Castelló presenta su convocatoria para convertirse en una de las 50 ciudades de la red Intelligent Cities Challenge (ICC) de la Comisión Europea. Una oportunidad para “posicionarse más si cabe como ciudad innovadora, inteligente y sostenible”, ha explicado la alcaldesa, Amparo Marco.
La Red de Ciudades Europeas de la Innovación tiene como objetivos exprimir el potencial de las tecnologías emergentes y tomar medidas ambiciosas para mejorar la calidad de vida de la población urbana y garantizar el crecimiento, la sostenibilidad y la resiliencia. “La incorporación a esta red ofrecería a Castelló la oportunidad de trabajar codo con codo con las ciudades más avanzadas en el campo de la innovación aplicada a entornos urbanos, aprender e intercambiar experiencias para seguir mejorando”, ha añadido Marco. Su inclusión es además “un eje clave en el diseño de la futura Agenda Urbana y prepararía a la ciudad en la obtención de nuevas inversiones europeas”, ha indicado.
La candidatura castellonense está dirigida por el Ayuntamiento en estrecha coordinación con la Universitat Jaume I y la Asociación de Empresas de Tecnologías de la Innovación, Xarxatec. Cuenta con el aval de 80 entidades representativas del ecosistema social y empresarial local, con las que “vamos a desarrollar un trabajo intenso”, ha dicho Marco. En este sentido, ha avanzado que, si se aprueba la candidatura, Castelló articulará una Mesa de Innovación en la que estén todos estos agentes de manera que se puedan beneficiar del contacto con las ciudades que integran la Red”.
Con el aval de los 80 colectivos se intensifica un respaldo al que Castelló suma la experiencia y los proyectos puestos ya en marcha para avanzar en esta senda. La carta de presentación local pivota sobre tres ejes. El primero es el relativo a la innovación tecnológica, que pretende mejorar la prestación de los servicios públicos y potenciar el crecimiento y la competitividad mediante la implantación y uso de las TICs. En este apartado, Castelló incorpora su Plan Smart City, que marca la hoja de ruta para avanzar en la construcción de un modelo de ciudad inteligente. Además, se une su apuesta por la Compra Pública de Innovación para la adquisición de soluciones y activos que mejoren los servicios públicos; la creación de un Observatorio Socioeconómico de Empleo para monitorizar la realidad y la competitividad local y realizar tareas de prospectiva y análisis de las tendencias de futuro, y la puesta en marcha de una Cooperativa Emprendedora como banco de pruebas en el que poder experimentar una idea de negocio en un entorno controlado.
Varias de las operaciones contempladas en su Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (EDUSI), dotada con 20,2 millones de euros y cofinanciada por Europa, responden también a este objetivo, como las ‘app’ para controlar 800 plazas de estacionamiento reservado o mejorar la respuesta ante emergencias; o el futuro nuevo portal ciudadano.
Sobre EDUSI planean también otros de los principales avances puestos en marcha por Castelló en el campo de la innovación social. Aquí emergen operaciones como el futuro Centro de Envejecimiento Activo y Saludable, el renovado parque de la Panderola del Grau –convertido en un espacio de coworking y ocio al aire libre-, el nuevo puente Europa sobre el río Seco para conectar la zona oeste, la transformación del Camí La Plana en corredor verde y ciclopeatonal o la mejora de la seguridad y accesibilidad de las paradas de bus urbano.
La parte de innovación con impacto ambiental sigue con EDUSI (la ampliación de la red de carriles bici o la renovación de la flota municipal con vehículos de bajas emisiones son algunos ejemplos) y se amplía con el Proyecto Europeo de Compra Pública Innovadora para abordar el compromiso de la ciudad con la reducción de carbono y buscar soluciones de energía más sostenibles. Destaca también aquí la participación en el proyecto europeo Unalab para trazar el modelo de desarrollo urbano hasta 2050 sobre proyectos con tecnologías y soluciones basadas en la naturaleza; o el ambicioso plan de eficiencia energética con 14,8 millones de euros de inversión cofinanciada por Europa para cambiar a tecnología led el alumbrado público y reducir a la mitad la factura de la luz.
Todas estas iniciativas arman la candidatura de Castelló a la Red ICC con la que aspira tener a su alcance más herramientas, crear sinergias que alienten una revolución tecnológica con impacto transversal en el ámbito social y medioambiental, y conseguir un beneficio económico directo en las empresas que conforman el ecosistema local de la innovación.