen claras implicaciones para la demanda mundial de energía y deben ser analizadas con rigor.
“Considerando que los centros de datos son empresas que consumen de forma intensiva energía en una industria en rápida evolución, es necesario realizar un análisis riguroso”, explica el coautor del estudio Aman Shehabi, científico del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley. “Análisis menos detallados han predicho un rápido crecimiento en el uso de energía en los centros de datos, pero sin considerar completamente el progreso histórico de la eficiencia que ha hecho la industria. Cuando incluimos esa pieza, surge una imagen diferente de nuestros estilos de vidas digitales”.
Para hacer un análisis más exhaustivo, los investigadores integraron nuevos datos de numerosas fuentes, incluyendo información sobre los existentes equipos de los centros de datos, tendencias de eficiencia y estructura del mercado. El modelo resultante permite un análisis detallado de la energía utilizada por los equipos de los centros de datos (servidores, dispositivos de almacenamiento y sistemas de refrigeración), por tipos de centros de datos y por región del mundo.
“La falta de datos ha obstaculizado nuestra comprensión de las tendencias de uso de energía en los centros de datos a nivel global durante muchos años”, añade el también coautor del estudio Jonathan Koomey de Koomey Analytics. “Estas lagunas de conocimiento hacen que la planificación de negocios y desarrollo de políticas sea realmente difíciles”.
Abordar estas lagunas de conocimiento fue una motivación importante para el trabajo del equipo de investigación “Queríamos dar a la industria, a los políticos y al público en general una visión más precisa sobre el uso de energía en los centros de datos. La realidad nos muestra que se necesitan más esfuerzos para monitorizar mejor el uso de energía en el futuro, por lo que hemos puesto nuestro modelo y los conjuntos de datos obtenidos a disposición de todo el mundo”, concluye Masanet.
El estudio fue publicado recientemente en la revista Science. Los investigadores también tradujeron sus conclusiones en tres tipos específicos de políticas que pueden ayudar a mitigar el futuro crecimiento del uso de la energía, instando a los responsables de las políticas a actuar ahora:
- Prolongar la vida de las actuales tendencias de eficiencia mediante el fortalecimiento de las normas energéticas de las TIC, como ENERGY STAR, proporcionando incentivos financieros y difundiendo las mejores prácticas de eficiencia energética
- Aumentar las inversiones en investigación y desarrollo de la próxima generación de tecnologías de computación, almacenamiento y eliminación de calor para reducir el futuro uso de la energía, incentivando al mismo tiempo la adquisición de energía renovable para mitigar las emisiones de carbono;
- Invertir en actividades de recopilación de datos, modelización y supervisión para eliminar los puntos ciegos y permitir que se adopten decisiones de política energética más sólidas en los centros de datos.